Calmar el sistema nervioso
El estrés y el insomnio pueden solucionarse siguiendo de forma meditativa, y desde el principio hasta el final, experiencias sin procesar.
“La relajación desde luego que se puede reforzar dando un paseo por la naturaleza y sobre todo caminando al borde del mar”.
Sistema nervioso estresado
En el libro ‘El origen del universo’ se describe como Jozef Rulof no pudo dormir durante tres semanas por estrés del sistema nervioso.
De esta descripción se desprenden algunas posibilidades para evitar y solucionar el estrés y el insomnio.
¿Cómo nos estresamos?
Nuestro sistema nervioso es capaz de encajar mucha tensión, pero aun así tiene sus límites.
Cuando el sistema nervioso recibe continuamente una sobrecarga es posible que se sobrepase ese límite; la tensión se transformará en estrés.
En los artículos ‘Plexo solar’ y ‘Cerebro’ se describe cómo nuestro sistema nervioso nos ayuda a procesar lo que vivimos.
Cuando experimentamos algo en el mundo que nos rodea las impresiones que recogen los sentidos de ese suceso alcanzan a través de nuestro sistema nervioso nuestro centro de los sentimientos, donde sentimos a fondo estas impresiones.
Reenviamos nuestros sentimientos a través de nuestro sistema nervioso a nuestro cuerpo para pensarlos y procesarlos.
Cuanto más intensos sean, más presión habrá sobre nuestro sistema nervioso.
Esa presión puede seguir existiendo durante mucho tiempo después de que hayamos vivido algo.
Muchas veces no podemos vivir todo en el momento en que tiene lugar un suceso, porque surgen demasiados sentimientos o son demasiados intensos.
Los sentimientos que no se han vivido todavía por completo quedan entonces “aparcados”.
A partir de ese momento estos sentimientos almacenados esperan hasta que en el sistema nervioso vuelva a haber sitio para procesarlos.
El sistema nervioso de Jozef se había quedado estresado porque en poco tiempo había vivido mucho más de lo que su cuerpo era capaz de procesar.
Su líder espiritual Alcar no solo le había hecho vivir el origen del universo por medio de desdoblamientos corporales, sino también cómo el alma ha construido su propio cuerpo durante millones de vidas, desde la célula etérea hasta la figura humana adulta.
Después Jozef tuvo que procesar todos esos sucesos en su cuerpo terrenal.
Esto provocó un gran desequilibrio entre lo que había vivido espiritualmente y lo que había procesado corporalmente.
Aunque la causa de este desequilibrio sea diferente al de otros millones de personas, la consecuencia es comparable: un sistema nervioso estresado.
Meditar y reflexionar sobre todas las cosas
El medio más importante para resolver el estrés es una forma de meditación que describe Alcar en el libro.
Alcar aconsejó a Jozef que repasara todo lo que había experimentado tranquila y sistemáticamente, desde el comienzo hasta el final.
Cuando se reflexiona con serenidad sobre todos los sentimientos e impresiones vividos eso ayuda para procesar las experiencias y desaparece la presión de experiencias no vividas a fondo.
La presión que está sintonizada con el sistema nervioso en realidad no es otra cosa que la necesidad de vivir nuestros sentimientos, de darles espacio.
Si todos nuestros sentimientos pueden dilatarse y ser transformados en pensamientos, podemos diferenciarlos mejor, porque los pensamientos se pueden distinguir unos de otros más nítidamente que los sentimientos.
Alcar dice que la mayoría de las personas hace lo mismo cuando llega al más allá.
Entonces se aíslan para reflexionar sobre todas las cosas de su vida terrenal.
Solo cuando hayan terminado con eso podrán contar todas esas experiencias como una posesión interior y estarán abiertos a nuevas experiencias espirituales.
Jozef se encontraba ahora ante la misma tarea.
No dejó desaprovechado ni un segundo y siguió todos los lugares donde había estado con su líder espiritual.
Volvió a vivir en pensamientos todos los lugares donde había vivido el alma y todos los grados que había recorrido la vida desde el origen hasta el estadio actual.
Insomnio y somníferos
Si la presión no es excesiva, volver a vivir las cosas meditando puede ofrecer suficiente relajación.
Pero en el caso de Jozef la presión se había incrementado demasiado por las intensas experiencias.
En un momento dado sintió que la presión aumentaba en tal grado que ya no podía dormir nada.
No paraba de dar vueltas en la cama, se concentraba en dormirse, pero nada servía.
El maestro Alcar le aclaró que entonces es mejor no querer dormir, porque de todas formas los nervios estarán demasiado tensos.
Es mejor para él seguir pensando tranquilamente hasta que se produzca un cansancio natural y sienta que puede dormir.
Intentar dormir de manera forzada tiene un efecto contrario, porque entonces no hace lo que le puede ayudar: vivir de nuevo las cosas a través de la meditación.
Procesar y repensar todas las experiencias es más útil que estar descansando durante días y estar en la cama sin pensar.
Alcar también comenta allí el uso de somníferos.
Lo que hacen estas sustancias es anestesiar el cuerpo y el sistema nervioso.
Entonces suele producirse un cierto sueño, pero no el profundo y reparador en el que se adquieren nuevas fuerzas corporales.
La consecuencia es que nos despertamos cansados.
Además, los somníferos pueden dificultar o impedir que aún se pueda hacer lo que de verdad hace falta: reflexionar y volver a vivir las cosas meditando.
La relajación desde luego que se puede reforzar dando un paseo por la naturaleza y sobre todo caminando al borde del mar.
Para calmar los nervios recalentados también puede servir una ducha fría.
Cuando empezamos a vivir todos los problemas, todas las preocupaciones, en resumen todo lo que ocupa al ser humano, hasta que todos hayan sido repensados, es posible volver a los sentimientos normales y serenos que se vieron dominados temporalmente por las preocupaciones.
Porque lo que predomina exige toda la atención y concentración para ser procesado.
Si la causa del insomnio se remonta más atrás, puede ser necesario regresar en pensamientos al comienzo de ella.
Puede ser en la juventud, hasta el primer momento en que ya no fue posible conciliar el sueño, porque es allí donde reside el trastorno.
Es en ese momento en que se produjo el trastorno y en la vida espiritual no es posible saltarse trozos: todo tiene que ser vivido hasta que llegue a serenarse.
Es el empuje eterno de los sentimientos del alma.
Cuando la causa del insomnio es una enfermedad corporal, por supuesto que es importante remediar esa enfermedad corporal, si es posible.
También en el caso de dolor de cabeza es importante investigar en qué medida la causa es una tensión nerviosa u otra enfermedad corporal.
Procesado
Al final Jozef llegó al punto en que volvió a dormirse.
Aun así, Alcar le aconsejó seguir al día siguiente con su meditación.
Jozef había seguido todo desde el comienzo de su viaje hasta el último instante, pero esas reflexiones habían tomado días.
Por eso no podía ver todavía con nitidez el contorno del conjunto.
Así es como empezó a seguir todo desde el comienzo hasta el final, pero ahora todo iba más rápido.
Ahora sus pensamientos podían seguir con más rapidez el largo camino que había seguido con su líder espiritual.
Una y otra vez volvía a repensar todo desde el comienzo, hasta que con la vista pudo abarcar el camino entero en un fogonazo.
Solo entonces sintió que todas esas experiencias se habían convertido en una posesión interior suya.
Ahora también podría ofrecer conferencias y hablar durante horas sobre su viaje, porque había procesado todas las experiencias y les había dado un lugar debidamente delimitado en su pensamiento y sentimiento.
Semejante procesamiento no tendrá lugar si seguimos pensando en círculos, si determinados pensamientos no hacen más que repetirse.
Igual que con otras habilidades es posible aprender a pensar practicando el pensamiento sistemático desde el comienzo hasta el final.
Esto se trata con mayor detalle en el artículo ‘Aprender a pensar’.