Una ardua lucha
En la segunda esfera de luz se libra una tensa lucha para desprenderse por completo del pensamiento y sentimiento materiales.
En la segunda esfera de luz hay un cielo de un azul terso, sin nube alguna.
El firmamento es como un globo tensado que se puede rajar en cualquier momento.
La naturaleza entera refleja el estado interior de los habitantes, que en gran medida están sintonizados con el elevarse.
Ya no hay gente descansando durante años, como en la primera esfera.
Cada habitante de la segunda esfera trabaja duramente en sí mismo para desprenderse por completo del sentir y pensar terrenales.
Están enfrentados a la fuerte resistencia de su propio yo, debido a que se han sintonizado con el elevarse.
La lucha que se libra es para entrar desde lo material a lo espiritual.
Cuanto más se eleve el ser humano, más intensa se hará esta lucha, porque las esferas se van haciendo más finas y etéreas y porque el ser humano tiene que sintonizarse interiormente.
Están continuamente examinando su estado interior.
Todos sus pensamientos y palabras los van a sintonizar con el amor y la verdad, la realidad del cosmos.