Nuestras primeras vidas como células -- Fuentes

Textos primarios de los libros de Jozef Rulof correspondientes al artículo ‘Nuestras primeras vidas como células’.
Según los libros de Jozef Rulof.
Estas fuentes presuponen la lectura previa del artículo ‘Nuestras primeras vidas como células’.

El primer planeta

A nivel del alma, el primer planeta se llama “la madre espacial del primer grado de vida cósmico”.
El ser humano en la tierra ha dado otro nombre a este planeta, a saber: “luna”.
No obstante, hay una gran diferencia entre la luna actual y el planeta madre floreciente con mucha vida que había sido en un pasado lejano.
Todo esto se aclara en el artículo ‘Luna’.

Nuestra primera célula

Cuando el primer planeta empezó a densificar la energía espiritual después de la división cósmica, en medio de esa bola macrocósmica aparecieron nebulosas:
Pero aquí en el medio —así que aquí ven un poco la dimensión de la bola macrocósmica— pero en este centro, en este centro suyo empieza a haber vida.
Allí empieza a haber nebulosas, porque el comienzo de la creación surgió a partir de densificaciones, nebulosas que se densificaron.
Conferencias 2, 1951
Esas nebulosas en el primer planeta se han densificado hasta formar células, como ahora las nubes forman gotas de lluvia en la tierra.
El maestro Zelanus volvió a esto en pensamientos durante una conversación con su maestro Alcar, en que habla de Jozef Rulof como “André”:
“Por supuesto, mi maestro, es posible.
En pensamientos voy a volver a la tierra.
Veo el imponente azul para el espacio, pero ahora llegará a haber un cambio.
¿Qué va a ocurrir ahora, mi maestro?
Lo que voy a vivir así son las mismas leyes que las que se nos concedió contemplar aquí para el primer instante, para la luna como madre, y lo que sucedió para la ‘Omnimadre’.
Ahora llega a haber densificación en el espacio, se van formando nubes, André puede vivir este proceso todos los días y por lo tanto puede seguirme.
Llega a haber una erupción, es una tormenta, pero son procesos de densificación, esas nubes se oscurecen, cae lluvia.
Así fue cómo aquí se densificó y dividió la vida, ahora como la vida divina astral.
Puede ver una gota de lluvia como la chispa humana, pero espiritual.
Así que para aquí es plasma divino, para la tierra y su espacio es materia densificada como lluvia, como puede vivirlo el ser humano en la tierra.
Ese es el proceso de densificación, mi maestro”.
“Exactamente, vemos que estos milagros de creación no han cambiado en nada, que todavía podemos vivirlos en la esfera de la madre tierra.
Así fue como nacieron aquí esas leyes de densificación y recibieron la entidad.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
Las células no se han formado todas en el mismo momento, el centro vital del primer planeta ni siquiera podía densificar esa energía espiritual.
Durante una conferencia, el maestro Zelanus dibujó las primeras células en un tablero:
Pero aquí he dibujado la vida embrionaria.
Ahora llegamos al instante en que las primeras células, el primer embrión, están listos, y entonces llegamos a la paternidad y maternidad.
Dibujaré un poco más grande ese embrión, así lo podrán ver mejor.
Así fue.
Esto, pues, es, esto es en lo que tiene que convertirse el ser humano; y así será el ser humano.
Esas dos células como embriones viven allí en medio de la luna.
Y son, en un momento dado, centenares de miles, ¿no es así?
Si primero...
Si cae una gota de agua, caen millones sobre un espacio.
Naturalmente, al comienzo era en ese lugar, en ese pequeño lugar de allí, el corazón de la luna como madre, el primer parto aquí; claro, eso allí no era posible, porque ese centro vital no era capaz de densificar ese espacio de golpe.
Conferencias 2, 1951
La densificación era posible por el calor del primer sol, que después de la división cósmica había comenzado con su propia edificación y que ya irradiaba una tenue luz solar:
Y esa fuerza, hermanos míos, que por tanto llega directamente desde el universo hasta la vida lunar, irradia ahora la maternidad y se ha sintonizado de manera infalible con la maternidad, es armoniosa y calculadora de cara a este embrión humano.
Si el sol estuviera más desarrollado, o sea, si hubiera avanzado más que la luna como madre, entonces habrían nacido aquí leyes disarmónicas, pero todavía no hemos podido vivirlas.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
El primer planeta todavía era espiritual cuando el alma humana absorbió una partícula de esa sustancia espiritual para comenzar con su primera vida:
Pero el núcleo divino vive en la luna, porque la luna es la madre para el espacio.
Con el sol.
Los seres humanos recibimos en la luna nuestra alma, nuestra alma divina, por medio del planeta, cuando esta todavía era astralmente madre.
Porque hemos acogido una parte de su vida, y así es como comenzó la existencia humana.
Preguntas y respuestas 6, 1951
Como almas acogimos suficiente como para poder lograr la reproducción, el “crear y alumbrar”:
Adoptamos tantas cosas que podemos crear y dar a luz, y entonces llegamos al estadio adulto, es ser adulto para crear.
Preguntas y respuestas 3, 1952
La escisión de las almas individuales solo ocurrió en el primer planeta.
Los planetas sucesivos sí darían su plasma espiritual al alma, pero ya no hacía falta un alma nueva, ya venía del primer planeta:
La luna creó el alma para la totalidad de este espacio; debido a que ha podido dividirse, toda su vida adquirió una entidad.
Aquí se puede vivir y constatar, por lo tanto, que absolutamente toda la vida en este universo ha recibido la vida interior por medio de la luna como madre.
Pero eso no se conoce en la tierra, y son revelaciones para el ser humano.
Cada uno de los otros planetas creó el organismo, pero al dividirse, ¡la luna como madre dio a todos esos millones de chispas el propio ‘yo’!
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944

El primer amor

Cuando el alma casi había hecho que la primera pequeña célula alcanzara la edad adulta, fue en busca de sus congéneres.
El maestro Zelanus lo comparó con el funcionamiento de la Omnifuente.
Lo esclarece el artículo ‘Nuestras fuerzas básicas’:
Ahora que esas células... en el momento en que esas células estén casi maduras, ya se van acercando más y más, se tocan un instante.
Todavía no llegan a la unión, otra vez siguen jugando, y otra vez vuelven a rozarse, para sondar sus vidas; no, eso ya es que se deja ver, que el alma muestra el proceso de dar a luz, debido a que falta poco para que se convierta en empuje.
Veremos ahora el primero...
Por favor vayan... vuelvan un instante, reténganlo un momento, por favor, y verán la majestuosidad, el poder, verán lo maravillosa que es la célula humana, pero qué maravillosa también la manera en que la Omnifuente ha dado todo esto a la parte humana para sí misma.
Este es el primer roce de todos.
No es ir directamente adentro de esa célula, de ese cielo, de ese templo, no es ir directamente sino sin más, de una vez, para asaltar esa maternidad...
¿Cómo fue que se manifestó la Omnifuente?
Primero llegó el empuje, pero ese empuje todavía no era nada, todavía era invisible.
Y ese primer empuje de todos, esa primera irradiación de todas, esa primerísima revelación también se puede contemplar ahora en este mundo, en esta vida celular.
Esas vidas se cruzan velozmente, el aura se divide, se dilata.
Durante un momento sacan las antenas.
La vida todavía no está lista.
No, ese grado preciso todavía tiene que llegar y cuando sea consciente, seguirá el parto y la creación, y esta vida se pegará como una ventosa.
Conferencias 1, 1950
Dos células de la misma fuerza y edad alcanzaron la unión:
Y ahora tenemos aquí (tablero) el primer contacto, se acercan entre ellas, ¿ven?
Y aquí, de pronto ese contacto alcanza la misma fuerza; la misma fuerza, el mismo espacio, la misma concienciación.
Esas células llegan a la unión, ¿ven?
Se aferran entre ellas, según ya dijimos.
No, se pegan como ventosas entre ellas, porque ha surgido un solo mundo, un solo sentimiento, una sola conciencia.
Conferencias 2, 1951
Siguieron su impulso para dar algo de sí mismas a la otra vida:
¿Por qué esa célula tenía que ir donde esa otra vida? ¿Por qué esa vida entonces no seguía planeando, sin meterse en nada?
No, lo que recorrería esa vida sería un camino, esa vida tenía que evolucionar; finalmente, buscó aquella otra chispita y se multiplicó.
Esa vida se adhirió a la otra; es como si se encerrara, sentía el ímpetu para dar algo de sí misma.
Es la creación, todavía reside en ustedes, y en la naturaleza eso pueden... pronto lo verán, más adelante, cuando lleguemos allí, entonces lo volverán a ver todo en la naturaleza.
Pero ¡estos son los fundamentos divinos!
Esa Omnifuente está presente en esa vida, ese impulso tiene verdadera animación consciente.
Esa vida no puede eludirlo.
Conferencias 1, 1950
Ahora las células estaban listas para su primer beso:
Así que ahora, como seres humanos, como vida embrionaria, vamos a vivir nuestro primer amor, nuestro primer beso, nuestro primer ser uno como existencia embrionaria; y eso es esto (tablero).
Esta célula —escuchen bien, por favor— y esta poseen todas las propiedades de Dios, y segregan esto.
Y ahora aparece aquí un nuevo núcleo, entre estas dos vidas.
¿Ven ese puntito luminiscente?
Es el nuevo núcleo, así que eso es el nuevo nacimiento.
Esa célula dio vida, dio alma, dio espíritu a esa otra; y esta dio las mismas leyes, la misma concienciación y la misma personalidad a la otra célula.
¿Ha quedado claro?
Eso lo siguen haciendo ustedes todavía: cuando fecundan a la madre, fuerza creadora, como seres, entonces ¡es tanto lo que dan a la madre!
Pero también la madre ofrece la posibilidad, da su personalidad, da la fecundación, abre el templo y el óvulo acepta la creación.
Conferencias 2, 1951
La fusión tomó algo de tiempo:
A medida que..., ahora esas células son una sola, y eso fue así durante algún tiempo.
Esa fusión en una sola se produjo..., se produjo para la tierra a partir de la fecundación hasta el estadio final, que es, por tanto, el nacimiento.
Eso también volvieron a ser eras, no fue así como así, porque esta vida fue creciendo hasta convertirse en una sola —¿ven?—, creció hasta ir uniéndose.
Conferencias 2, 1951
Ambas células segregaron algo de sus propias vidas y se lo dieron la una a la otra, por lo que surgió una vida nueva de estas dos fuentes:
Esta pequeña célula desde esa luna, esa vida lunar, ese globo astral, plasma divino, llega a ver y vivir una entidad propia y se entrega: llega vida nueva, llega una separación por esa célula, esa célula determinada entrega algo, la otra también, y ahora recibimos vida nueva de dos fuentes, originada desde dos fuentes.
Conferencias 1, 1950
En la tierra llamamos a esto “padre” y “madre”:
Una célula recibe la vida de otra, ambas son de una sola fuerza y concienciación.
Para la tierra son: el padre y la madre.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
Pero en la tierra todo se ha densificado millones de veces:
De modo que esta célula es millones de veces más etérea.
¿Me permite que le haga una rápida comparación con el actual estadio como sintonización con Dios? ¿Siente y sabe usted que el esperma humano se ha hecho millones de veces más denso? ¿Y que para las leyes de la revelación divinas, para la paternidad y maternidad, posee una conciencia sin precedentes?
Las máscaras y los seres humanos, 1948
Gracias a la escisión, las células vivieron el momento máximo de dar a luz y crear:
De modo que cuando comenzaron las primeras células, esas primeras escisiones —es lo que eran, entienden, porque esta vida adquirió conciencia—, cuando comenzó esa vida —tenía que hacerlo como fuera—, cuando esa célula vivió la conciencia de esa ley, o sea, alumbramiento, el último momento de todos, entonces esa célula viviría lo mismo que había sucedido en ese macrocosmos, ¿no es así?
Porque esa célula nació a partir de esa fuente, y tiene luz, es vida, es alma, es espíritu, es padre, es madre.
Así que empezamos a ver el microcosmos, la existencia embrionaria para el ser humano en las aguas.
Esa célula lo tiene todo.
Este punto, este puntito, esa célula lo posee todo de la Omnifuente.
Conferencias 2, 1951
Las primeras células etéreas solo segregaron una nimiedad de sí mismas:
Una insignificancia de esta vida se separó para la otra, y ahora esas dos células se desprendieron con fuerza.
Conferencias 1, 1950

Los primeros niños

Primero las dos escisiones estaban unidas.
Empezaron a crecer y después se separaron en dos células separadas:
Y entonces —eso lo saben ahora—, entonces se escindió aquella célula, se juntaron dos células, porque en aquella está la paternidad y la maternidad, y después esas celulitas hicieron... shupp, una junto a la otra, se quedaron pegadas, eso duró un ratito, se encapsularon, así, y entonces hubo crecido plenamente y se soltó; y así surgió aquí una nueva celulita.
Por aquella vida y esta.
Y entonces se puso a crecer, hicimos la transición —entienden, ¿verdad?—, llegó el morirse para la primera célula y eso fueron nuestros hijos, pero aún estaban unidos el uno al otro.
¿Y qué ocurrió después?
Empezaron a crecer y se escindieron, el de usted y el mío.
Se escindió y se convirtió en dos células, suya y mía.
Preguntas y respuestas 3, 1952
Solo se separaron después de un proceso de crecimiento, como ahora en la tierra el niño nace después del embarazo:
Llegó el estadio final, esa separación volvió a dividirse por sí sola, exactamente como ahora todavía en la madre, cuando el niño, después del proceso de crecimiento, da unos golpecitos dentro de la madre, por su cuenta y a tiempo, y dice: “Abre la puerta, quiero nacer, estoy listo”.
Y entonces recibirá los primeros suaves gorjeos de la nueva vida, y allí fue un suave suspiro.
Conferencias 1, 1950
Después de la separación del fruto, nacieron entonces dos niños de las dos primeras células:
De esas primeras dos células han nacido ahora, por tanto, dos criaturas, son las nuevas células.
Conferencias 2, 1951
Cuando las células infantiles hubieran crecido y quisieron pasar a la reproducción, les faltaban algunos gramos de sensibilidad para poder dividirse:
Y ahora llegamos a ver —estas sí que son adultas—, y ahora llegamos a ver que también estas células se densificarán.
Y ¿qué es lo que viene ahora?
A estas células, a estas dos células, pues, les falta algo, ¿lo sienten?
Les faltan equis gramos de sentimiento como entidad, que poseen ese padre y esa madre, esas primeras células, por su propia fuerza.
Así que eso se convierte en ser humano, basta para llegar a ser más adelante ser humano.
Pero esa célula, esa vida, se junta ahora y se ha densificado —escuchen bien— y ahora va a crear y a dar a luz.
Y crear y dar a luz es la vuelta al comienzo de la creación.
Conferencias 2, 1951

La primera muerte

Después de la reproducción, las células todavía siguieron viviendo un poco:
Mis hermanas y hermanos, esta célula, estas células se disuelven porque la vida —la primera muerte, esta es la primera vida, pero ahora esa vida se completó— todavía vive aquí un poco más, se libera.
Esa vida prosigue, se disuelve, y ahora verán todavía un poco ese deambular, ese desfogarse de aquella célula.
Conferencias 2, 1951
En la primera vida, el tiempo después del acto de creación duró solo muy poco:
Bien... seguimos viviendo otro poco en la luna.
En esos primeros grados fue una milésima de segundo y ya nos habíamos dilatado, ya habíamos muerto, se había terminado nuestra vida.
Allí ocurrían esas leyes, pero debido a que hemos recibido más conciencia, ese proceso de seguir con vida dura un poco más.
Atravesamos las aguas volando, lo hemos sentido, ¡por fin!
Hemos llevado a cabo nuestro acto de creación, nada puede ocurrirnos ya, continuamos.
Conferencias 1, 1950
Este tiempo después de la reproducción se ha ampliado:
Debido a que esta vida celular se entregó, perdió esta existencia material, pero también esta vida se dilata y se ampliará.
Así que significa que más adelante esta misma chispa seguirá poseyendo vida, o sea, que pervive un tiempo más.
La criatura de la madre tierra conoce esta ampliación, ¿verdad?, ese ser seguirá viviendo después de la creación, para de todos modos morir más adelante, que no es una muerte y que se nos revela aquí.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
Así se completó la primera vida:
La muerte es ahora el acabamiento total de esa vida.
La muerte para el embrión y más adelante como ser humano en la tierra tiene el deseo de ser despertar y nada más”.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
El alma procesó su experiencia después de la muerte:
La primera muerte fue la vivencia, la entrega de fuerza creadora y de principio de alumbramiento.
Cuando hubo ocurrido eso, cuando hubo pasado, esa célula volvió a sumergirse hasta la nada; no, hasta lo anterior para prepararse para el nuevo estadio, no hacía falta más.
Todo lo que la vida recibía allí era experiencia.
Conferencias 1, 1950
Debido a que las almas han vivido la reproducción y después se hayan retraído de la célula, no se encontraban en un punto muerto:
Así que estas dos células han llevado a cabo una sola tarea, se han dividido, por lo que podrán comenzar, sin embargo, una nueva vida.
Si no hubieran sido capaces de esto, entonces ya constaría aquí que esto sería el final para esta existencia, y entonces tendríamos que aceptar un punto muerto, pero continuamos, accedemos al mundo astral para prepararnos para el siguiente nacimiento.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
Hacía falta morir para poder volver a nacer:
Así que si en el primer estadio no se hubiera producido la muerte después de la reproducción, o sea, la fecundación, entonces ya habría llegado allí el final y la vida se habría visto privada del nacimiento.
¿Te queda claro ahora, André, que es necesario morir y que significa volver a nacer?
El origen del universo, 1939
La muerte es la vivencia del final de un grado vital:
Cada estrella, cada planeta, vida de flores y plantas, agua y aliento vital, evoluciona, pero por medio de la muerte, porque morir no es más que evolución.
Es vivir el final de un grado de vida.
La cosmología de Jozef Rulof 1, 1944

El mundo de lo inconsciente

Después de su muerte, las primeras células entraron en el mundo de lo inconsciente:
El segundo fundamento es que (la vida interior de) la célula ha podido liberarse, llega al mundo de lo inconsciente y descansa allí; pero se vuelve a hundir hasta la nada, hasta el todo, hasta el estadio anterior, la Omnifuente.
Así que esa célula vuelve a la fuente, por la que y desde la que esa célula ha empezado con la vida.
Conferencias 1, 1950
Todavía no había un más allá consciente, porque estas almas aún no habían alcanzado ese estadio consciente:
La luna comienza; surge verdadera vida celular y esta vive un estadio definitivo, que entonces para ustedes en la tierra como seres humanos es la muerte, que no hay.
(La vida interior de) esa célula entra en el mundo de lo inconsciente, un mundo que no puede ser consciente, porque esta vida celular tiene que aceptar un proceso de reproducción.
Esa vida celular tiene que experimentar una evolución para llevarse a sí misma al estadio humano; ¡todos son fundamentos!
Aún no hay un mundo astral consciente, lo conoceremos solo después.
Conferencias 1, 1950
Solo cuando el alma como ser humano ha vivido su ciclo para la tierra, entrará allí en el más allá consciente:
“Eso, hermano míos, es por lo que ya aquí podemos constatar que se creó un mundo espiritual y astral.
Que algún día, el alma tendrá que experimentar ese mundo astral.
Que algún día, ella como ser humano habrá alcanzado ese grado de vida consciente.
Ese mundo, pues, para la vida embrionaria, es ahora el mundo para el renacer.
A ese mundo lo llamamos, o sea, en nuestra existencia consciente, el mundo de lo inconsciente.
Es decir que el alma ha vuelto para morir, lo que es la preparación para la siguiente vida.
Pues bien, si entramos a la esfera de la tierra, nos conectamos con las leyes que ha de vivir el ser humano en la tierra, entonces tampoco esa posibilidad habrá cambiado en nada y significa que también el ser humano volverá al mundo de lo inconsciente para prepararse para el siguiente nacimiento, pero sabemos también que poseemos el más allá consciente.
Y esa es la liberación de la madre tierra, ahora el alma como ser humano ha completado su ciclo para la tierra.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
Si todavía no hemos completado nuestro ciclo para la tierra, después de nuestra vida en la tierra iremos al mismo mundo de lo inconsciente como las primeras almas en la luna:
Así que ese mundo del renacer es tan profundo como todos los planetas sin excepción que hayan vivido ustedes y como los sistemas solares surgidos para este universo.
Usted regresa, ese mundo es tan profundo que volverán hasta el primer instante de todos, cuando lleguen a ese instante de la primera de todas sus vidas embrionarias en la luna; si llegan allí un poco más allá, si se hacen más etéreos, darán un paso hacia atrás.
Preguntas y respuestas 5, 1950

La primera reencarnación

Para poder empezar una nueva vida como célula, las primeras almas tuvieron que abandonar su estadio adulto y aceptarse a una célula más pequeña como estadio inicial.
También en la tierra sigue valiendo lo mismo para el alma humana que se reencarna:
Y ahora decimos nosotros, ahora escribimos en ‘La Cosmología’, todavía no lo escribimos en ‘Una mirada en el más allá’, sino en ‘El origen del universo’: esa alma, ese núcleo, regresó a la vida embrionaria.
Pero ¿por qué?
¿Por qué?
Así que, ¿cómo puede hacerlo esa alma que, digamos, posee un espacio, una chispa? Pero esta aún es espaciosa en comparación con el contacto anterior al nacimiento, ¿comprenden lo que quiero decir?
¿Cómo, pues, es capaz de...?
Les muestro el funcionamiento del alma, del espíritu, de la materia, del espacio y de todo: ¿cómo es posible, pues, que esa alma se retire?
¿Va por sí sola?
¿Qué ocurre ahora?
¿Hay una unión?
¿Qué fuerzas devuelven esa alma a lo embrionario?
Porque esa alma era adulta, ¿verdad?
Esto es allí, esto fue aquí, es un estadio adulto, y ahora esa alma es adulta en ese espacio y tiene que volver al nacimiento.
Porque si esa alma, esas primeras dos almas, si quieren volver, entonces es que tienen que volver a esa sintonización.
¿Y acaso no vuelve a empezar también en usted, en la madre, para estos tiempos, para el actual estadio, el alma como estadio embrionario?
Vean, en esas leyes, en esas explicaciones no ha cambiado nada en el universo, son leyes divinas.
Conferencias 2, 1951
Las primeras almas esperaban en el mundo de lo inconsciente para reencarnar:
Ahora mueren las primeras células, acceden al mundo astral y allí esperan hasta que su vida creada sea adulta para que sean atraídas por esa vida, y puede comenzar el segundo estadio como el renacer.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
Cuando las células infantiles hubieron alcanzado la edad adulta y pasaron a la reproducción, les hacían falta sus padres para alcanzar por completo el cien por cien para el alumbramiento y la creación:
Esas células, pues, hijos, tienen las mismas fuerzas y leyes, tienen el mismo sentimiento que posee la Omnifuente.
Y la nueva vida tiene que parir y crear, tiene que representar esas mismas leyes, tiene que experimentar ese mismo empuje.
Y eso va creciendo, esas vidas llegan a la unión.
Pero ¿qué ocurre ahora?
Esto es, este es el momento para la creación divina.
Si entienden esto bien, entonces tienen las creaciones divinas debajo de su corazón.
Este es el instante de importancia esencial, de sentir y pensar divinos, de esto se trata todo ahora, de este preciso instante...
Si Dios —escuchen bien ahora— cuando la Omnifuente al cien por ciento se...
Lo tienen que aceptar, pues el nacimiento ocurrió al cien por ciento, una ley divina que se vive al cien por ciento, ese es el estadio definitivo.
Cien por ciento, es una palabra terrenal, pero esa ley se ha vivido hasta el final.
Este es un grado, así lo llamamos, y lo verán en las creaciones, un grado de conciencia.
Así que esta conciencia embrionaria definitiva empieza a crear y parir en el segundo estadio, en una nueva vida, para algo nuevo, para una nueva evolución.
Y puesto que ahora esto tiene que ocurrir al cien por ciento, ¿no es entonces natural que esa otra esencia, que se ha liberado en ese estadio anterior de hace un momento, tenga que participar en la vivencia de generar esto? O a la misma creación le faltaría algo, y esta entidad no poseería la fuente general para sí misma.
¿Está claro?
Ahora retengan esto.
¿Qué tiene que ocurrir ahora?
Esa alma, esas dos primeras almas, esas partículas de ese primer estadio, esa primera vida que han tenido que aceptar, que han tenido que experimentar esa evolución —digamos, mejor, esa muerte, esa muerte natural—, esas vuelven ahora.
Tienen que volver aquí y ahora esa vida es absorbida, atraída.
Lo ven, no hay interferencia, pero retengan esto un momento.
Aquí no hay interferencia, esta alma ha de volver y ha de unirse con aquello que esta vida haya dejado atrás en el mundo material.
Conferencias 1, 1950
Los padres volvieron a sus hijos, porque era su propia alma, su propio espíritu, su propia escisión:
Ahora que esas dos células son adultas —retengan esto bien: llegan a ser adultas— y que está presente el empuje, llegan desde el espacio, naturalmente, esas otras dos células, de vuelta a la tierra, de vuelta a ese sol, y tienen que ser atraídas por la parte predominante de esta célula.
¿Lo comprenden?
Así que esas dos primeras células regresan a la primera de la que formaban parte.
Son sus vidas.
Es su corazón, su alma, su espíritu, aún no es luz, sino que es materia de su sangre.
¿Lo comprenden?
Así que tienen que regresar si quiere poder tener lugar esa creación al cien por cien, porque forman parte de ella.
¿Ha quedado claro ahora?
Su lugar está cerca de esas dos chispas; o, si no son capaces de ello, si no se produce esa unión, no pueden regresar a la tierra ni a la luna, y no tendrán esas chispas alumbramiento ni creación: algo nos falta.
Y no es posible, madres, parir con las fuerzas mediadas.
Esos dos seres regresan —fíjense ahora—, son uno solo.
Pero en el instante en que esas células llegan al empuje y casi se dejan la una a la otra en la sombra —es una ley, ven, ese alumbramiento tiene que tener lugar, contienen esa fuerza creadora, esa alma infundida, ese impulso—, la pequeña célula tiene que hacerse adulta sola y entonces tiene lugar esa tensión, ese infundir alma, este ser uno, esa paternidad y maternidad.
Es la ley divina para dar a luz y para crear.
Conferencias 2, 1951
Cuando las primeras almas descendieron en el fruto de sus células infantiles, tuvo lugar la primera reencarnación:
Así que ahora esas almas regresan a medida que aquellas células se desarrollan; regresan y tienen que hacerlo porque la creación pervive y esa conciencia está presente.
Así que esas células llegan exactamente a —¿a dónde?— donde se dio esa secreción.
Así que ambas vuelven a estar en esas células y ahora llega el contacto.
Esas dos criaturas ya están juntas, pero aún no consiguen llegar a la creación y el parto, primero tienen que llegar a la adultez.
Y ahora esas chispas son adultas y entonces esa alma, esas primeras dos almas descienden en esto.
Y cuando se produce el primer contacto este templo se cierra, y entonces ha comenzado el segundo nacimiento, la reencarnación.
Eso aún lo están viviendo ahora, o sea es para el ser humano.
Es el renacer, es el nacimiento, así que aquí se desarrolla la paternidad y la maternidad.

Conferencias 2, 1951
El fruto de las células infantiles se componía de dos partes, porque cada célula infantil dio una parte de sí misma.
Cuando el fruto hubo crecido, pudo volver a dividirse en las dos partes de las que se componía:
Ahora van a dividirse, ahora obtenemos eso de la división.
Así que aquí está todavía, y esto de aquí sigue siendo aquello (tablero).
Así que lo que nos damos se convierte en una célula.
Entonces nos vemos ante el proceso mortuorio de esas dos primeras células, es el primer ego humano.
Y es que eso también está, tiene que dividirse, se divide.
Esa parte de ella y de él —o de dos entes femeninos, da igual, aún no tenemos una paternidad y maternidad independientes— se divide, porque esas partículas, esas dos partículas se desprenden, se convierten en una célula.

Y al haber dos secreciones se puede dividir esa célula y ahora vemos esto, ¿verdad?
Es lo que aparece después de un tiempo.
Conferencias 2, 1951
Así, de las células infantiles provinieron finalmente también dos células, y las almas reencarnadas pudieron comenzar su segunda vida independiente:
Pero ya comprenderá usted que hay dos chispas, dos almas de esa secreción, ¿verdad? No fue una sola secreción, fueron dos.
Eso fue creciendo a formar una sola, pero volvió a escindirse, se dividió y ahora vemos esas dos chispas, dos embriones.
Conferencias 2, 1951
En la tierra se puede comparar con unos mellizos:
Si en ese instante le da usted a la madre su donación, ¿qué ocurre entonces?
De una sola célula pueden nacer dos, verdad, pueden ser mellizos, pero habrá una nueva vida.
Conferencias 2, 1951
También las células infantiles habían completado su vida por medio de la reproducción, y entonces pudieron morir:
Estas dos vidas vuelven a dividirse.
Tienen que dividirse, dan algo de ellas mismas; esto es lo que sale de allí, o sea, una nueva vida.
Estas se van, verdad, también mueren.
Son los hijos quienes mueren ahora, ¿verdad?
Conferencias 2, 1951
Las almas de esas células infantiles entraron al mundo de lo inconsciente y más adelante reencarnaron en el fruto de sus hijos:
Esas primeras están ahora, en cambio, allí; o sea, los hijos viven ahora en el mundo de lo inconsciente, el mundo del renacer.
¿Ha quedado claro?
Y esas son atraídas a su vez por estas y entonces llegan a tener su segunda vida, esto; las otras, su segunda muerte.
Conferencias 2, 1951
Así, todas estas almas tenían que encargarse de su propia reencarnación al dar a luz a criaturas que a su vez pasaban a la reproducción, por lo que volvía a liberarse un cuerpo en el cual reencarnar:
Bien, así que ahora tenemos siete... cada vez vamos a vivir aquí la muerte y la vida.
¿Pueden hacerse una idea?
O sea, morir de nuevo, volvemos a ir al mundo astral, espiritual, el mundo de lo inconsciente, el mundo para el renacer.
Somos atraídos por la criatura que hemos creado —verdad, son nuestros hijos— y eso solo significa que tengo un alma, un cuerpo para regresar, y esa otra célula también.
O sea, dimos algo de nosotros mismos para también poder volver a la luna material, que aún tiene que ser materializada, a esa fuente.
Conferencias 2, 1951
Al dar a luz, las almas se encargaban de que más adelante pudieran ser atraídas nuevamente:
Somos atraídos al dar a luz.
Y si no alumbramos, ¿es posible entonces que me vea atraído —o que ustedes se vean atraídos— de regreso a la nueva vida?
¿Es posible eso?
Conferencias 2, 1951
Así, el alma misma ha creado su reencarnación:
“Eso es lo que importa, hermanos míos, ese es el acontecimiento esencial para el alma.
Porque juntos hemos alumbrado y creado vida nueva.
Esa ley, pues, o sea, esta unión, nos da la posibilidad de continuar más adelante nuestra propia existencia dentro de la vida material.
Lo que quiere ahora el ‘Omnigrado’ divino es que analicemos estas leyes con claridad, para que el erudito de la tierra no pueda volver a escudarse tras sus preguntas, tenemos que analizar claramente para la Universidad de Cristo que el ser humano mismo ha creado su reencarnación, su continuación.
Tenemos que dejar constancia de que forzosamente tiene que haber reencarnación, o la vida —ya lo hemos seguido— ya estaría aquí en un punto muerto.
La vida, pues, que nació por medio de nuestra unión, de nuestra propia división, tendrá que atraernos, porque pertenecemos a esa vida.
Así que es nuestro grado de vida, y no otro, el que tiene que atraernos en el momento de la división, porque pertenecemos a ese núcleo, a ese estadio.
Y eso, pues, es el renacer que aquí ya se ha convertido en una entidad y que ya se le puso en las manos al alma como ser humano —para aquí la existencia embrionaria—, y que para la luna ya se le puso en las manos al ser humano.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944

Maternidad y paternidad

Al principio, cada célula seguía siendo padre y también madre:
Pero nos limitaremos aquí un momento a estas dos primeras células.
Y esto todavía es, pues, hermanas y hermanos míos, paternidad y maternidad inconsciente.
¿Lo entienden?
Esto es paternidad y maternidad, desde luego que sí, pero, a ver, ¿quién es padre y madre?
Lo son ambos, ¿lo comprenden?
¡Ambos lo son!
Conferencias 2, 1951
Primero, la célula solo vivía la división, un proceso de reproducción:
Una de ellas todavía no tiene conciencia creadora, la otra tampoco, pero solo ha nacido una división, un proceso de reproducción.
Ya lo ven: en esencia, esa célula posee, no obstante, todo lo que también el espacio ha llegado a conocer, por lo que se ha originado también el espacio, por lo que nosotros vimos a Dios como luz.
Esa célula, pues... estas dos células dieron algo de esa vida propia, por ese roce.
Conferencias 1, 1950
También en el caso de la división cósmica todavía no existían la maternidad y paternidad por separado:
“Lo que percibo, mi maestro, es que estas células solo poseen la vida dentro del primer estadio, y que la paternidad y la maternidad aún han de despertar.
No percibo ni veo nada más”.
“Eso es precisamente, hermano mío, porque esas leyes vitales aún han de nacer.
Pero ¿por medio de qué, maestro Zelanus, se puede percibir únicamente la vida?”.
“Su pregunta me conecta con el espacio, el universo.
Usted me conecta con el instante en que este universo se desgarró y Dios se dividiría, o sea, que también la luna tenía que empezar con su tarea todavía, aún no había conciencia paterna o materna”.

La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
La maternidad y la paternidad se convirtieron en entidades por medio de un proceso que duró siete eras:
Pero eso aquí ocurre cinco veces, seis, siete.
Eso continúa hasta el millonésimo estadio, señor, amigo mío.
Pero en estos grados, en estos primeros siete grados...
Ahora llegamos a tener siete grados de desarrollo, siete eras llegaron a experimentar estas dos células como padre y madre.
Pero entretanto llegan a estar entre el tercer y cuarto grado, y eso fue para la Omnifuente...
Es difícil ahora, ¿ven?
Para eso hay que sentarse en casa y tomar entre las manos los libros.
Eso, sin embargo, es difícil, porque ahora les tengo que desde este primer estadio..., el tercer y cuarto grado para el nuevo nacimiento..., tengo que regresar a la Omnimadre, y quiero explicarles el funcionamiento de cómo se densificó la Omnimadre —y entonces seguiremos esos estadios y aquí los vuelvo a ver— y la posibilidad de dónde se pudo liberar la paternidad y la maternidad y donde la maternidad se hizo una entidad, igual que la paternidad.
Y eso es complicado, pues, porque para eso necesito diez conferencias, solo para este pequeño instante.
Diez conferencias, veinte conferencias, para ese instante en que la paternidad se escindió de la maternidad, en que la paternidad se hizo una entidad.
¿Comprenden lo que es una entidad?
Es, por ejemplo, alguien, un ser humano, un padre, y se ha hecho una entidad creadora para Dios, y esa es la entidad maternal.
Basta con que miren en la naturaleza, todo tuvo que vivir un espacio, un alma, un espíritu, pero también un mundo, una esfera, una entidad.
Esa es la propia posesión de ustedes.
Conferencias 2, 1951
Después de siete vidas, el alma llegó a tener en sus manos la paternidad y la maternidad conscientes:
Cuando hubimos vivido la paternidad y la maternidad, o sea, después de haber completado siete vidas para la división, se manifestaron estos rasgos divinos e hicimos despertar la luz interior y por tanto divina.
Hemos vivido siete vidas, es lo que digo y lo que vemos, antes de que como esa entidad tuviéramos en manos la paternidad y también la maternidad conscientes.
Después de haber vivido la paternidad y también la maternidad, adquirimos más espacio, más conciencia, nuestra vida duró un poco más, y ese tiempo fue solamente para volvernos internamente conscientes.
Nuestra vida se dilata.
La cosmología de Jozef Rulof 5, 1944
En el séptimo grado, una célula era conscientemente madre y la otra, conscientemente padre:
Entonces verán que de ese alumbramiento sale una nueva luz, así que la fuerza paternal sigue creando.
Y eso es la nueva transición, y esta vida también lo experimenta, y despierta la paternidad y maternidad de esas dos células para la entidad como madre.
Así que en el séptimo grado hay una célula que es conscientemente madre y otra que es conscientemente padre, porque eso también pasó en el universo.
Conferencias 2, 1951

Almas gemelas

Las almas gemelas son dos partes independientes de un solo conjunto:
(Alguien en la sala): Entonces son dos vidas las que nacen, ¿no?
Llega a haber dos almas... (inaudible), ¿verdad?
Bien, buena pregunta.
Bien, ese cuerpo está atado a aquello.
Miren, ya quiero empezar a tratarlo.
Esto es, pues, ahora sabemos: Dios es luz, todos lo retienen, ¿verdad?
Así que esas células tienen las propiedades divinas, pero aquí hay vidas mellizas, mellizos, dos partes como una entidad propia, como alma y espíritu, y eso, pues, lo llamamos almas gemelas.
Significa: él, una sola chispa dio algo de la vida, ella también, y de eso salió nueva vida, de modo que el ser humano creó su propia alma.
La parte con la que aquí también hemos vivido el ser uno, eso ya no lo pueden dar, jamás de los jamases, a nadie en el espacio, porque aquí formamos parte de la división divina.
¿Lo entienden?
Esto es todavía crear y alumbrar de forma divinamente consciente.
Ocurre desde el pensamiento, sentimiento y la conciencia directamente divinos, omnimaternales.
Conferencias 2, 1951
Aquí, un alma gemela no había avanzado más que la otra:
Si sigo un momento estas vidas, pues, mi maestro, me llegan esta visión y esta experiencia desde el ‘Omnigrado’, nos veo a nosotros mismos como ‘almas gemelas’, cuyas leyes llegaremos a conocer más adelante.
Estas son, pues, almas de un solo grado de vida, son como una sola vida, tienen un solo sentimiento y conciencia.
Una chispa no ha avanzado más que otra, pues, porque no es posible, ¡forman y representan esta unión!
No obstante, ambas vivieron su ‘muerte’, su continuación, el acceso al mundo del inconsciente y allí se preparan para volver y continuar con la vida material, por lo que ahora nosotros vemos los siete grados de vida delante de nosotros.
Este estadio significa, por tanto, que estas chispas vivieron la primera vida de todas.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
De esos millones de células, solo un alma llegó a mi vida:
Y ¿ahora con qué nos encontramos?
De esto han nacido dos almas; ya lo saben, son millones, pero estas dos almas las retenemos, es la nueva vida.
Y estas también llegan a ampliarse, a despertar y conviven con millones de células.
Estas almas, estas dos chispas, estos embriones llegan a la adultez.
¿Está claro?
¿Pueden verlo?
Llegan al estadio adulto, estas, y tienen que hacer lo mismo que lo que pudieron hacer estas (tablero), lo que supieron hacer el padre y la madre: dar a luz y crear.
Ahora llegan aquí y viven hasta...
Dirán ustedes que en la tierra —porque puede saltar de inmediato al estadio de ustedes— y preguntarán: ¿Por qué no me quiere aceptar mi mujer, y por qué no mi marido?
¿Por qué tengo semejante amargada y por qué tengo una persona tan tormentosa y por qué me golpea y me pega y me gruñe?
Son los rasgos del carácter.
“¿Está esa alma conmigo?
¿Me corresponde esa vida?
¿Cuáles son los grados del matrimonio?
¿De verdad que Dios me dio esa vida?”.
Se debe a..., nació en la luna en el estadio embrionario.
Escuchen bien: estas dos células aquí están conectadas con millones más y rodeadas de millones más, ¿no es así?
Pero ¿qué célula de esas otras ha vivido ese contacto interior, divino, espiritual?
Es aquella en particular, esa es la que sale, porque viviré el roce, la creación con el alma, con la chispa nacida de mí.
¿Lo comprenden?
De modo que de esos millones de células solo hay una que llega a mi vida, porque mis padres ya pusieron mis fundamentos antes de ese ser uno.
Eso es infalible, es una ley infalible para el alma, para el espíritu.
Conferencias 2, 1951
Las almas gemelas estaban en armonía hasta que empezaron a pensar humanamente:
Aquí la célula da a luz para sí misma y la demás vida que goza con ella de esta unión, y se produce esa evolución y esa división divinas.
Esas son ahora almas gemelas, vidas de un solo grado y conciencia, continúan, se mantienen en armonía, hasta que empiecen a pensar humanamente y comiencen con esa destrucción, por lo que surgieron todos esos miles de estados disarmónicos, ante los que se encuentra ahora la criatura de la madre tierra y que se le han dado a vivir.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
Después de habernos conectado con otra alma que nuestra alma gemela accedimos al caos humano:
Pero aquí la célula humana es predominante.
Así que hemos recibido la primera muerte, el segundo nacimiento, la entidad antes de la muerte, ¿verdad?
La muerte es..., el estadio adulto resulta que no es otra cosa que dar a luz y crear.
Hemos recibido las almas gemelas aquí, ¿ven?
Aquí es donde pueden ver ustedes la secreción de la vida; de modo que cuando el ser humano habla de almas gemelas es como decir: ¿dónde vive —o sea, para la tierra— mi vida como mi mujer o mi marido?
Aquella parte mía que di siempre y para la eternidad por medio de mi vida, mi alma, mi espíritu, mi amor, ¿dónde vive esta vida ahora?
Y si el ser humano en la tierra no hubiera comenzado con la disarmonía —¿comprenden?—, entonces en la sociedad solo habría habido una felicidad paradisíaca.
Pero desde la selva, cuando empezamos a pensar humanamente, nos hemos ido metiendo con otra vida, otro grado de vida, una de millones de chispas que había allí.
Y esa vida nos pareció divertida y bonita, llegamos a ser uno y entonces entregué algo de mi entidad, de mi yo divino, a otro grado.
Porque esa vida es mía, la di yo, la construí por medio del nacimiento, del renacer.
Ambos hemos empezado con nuestra primera división.
¿Cómo podemos dar a cualquiera y dividirnos?
Ya lo habrán comprendido: ahora estamos adentrándonos en el caos humano, social.
Conferencias 2, 1951
Pero algún día, nuestra alma gemela volverá a nosotros:
Y esa parte, un cinco por ciento, les dio otra chispa en la luna, en ese primer instante.
Y esa parte algún día regresa a nosotros.
Y entonces esa parte tendrá: carácter, sentimiento para el arte y las ciencias, da igual, pero entonces uno sigue teniendo personalidad.
Entonces tiene...
Y allí, en esa profundidad, en ese subconsciente, a más profundidad todavía, es la fuente que es todo, y allí, pues, vive su parte.
Y a eso se le llama, por tanto, alma gemela, vida gemela.
Usted dio una chispa de su vida, y le fue devuelta.
La dio a esa otra chispa, y esta se la dio a usted, y así es como llegó a haber nueva vida, una nueva chispa.
Preguntas y respuestas 6, 1951
Las almas gemelas nacieron de una misma fuente:
Pero en la luna —acabamos de tratarlo— éramos división y división, esencia divina como embrión, y unas vidas daban a otras.
Y a partir de lo que yo daba y de lo que ustedes daban han surgido nuevas vidas.
Y eso, pues, es el núcleo propiamente dicho que me corresponde a mí y a ustedes, por lo que nos hicimos padres y madres.
Eso, pues, son esos estados gemelos.
¿Podría decirse “almas gemelas”?
Sí, almas surgidas a partir de una sola fuente, de una sola célula.
De dos células, se juntaron, porque querían densificarse, y entonces dimos algo, algo más, y se convirtió en algo nuevo... se segregó, y era una sola célula, y se desgarró, se dividió, así que una parte de mí y una de usted, era mi nacimiento y a su vez el de ustedes, que nos volvieron a atraer.
Preguntas y respuestas 3, 1952

De la conciencia embrionaria a la cósmica

En el primer planeta, nuestra conciencia seguía siendo embrionaria:
Esta chispa de Dios, nacida por tanto por medio de la ‘Omnimadre’, que aquí ya recibía una entidad, para la que viven ustedes como seres humanos, ¿pueden aceptar ya que lo haya recibido todo desde la ‘Omnifuente’ para representar esa ‘Fuente’?
¿Dónde fue que surgió la ‘voluntad’ humana?
¡Aquí mismo, en la luna!
Fue aquí también donde nació la personalidad, pero como conciencia embrionaria, así que ¡no en la tierra!
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944