El Siglo de Cristo

Trae conocimiento cósmico y conciencia más elevada

El Siglo de Cristo es el período en que la humanidad va hacia una conciencia más elevada por medio del impulso y el conocimiento cósmico de Cristo.
Según los libros de Jozef Rulof.
Una pintura que Jozef Rulof recibió de manera mediúmnica y que representa a Cristo.

Significado del Siglo de Cristo

El Siglo de Cristo es el período en que se da a conocer la Universidad de Cristo en la tierra.
Los artículos ‘Universidad de Cristo’ y ‘Jesucristo’ explican que hace más de dos mil años, Cristo no pudo compartir con la humanidad su conciencia cósmica.
Ya lo asesinaron por lo poco que pudo decir.
Por eso tuvo que limitar su mensaje hasta el núcleo: “Ámense (Amaos) los unos a los otros”.
No fue sino en el siglo XX cuando pudo traer sus conocimientos cósmicos a la tierra.
Entonces sus discípulos, los maestros de su Universidad, transmitieron la cosmología por medio de Jozef Rulof.
En ella, se sigue la evolución cósmica entera que como almas vivimos por medio de muchas reencarnaciones.
El artículo ‘Nuestra alma cósmica’ ofrece un repaso de los artículos que explican esta evolución cósmica.
El artículo ‘Explicación a nivel del alma’ aclara que en la cosmología, los maestros han descrito la realidad a nivel del alma, es decir cómo ellos mismos viven y conocen esta realidad.

Dios y el camino metafísico

El Siglo de Cristo solo pudo comenzar en el siglo XX porque la humanidad había alcanzado entonces el nivel de conciencia y grado de los sentimientos necesarios.
Gracias a eso, a un médium como Jozef Rulof ya no se le pone en la hoguera eclesiástica.
El poder de la iglesia ya no era tan grande como para que pudiera detener esta ampliación del conocimiento científico espiritual.
Además, se habían puesto entonces suficientes fundamentos para comprender la cosmología.
La ciencia ya había corregido a la Biblia en los puntos más importantes, y los cuentos eclesiásticos tenían menos influencia en el libre pensamiento.
Grandes pensadores como Sócrates, Platón, Aristóteles, Buda, Ramakrishna, Annie Besant, Madame Blavatsky, Mary Baker Eddy, Rudolf Steiner, Schopenhauer, Immanuel Kant, Galileo, Pablo, Isaías, Daniel y muchos otros ya habían dado todos en sus propios tiempos sus mejores fuerzas para la edificación de la Universidad de Cristo en la tierra.
Los maestros habían traído a Dios por medio de Moisés y los profetas, y Cristo había ampliado la idea de Dios hacia un Padre de Amor.
El primer sacerdote mago había sido inspirado para investigar la vida y la muerte, y usando el Antiguo Egipto y los iniciados de Oriente, los maestros habían podido seguir desarrollando esa línea metafísica.
Por medio de todo ese desarrollo, en el siglo XX se podía comprender mucho más que los apóstoles de Cristo en sus tiempos.

Evolución de la humanidad

El artículo ‘Evolución de la humanidad’ explica que el Siglo de Cristo no podía comenzar hasta que no hubiera tocado a su fin el período de las guerras mundiales.
Mientras que algún solitario puede elevar el grado de sus sentimientos sirviendo a la vida y desprendiéndose de sus rasgos de carácter inferiores, la masa aprende sobre todo por la miseria de una guerra cómo no hay que hacer las cosas.
Por la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los seres humanos en la tierra habían alcanzado el punto en que ya no querían comenzar ninguna guerra, por lo que la paz mundial ya no se vería amenazada por una guerra mundial.
Por eso, los libros de Jozef Rulof pueden permanecer en la tierra y la cosmología no se ha traído en vano.
Ahora los maestros también pueden irse acercando de manera definitiva hacia una tecnología más elevada que ya no se usará para fines bélicos.
En el Siglo de Cristo traerán a la tierra inventos que elevarán la conciencia y la felicidad de todos los seres humanos en la tierra, lo que se explica en los artículos ‘Instrumento de sanación definitivo’ y ‘Aparato de voz directa’.

Cristo en ‘La cosmología de Jozef Rulof’

Con la serie de libros ‘La cosmología de Jozef Rulof’, los maestros colocaron los pilares para la Universidad de Cristo.
Cristo siguió y acompañó los viajes cósmicos que los maestros hicieron con Jozef, porque Él quería que comenzaran con estos viajes.
Esto fue el regreso de Cristo, por medio de los maestros.
Cristo volvió a hablar a la humanidad y transmitió su conocimiento por medio de los maestros.
Después de que Jozef y sus maestros hubieran viajado por todos los grados de vida cósmicos, llegaron al Omnigrado, donde vive Cristo.
Allí Él les dio el encargo de llevar su Omnisapiencia a la tierra, para que nosotros llegáramos a conocer nuestra alma cósmica y la de Él.
Cristo les mostró sus vidas y les enseñó que ya en los primeros tiempos de las eras prehistóricas había vivido en la tierra.
En su vida como Jesús, Cristo ya había predicho que después de Él vendrían personas que explicarían más.
En el Siglo de Cristo, esos tiempos han llegado por fin, por medio de Jozef Rulof como instrumento cósmico de la Universidad de Cristo.
Esta es la primera vez en la historia humana que la Universidad pudo traer a la tierra sus conocimientos de manera tan pura.
Así, Cristo y los maestros también pudieron traer ahora el inicio de su escuela como guía para la ampliación de nuestra conciencia y de nuestro amor.

Fundamentos para el futuro cercano

Aun así, Jozef Rulof sabía que su cosmología no convencería al mundo.
La masa todavía no está lista para explicaciones a nivel del alma.
Esta sabiduría va tres siglos por delante de la humanidad.
Entonces ¿por qué ya se ha traído la cosmología a la tierra?
Haciéndolo, los maestros pusieron los fundamentos para el futuro de ellos.
Cuando más adelante traigan a la tierra el aparato de voz directa, podrán referir a los libros de Jozef Rulof.
Entonces, el mundo verá que los maestros no aparecieron de la nada, sino que su sabiduría ya se había traído a la tierra antes, con un propósito fijo.
Entonces les abrirá los ojos a muchos para la mirada que llega lejos y con la que los maestros más elevados de la Universidad de Cristo impulsan ya desde la era prehistórica a la humanidad hacia una concienciación más elevada.
Por eso vivimos ahora en el tiempo más imponente que jamás se vivirá en la tierra.
Por medio de la cosmología, los maestros han puesto fundamentos para pronto, pero también para el ser humano futuro dentro de diez millones de años.
El conocimiento espacial de nuestra alma cósmica es una guía vital para el ser humano de todos los tiempos venideros.
Elevarse más que este conocimiento no es posible, porque la cosmología está sintonizada con la conciencia cósmica de la cuarta esfera de luz.
Sin embargo, lo que hay de ello en la tierra ahora no es más que un pequeño inicio.
Los cinco libros de ‘La cosmología de Jozef Rulof’ son solo migas en comparación con el conocimiento cósmico de los maestros.
No obstante, no hacía falta más, como preparación para el futuro cercano.
En cuanto puedan dictar los siguientes mil libros de la cosmología por medio del aparato de voz directa, al mundo le tocará ver la continuación de la tarea de Jozef Rulof y sus maestros.
Entonces continuarán su misión para la Universidad de Cristo, sin la limitación de un médium humano.
El médium técnico será inagotable.

Paseo a la primera esfera de luz

El Siglo de Cristo dura más que cien años.
Es el período entero en que la humanidad eleva su grado de los sentimientos hacia la primera esfera de luz.
El artículo ‘Evolución de la humanidad’ indica que, por la Segunda Guerra Mundial, esta había alcanzado el nivel de los sentimientos que se corresponde con la tierra crepuscular en el más allá.
El artículo ‘Tierra crepuscular’ da una idea de esta esfera, en que la luz crepuscular representa los sentimientos que se despiertan.
El articulo ‘Primera esfera de luz’ esboza una imagen hacia la que se dirige la humanidad.
En la tierra crepuscular se mantiene en pie la paz mundial, la mayoría de los seres humanos ya quieren vivir en paz los unos con los otros.
Pero siguen sin conocer su alma cósmica, muchos ni siquiera saben que existe la reencarnación.
La masa sigue enfocada en la vida material y en el amor propio.
El artículo ‘Grados de amor’ explica que el amor universal ocupa un lugar más elevado que el amor propio.
Para alcanzar el amor universal de las esferas de luz, el enfoque en la materia tiene que convertirse en interés por la vida espiritual.
Para llegar a eso, los maestros inspiran a muchos seres humanos para elevar la conciencia espiritual y social.
Entonces el ser humano va tomando más conciencia de la sociedad y de cómo se respeta y ayuda en ella al prójimo si hace falta.

Solo en una sociedad llena de amor todo el mundo puede llegar a ser feliz.
El Siglo de Cristo también es un período de milagros técnicos.
Los maestros se encargan de que la vida vaya haciéndose más agradable, para que la gente llegue a tener el tiempo de trabajar en la concienciación espiritual.
Paso a paso, la ciencia y la técnica van dirigiéndose hacia los milagros técnicos que ayudarán a la humanidad a avanzar y que se encargarán de la felicidad de todos los seres humanos.
Para los habitantes del más allá la distinción entre la tierra crepuscular y la primera esfera de luz es claramente visible.
Cuando se encuentran en la primera esfera de luz y empiezan a pensar allí de manera terrenal, la esfera de luz se hace borrosa y un poco después se encuentran en la tierra crepuscular o en la tierra.
El pensamiento terrenal tira de ellos y los devuelve al estado material.
Muchos de quienes lo vivían por primera vez pensaron que se les había expulsado del paraíso de la primera esfera de luz.
Hasta que se dieron cuenta de que lo habían causado ellos mismos, por ya no estar en armonía con la primera esfera de pensamiento luminoso y espiritual.
Pensar espiritualmente está desvinculado de la materia material.
En la primera esfera de luz, uno percibe la vida que lo impulsa todo.
Se ama todo lo que vive, y se ayuda donde se puede.
Exige que uno se mantenga lejos de todo lo que tenga que ver con mentira y engaño, por no hablar del odio y de la violencia.
Para alcanzarlo, es necesario sopesar cada pensamiento antes de representarlo.
Si con cada pensamiento representamos la verdad, estamos en armonía con la verdad espiritual en que vivimos.
Sobre todo en la tierra se puede vivir la lucha de liberarse de todo amor propio.
Aquí sigue siendo un gran arte avanzar individualmente hacia el amor universal y la conciencia espiritual.
Cuando más adelante la humanidad entera haya alcanzado la primera esfera de luz, ya no tendrá ningún truco, porque entonces la sociedad apoyará por completo a todos en esto.
Ese futuro se describe en el artículo ‘Futuro luminoso’.

Fuentes y textos para profundizar en el conocimiento