Sentir el conocimiento a fondo
El conocimiento enciclopédico es el pensamiento de otros. Podemos sentir esos pensamientos a fondo para determinar si encajan en los nuestros propios.
Una pintura sobre la reencarnación, recibida por Jozef Rulof
Pensamientos de nuestro yo
El artículo ‘Sentimiento’ describe cómo surgieron nuestros sentimientos a partir de todas las experiencias que hemos vivido en esta vida y las anteriores.
Si las personas tienen, por ejemplo, una sensibilidad innata por saber qué plantas y hierbas se pueden usar para sanar heridas y enfermedades, es porque han ido construyendo ese conocimiento en sus vidas anteriores.
Por eso podemos saber algo “con seguridad” en nuestro sentimiento si en nuestro pasado hemos vivido las experiencias concretas que nos dan esa seguridad por experiencia propia.
El artículo ‘Del sentimiento al pensamiento’ versa sobre los pensamientos que surgen a partir de nuestros sentimientos.
Estos son pensamientos de nosotros mismos, proceden de nuestro “yo”, de nuestro sentimiento, nuestra alma.
Cuando la gente con conocimientos innatos sobre las hierbas verbaliza sus sentimientos en pensamientos, puede pensar qué plantas tienen un poder curativo.
Esos pensamientos son de ellos mismos, no han sido aprendidos en esta vida.
Debido a que los sentimientos contienen todas las experiencias de vidas anteriores todo ser humano tiene una profundidad infinita en sus sentimientos.
Si se pudieran anotar todos los sentimientos procedentes de esos sentimientos, a cada alma le correspondería un libro vital bien grueso.
Una nueva página en nuestro libro vital
La obra pictórica de más arriba la recibió Jozef Rulof de forma mediúmnica.
Jozef transmitió los siguientes pensamientos sobre esta imagen: Esto, pues, ¡es la “muerte”!
Pero como aparición maternal.
La muerte es evolución, ¡es renacer!
El renacimiento como madre dice a la persona de avanzada edad: “Partirás.
Tu página está abierta, pero: ¡volverás a nacer, y además como niña, para vivir la maternidad y hacerte como soy yo!”.
En esta pintura, el renacimiento como madre señala con su vara el libro vital del alma.
En él se va a escribir una nueva página, una nueva reencarnación.
Esta nueva página se llenará con las experiencias que el alma vivirá en la nueva vida, lo cual llevará a nuevos sentimientos con nuevos pensamientos propios.
Pensamientos procedentes de otros libros
Actualmente, el alma se ve en cada nueva vida también ante muchos libros vitales de otros.
Por el aumento de las maneras de comunicarse el ser humano del siglo XXI tiene que procesar muchos conocimientos de otros.
A través de internet podemos disponer ahora de los conocimientos colectivos de toda la humanidad.
Todo ese conocimiento enciclopédico es en realidad “el pensamiento de otros”.
En comparación con nuestro propio pensamiento desde nuestros pensamientos recibimos una enorme cantidad de pensamientos de otros.
¿Qué hacemos con eso?
¿Adoptamos esos pensamientos y empezamos a pensar nosotros mismos con ellos?
¿Se convertirán en nuestros propios pensamientos?
Y ¿cómo sabemos si esos pensamientos son “ciertos”?
Usar nuestros sentimientos
También para enjuiciar los conocimientos enciclopédicos podemos consultar nuestros propios sentimientos.
Si sometemos los pensamientos de otros a la prueba de nuestros sentimientos, podemos determinar lo que confirman nuestras experiencias y lo que no.
Nuestros sentimientos son de una profundidad mucho mayor que lo que imaginamos, porque nuestra alma ha almacenado todas las experiencias de todas nuestras vidas anteriores.
Si en esta vida o una vida anterior hemos vivido una experiencia que coincide con lo que ahora recibimos como el pensamiento de otra persona, intuiremos que esa información es correcta, porque en nuestros sentimientos se producirá un reconocimiento.
Por eso, al leer, por ejemplo, el artículo ‘Desdoblamiento corporal’ algunas personas aceptarán de inmediato la información que allí se ofrece.
Los lectores que hayan tenido una experiencia cercana a la muerte o los que en una vida anterior hayan practicado el desdoblamiento corporal en los templos del Antiguo Egipto podrán comprender desde sus propios sentimientos lo que se ha escrito sobre esos desdoblamientos.
La información puede resultar extraña a los lectores que en ninguna vida hayan vivido semejante experiencia.
Lo que uno jamás ha vivido es ajeno a los propios sentimientos y suele descartarse como incorrecto o improbable.
Por eso habrá lectores que devorarán los libros de Jozef Rulof como confirmación de los propios sentimientos y otros no se creerán nada.
La palabra “creer” significa aquí en el fondo “sentir”.
Sentir es algo que no es transferible, lo sientes o no lo sientes.
Las personas que quieren convencer a otras de su propia verdad no comprenden que cada alma ha ido construyendo un libro de los sentimientos muy propio que determina en primer lugar lo que alguien vive como su propia verdad.