Jesucristo -- Fuentes

Textos primarios de los libros de Jozef Rulof correspondientes al artículo ‘Jesucristo’.
Según los libros de Jozef Rulof.
Estas fuentes presuponen la lectura previa del artículo ‘Jesucristo’.

Cristo en el Omnigrado

Durante una noche informativa, el maestro Zelanus dice:
Cristo no es el que aseguran la Biblia, la iglesia católica y el protestantismo.
Cristo es muy diferente.
Preguntas y respuestas 6, 1951
En el más allá, los maestros llegaron a conocer a Cristo de una manera muy distinta:
Pero no hay Biblia capaz de ello, únicamente la vida de Cristo, pero como nosotros pudimos conocerlo, no como en la tierra.
La cosmología de Jozef Rulof 1, 1944
Cristo ya había vivido en la tierra antes de volver allí como el Mesías:
Por lo tanto, ustedes y nosotros recorremos el camino de Cristo.
Ustedes y nosotros entramos en Su vida cuando intentamos dar amor a toda la vida de Dios.
¿No es imponente tener que aceptar que Cristo vivió en la tierra antes de volver allí como Mesías?
¿No es precisamente por eso que percibimos con tanta fuerza que su lugar está entre nosotros, y que es nuestro Padre y Madre, nuestro Hermano y Hermana?
¿No es imponente poder decir: “Cristo construyó con los demás y para nosotros las esferas de luz, todos los edificios y templos en este lado, y los grados de vida que surgieron en el cosmos?
El latido de Su corazón es como el nuestro, y esto hace que poseamos certeza de que también nosotros algún día podremos asimilar Su luz divina.
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
Ya conocía las vidas anteriores de su alma cósmica:
Sabía, conoce absolutamente todos los billones de vidas anteriores Suyas.
Ya no hay nada en el espacio que no le pertenezca a Él.
Él es ligero, es una autonomía, se siente portado por las fuerzas y las leyes elementales del espacio.
Conferencias 1, 1950

Un camino estrecho

Los maestros han podido seguir cómo Cristo descendió desde el Omnigrado al mundo de lo inconsciente para reencarnar en la tierra:
En el otro lado, los maestros siguieron el descenso de Cristo; durante este imponente suceso se podían ver los grados cósmicos hasta en el Omnigrado.
Millones de almas vieron el regreso del maestro más elevado en el espacio.
Sabían lo que Él iba a empezar a vivir en la tierra.
Cristo cerró los ojos, delante de sus ojos se disolvió lentamente en el mundo de lo inconsciente y aceptó el estadio de chispa.
Este suceso no se diferenció en nada del proceso natural.
El consciente divino había aceptado Su viaje a la tierra, se convirtió en embrión y creció dentro de Su madre.
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
Al mundo de lo inconsciente también se le puede poner otro nombre:
Ese mundo no ha cambiado en nada; es —tal como ya les he explicado— el mundo para el nacimiento, el mundo para la reencarnación, para la nueva vida.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Cristo volvió a la tierra desde su Omniconsciencia:
“No vengo de este mundo”, dice Cristo, “vengo desde Mi conciencia”.
Preguntas y respuestas 5, 1950
En el otro lado se siente el instante —las esferas están llenas y vacías—, que llegará el instante, un suceso imponente, porque se traerá la Omniconsciencia a la tierra.
El ser humano en el otro lado mira a través de las esferas, mira en el Omnigrado y vive, junto al Mesías, que se llamará el Mesías...
Para el espacio el Mesías pretende significar: la conciencia divina.
El Mesías es un mentor, un maestro, ninguna otra cosa y nada menos.
Conferencias 2, 1951
Su renacimiento se festeja como la Navidad:
¿Comprenden este instante?
Es la fiesta de Navidad, recibir despertar, recibir amor, recibir un renacer.
Sí, el renacer de Cristo.
Pero la vivencia de ese acto, la vivencia de esa toma de concienciación, la vivencia de una sintonización divina, la vivencia del renacer que abarca todos esos espacios, eso reside en la vida de Cristo, es lo que Él quiso traer.
Cristo nace conforme a las leyes vitales del espacio —que el ser humano posee aún—, así es como nace Cristo en la tierra, en pleno verano, no en invierno.
Conferencias 2, 1951
Antes de su llegada, Moisés y los profetas ya habían puesto algunos fundamentos en la tierra:
Los fundamentos —ya se lo dije— están listos.
Se ha construido un pequeño sendero que Él pisará, pero tendrá que reforzarlo.
Desde este pantano tendrá que construir una vereda transitable por medio de Su personalidad y sabiduría, de Su contacto divino.
Conferencias 1, 1950
Él trajo el amor espacial:
Debido a que es armonía, Su vida representará el amor espacial y el ser humano en la tierra sabrá cómo se acepta ese amor, cómo se recibe ese amor cuando uno absorbe en sí un conjunto armonioso.
Todo eso lo traerá Él.
Conferencias 1, 1950

María y José

María y José renacieron para su tarea desde la primera esfera de luz:
En la tierra viven dos personas que tienen sintonización con Su grado.
Todavía viven personas que desde la primera esfera —ya se encontraban en la primera esfera— han vuelto para servir a la humanidad en la tierra, recibieron ese nacimiento y atraerían juntas esa autoridad divina.
Ahora enseguida recibirán una idea sobre de dónde han venido María y José antes de que vivieran esta gracia divina, este empuje divino.
Así constata el espacio, y pueden aceptar ustedes, que el ser humano se preparó para atraer a la Omniconsciencia, para servir y parir.
Conferencias 1, 1950
Cristo inspiró a José y María para entregarse el uno al otro:
Cuando Cristo quiso nacer —ahora vamos a la inspiración, señor— entonces envío Sus pensamientos para el nacimiento y vio a dos personas.
Entonces ya se le inspiró a José para darse.
Preguntas y respuestas 2, 1951
Así llegaron José y María a tener relaciones sexuales, el ser uno material:
Estas personas llegaron al ser uno, al ser uno material, porque también Cristo, el más consciente, lo tuvo que vivir todavía en el sexto grado en la sintonización macrocósmica.
Allí sigue habiendo ser uno, porque el ser humano tiene que vivir esas leyes divinas.
El ser humano no tiene por qué aceptar otras leyes, esto es la paternidad y maternidad espacial, esto es divino.
Conferencias 2, 1951
José y María se encargaron de la armonía:
Vemos, vivimos el contacto entre Cristo, la vida dentro de ella, entre esta criatura y María.
Seguimos a José como padre, al sentimiento servicial, a José como la fuerza creadora; acogemos en nosotros los sentimientos representados por María.
Vemos aquí a un padre verdadero.
Ese hombre, esos sentimientos, es abierto y consciente y sirve, siempre listo para acoger lo maternal.
Nunca hay desavenencias, vienen de la primera esfera.
Una sola palabra, una sola palabra equivocada del padre y la madre habría asfixiado la autoridad divina en la madre, y se habría originado una disarmonía.
La madre y el padre están en armonía con este nacimiento, con la ley material, con el empuje.
Conferencias 1, 1950
Pero para el Mesías todo fue armonía aquí, se había hecho un camino abierto.
Esas vidas estaban listas para poder acoger esa autoridad, esa conciencia de los sentimientos.
Conferencias 1, 1950
Los maestros hablaron a María durante su embarazo:
Entonces es sencillo que los maestros infundan alma a esta vida, que los maestros, el mundo astral, eleven la vida de María y la hagan ver y la hagan clariaudiente, ¿no?
Conferencias 2, 1951
Llega un silencio en esta vida en la madre...
Cuando ella vivía entre el tercer y el cuarto mes, esta conciencia habló a su yo, y ella empezó a intuir que portaba algo imponente, de lo que hablarían las estrellas.
Entra en un sentir y pensar elevados y oye voces invisibles, que sin embargo son armoniosas al oído.
Ella oye, comprende, a través de ella hablan a su vida, por medio de su propio idioma, y dice: “Será una sola con el Omnigrado.
Dará a luz a la vida, lo más elevado, lo más elevado de todo que dará al mundo una fe, que dará al mundo un Evangelio”.
Lo que en ese tiempo oyó María como madre, de eso todavía no se ha consignado ni una sola palabra, ninguna palabra ni ninguna oración.
Nadie ha podido escuchar lo que ella experimentó durante su unión con su Hijo, con el espacio.
Se le contó —la estaban preparando— que pronto contemplaría la luz viva.
Y así como todavía nace el ser humano en la tierra, estas cosas, estas leyes se han interpretado, se han proyectado estos sentimientos que se elevaban desde el Omnigrado divino y la esencia de esta vida hasta la autoridad de parto materna, para que ella pudiera comprender.
Y ahora, después de algunos meses... esa historia preliminar, la unión de madre e hijo fueron revelaciones imponentes para esta humanidad.
Pero es que esta humanidad y la humanidad de entonces no podían comprender esos sentimientos.
Se les llama ángeles, llegaron a María y le dijeron: “Mira, Él se revelará a tu vida.
Siente, Él está dentro de ti y mira qué camino tiene que recorrer para que estés preparada para enseguida poder servirle.
Para pronto poder tomarlo en tus brazos y poder decir entonces: ‘Vaya, porque has venido desde el Omnigrado divino, has venido desde la fuente divina para servirnos a nosotros, a mí y a la vida en la tierra’.
Conferencias 1, 1950
Cuando un ángel —era un maestro de este lado— le anunció a María que por medio de ella nacería el Mesías, ¡esta vida dentro de ella ya tenía unos meses de edad!
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
Y lo han vivido más madres que traerían al genio al mundo.
Han sentido, estas madres —y ahora pueden hacer su comparación material— que en su interior portaban algo glorioso, algo elevado.
Millones de madres han hablado después y en este tiempo a su... a la vida interior y estaban conectadas con esa esencia, la esencia para el arte, para la música, para la sabiduría.
Conferencias 1, 1950
Cristo despertó en el vientre maternal:
Vemos que los maestros del Omnigrado divino despiertan la conciencia, la vida interior.
Mientras que María estaba embarazada de su hijo entre el tercer y el cuarto mes, los maestros despertaron a esta vida.
Solo sintonizaron sus sentimientos con esta vida y dijeron: “Estamos aquí, maestro”.
No les hacía falta tocar a Cristo, tocar esta vida.
No hacía falta que dijeran: Vamos, elevemos esta aura.
Lo hizo esta autoridad divina, esta conciencia, por medio de fuerzas propias, pasó por sí solo, pero allí estaban.
Le hicieron sentir a Él, le hicieron sentir a esta vida que estaban allí.
Y luego llegó: “¿Me oyen y me ven?
Hablo...
Hablo a ustedes desde el templo de la madre.
Conferencias 1, 1950
Todo el otro lado siguió el nacimiento y la vida de Cristo:
Eso aconteció y ocurrió durante la unión de María y Cristo entre el tercer y el cuarto mes.
Entre el cuarto y el quinto, el quinto y el sexto llegaron nuevas revelaciones.
Y cuando nace el niño, entonces el otro lado en su totalidad —ya no hay... ya no hay mundo, o está vacío—, todo lo que vive está al lado del consciente divino y ¿lo ayudará a cargar a Él?
No, esa vida lo seguirá a Él.
Conferencias 1, 1950

Cristo y Jesús

Los maestros pueden seguir cada minuto de la vida de Cristo:
Lo hemos seguido a Él desde el nacimiento cuando aún yacía en el pesebre, cuando María estaba a Su lado, dándole de comer.
El niño, el niño divino, el divino Yo consciente necesitaba comida.
Cristo recibió alimento de la madre.
Lo hemos seguido y visto, cuando Cristo se arrastraba por el suelo y aún no era capaz de caminar.
Hemos visto como María lo envolvía, como lo limpiaba, y vimos que besaba al niño, que le daba besos, deseándole buenas noches.
Conferencias 2, 1951
Cuando Jesús todavía era un niño, Cristo ya le hacía sentir su edad:
Esta criatura empieza a percibir la edad que tiene, empieza a comprender.
Juega, pero juega de otra manera, se acuesta y contempla un espacio.
Se queda dormida, está fuera, está dentro, está en todas partes.
Cuando la madre la busca, está postrada frente a las flores... ante las flores en la naturaleza.
Se envuelve, se rodea de estos tesoros.
En ocasiones María la vuelve a encontrar, a esta vida, rodeada de aves.
Conferencias 1, 1950
Seguimos la juventud de Cristo y lo vemos de niño, un muchacho del tiempo de ustedes, jugando alborotado, y sin embargo diferente.
Durante el juego puede que de pronto se detenga para recogerse e ir a meditar, porque desde que abriera los ojos, la Animación Divina sintonizó con esta vida y así fue hasta Su último segundo en la tierra.
Los años van pasando tranquilamente.
Archives, 1945
Hablaba con la naturaleza y también con su madre por medio de su conexión de los sentimientos, algo que no comprendían sus hermanos y hermanas pequeños:
Los otros hermanitos no se daban cuenta de esta unión de madre e hijo.
Esta criatura andaba al lado de ella y mandaba los sentimientos propios a la madre, de los que la otra vida no comprendía, no sentía nada.
Había más hermanitos.
“¿Por qué”, dice uno de ellos, “mamá, eres tan una con Él y por qué a mí no puedes darme esos sentimientos?”.
Un hermano de Cristo, ¿el mundo habla de un hermanito de Cristo?
La criatura ve que esta criatura vive en el silencio del espacio.
Hay algo, sí... ¿Qué es?
La madre lo sabe, no puede interpretar estos sentimientos.
Conferencias 1, 1950
Cristo construyó su conciencia divina en los sentimientos y el pensamiento de Jesús:
El maestro supremo —del que y sobre el que los profetas han contado que la conciencia divina despertará, despertará en la tierra— ya vive en los sentimientos de Jesús.
El nombre de Jesús no significa nada más que lo que han recibido ustedes.
Su representación social tiene que efectuarse por una autonomía, o la sociedad no vería más que disarmonía.
Esta vida recibe un nombre como a muchos allí se les ha dado uno.
Pero en esta vida vive el respeto divino, la conciencia divina, que tiene que representar a la madre tierra, al principio servicial.
Y ahora despierta la sensibilidad espacial en Jesús.
Conforme va creciendo esta criatura, adquiere forma universal.
No ocurre nada, pero cuando Jesús como ser humano va experimentando un pensamiento tras otro, siente que aquí acontece el nacimiento divino.
Conferencias 1, 1950
Cuando estuvo listo para completar el conocimiento de los doctores de la ley, entró al templo:
A los doce años se manifiesta Su conciencia.
Convencido de Sus fuerzas, entra al templo y conversa con los escribas.
Los deja deslumbrados con Sus conocimientos, ya sintonizados completamente con las leyes de Su y nuestro Padre.
Habla desde Su intuición y Sus sentimientos, que ha asimilado en Sus millones de vidas, sentimientos que se hicieron Omnipotentes.
Archives, 1945
Pero la autoridad terrenal no se bajaba del pedestal:
Después de unos años llegamos a Jerusalén con el Mesías, con Cristo, y estamos ante los fariseos y los exegetas.
Ahora Cristo cuenta a los exegetas, esta vez por medio de su unión con Jesús, cómo hay que hacer las cosas y cómo pueden ser, lo que está bien y lo que se ha descrito mal, lo que se ha hecho con malas intenciones.
Ya pone al mundo ante los hechos.
Pone la autoridad terrenal ante el espacio, ante el alma y el espíritu, pero no es aceptado.
Ya se han vivido los primeros pasos equivocados, y Él ya ha tenido que aceptarlos.
En este mundo se han escrito libros que empezamos a sentir, ya los empezamos a ver; se han cometido errores.
Y lo sabemos: la otra humanidad, dentro de siglos y siglos, más adelante, describirá esta vida y dirá: ¿dónde ha recibido esta vida, dónde ha recibido Cristo Su concienciación?
Cuando en este momento los conecto con su sabiduría terrenal, hay libros en circulación —y esas personas se ven ante el cadalso espiritual, ante sí mismas— que han mancillado la vida de Cristo.
Se escribe, se habla de que Cristo ha experimentado un estudio en tal y cual lugar.
Ahora podemos aceptar, ustedes pueden vivir que esto no es así, porque la revelación divina, la conciencia divina llega con el paso del tiempo.
Cada hora da una nueva vida, un nuevo sentir, un nuevo pensar.
Conferencias 1, 1950
Cristo despertó en armonía con el cuerpo material:
Cristo, después de doce años, vive un mundo hermoso en la tierra.
Pasea por la naturaleza, habla con Sus amiguitos.
Siempre tiene una palabra hermosa, pero juega como un niño normal.
En ocasiones, siente cómo le llega... entonces hay algo que despierta, entonces se aísla.
Está... entonces se adentra en la naturaleza y vuelve a echarse cerca de las flores, habla con los animales.
Pero cuando ha asimilado todo eso, entonces llega el relajamiento terrenal del cuerpo.
De lo corporal que exige: que no sea demasiado ahora, o pronto explotarás; tenemos que poner una piedra encima de otra.
La vida se corrige por sí sola, despierta conforme los sistemas materiales, el sistema nervioso, el cerebro puede cargar más.
Ya llega la pesadez del espacio, pero la visión definitiva, el Omnigrado divino vuelve a auparlo todo en sí.
Ya ahora podemos constatar, tenemos que aceptar: esta vida despierta por sí sola.
No hace falta hacer nada, aquí no hace falta ningún maestro.
La tarea, la verdad, la armonía presente en esta vida dice: “Sal de mi vista, Yo me represento a mí mismo.
Mi yo divino despertará, llevaré Mi yo divino a la gente.
No puedo ir a la izquierda ni a la derecha, recorro un solo camino, de frente, en línea recta a esta humanidad y entonces me desprenderé”.
Conferencias 1, 1950
También tenía amigos espirituales:
Y ahora Él anda por la tierra como ser humano, como hermano, como un ser humano normal y sencillo con Sus hermanos y hermanas.
De vez en cuando saca a una criatura del espacio y pasea con Su amigo por la naturaleza.
La humanidad desconoce quiénes fueron esos, pero Él ya tenía amigos, ya tenía Sus amigos antes de cargarse en los hombros su tarea y antes de que los apóstoles se vieran ante su trabajo y su vida y su tarea.
Conferencias 1, 1950
Muchos han podido escuchar su sabiduría:
Muchos pasearon con Él a lo largo de las aguas, y entonces hablaba de cosas hermosas.
A muchos se les concedió vivir que la naturaleza era Su maestro.
Ahora todos podemos seguir estas cosas.
Allí habla a las flores y dice: “¿Dónde han nacido ustedes?
Allí de donde vine Yo ustedes poseerán una túnica más hermosa que esta.
Serán entonces irradiación dorada, poseerán la conciencia dorada, y eso significa: la omnisciencia.
Juntos seremos uno solo en sentir y pensar, y, siempre, eternamente, interpretaremos escrupulosamente todos estos espacios.
Ser uno solo en vida y felicidad, para alma y espíritu”.
Ojalá estas palabras... ojalá vieran al Cristo en eso, entonces verían al ser humano, verían al joven, verían la felicidad natural, lo juguetón, lo alegre.
De vez en cuando Él se permite reír, sonreír.
De vez en cuando dentro de Él la vida hierve y es un ser humano normal, una persona común de la tierra, con dentro de Él, en su subconsciente, el Omnigrado divino, albergando los billones de vidas que ha depuesto y para pronto llevar todo eso a la revelación.
Conferencias 1, 1950
Se preparó seriamente para su tarea:
Se une con la vida de los árboles, las plantas y los animales y sigue su despertar y crecimiento.
Experimenta la lluvia y el viento, los truenos y los relámpagos, la luna y el sol, la noche y el día, y penetra en su profundidad cósmica.
En esas horas vamos a entender el rigor con que Cristo se prepara para su cometido, y también vemos que no va más allá de lo que en ese momento podía asimilar: es una lección para ustedes y nosotros, para que tampoco nosotros nos saltemos ningún paso en nuestras vivencias.
Archives, 1945
Después de la naturaleza, empieza a sondar al ser humano:
Ahora Cristo se desprende de la naturaleza y se abre a la vida más elevada en la tierra: el ser humano.
Sigue cómo crece el hombre en la madre y cómo adquiere su figura.
Se funde en el proceso del nacimiento y vive la formación de la personalidad.
Durante semanas y meses sondea a la gente que lo rodea y sigue todos esos grados y estados de conciencia, hasta quedarse colmado del todo.
Archives, 1945
Cristo se preparaba para representar la Omnifuente:
No es posible detenernos mucho en estas escenas.
Entonces tendríamos que analizar libros enteros y escribirlos, si quieren vivir y verse ante la juventud de Cristo.
Pero cuando Él cumple diecisiete, dieciocho años y delante de ustedes tienen a un ser bello, que solo alberga amor; cuando habla la tierra, el suelo sobre el que vive y anda; y cuando cada paso que da, cantando por Su fuerza, por Su deseo de servir, toca el timbre divino del espacio y vuelve a la tierra un sonido, una sinfonía de palabras y sentimientos que todo ser humano puede contemplar, que todo ser humano puede sentir, entonces sabemos que el arpa divino está afinándose.
¿Toca la Omnifuente esta vida?
No, es un ser humano que se ha preparado para representar a la Omnifuente.
Un ser humano que está listo para traer la vida a la tierra desde el Omnigrado divino y para manifestarse allí por medio de la edificación de la armonía de este espacio para cada ley, de su materialización, su espiritualización y dando a esa ley un espacio vital para después de esto, el después de esto detrás del ataúd.
Cuando Cristo despierta en Él, cuando acepta a los apóstoles y alcanza la edad de veintiún años, cuando la sensibilidad espacial, lo masculino, las fuerzas creadoras cruzan Sus labios y cada palabra habla con más claridad, en un tono más consolador, con más universalidad, hay un temblor dentro del ser humano en la tierra, porque estas palabras, estos sentimientos nunca antes se habían interpretado.
Conferencias 1, 1950
Prosiguió su viaje cósmico:
Vive Sus nuevas vidas, Su reencarnación, Su subconsciente.
Hace un viaje que nosotros hemos hecho ahora y que pronto continuaremos, desde la luna a través de los planetas de transición.
Se hace uno solo con la madre luna, vive los estadios de pez.
Conferencias 1, 1950
Veía todas las fases vitales que había atravesado como alma:
A mí, y a los Míos, no nos quedaba más remedio que atravesar estas fases vitales.
Tuvimos que continuar y elevarnos más, porque representaríamos al Dios de todo lo que vive, a la Omnifuente.
Si Yo quería asimilar esa sabiduría, ese espacio, si quería vencer ese grado de concienciación, viviríamos como una revelación esas primeras leyes, la concienciación, el despertar para el cuerpo, el alma, la materia.
Sí, de cuerpo en cuerpo, a través de un cuerpo hacia otro recibimos la ampliación”.
Lo vive y por fin, por fin ha alcanzado la tierra.
Vuelve a estar ante el momento en que le hace falta el sol, pero en que despierta como personalidad astral.
Pregunta: “¿Dónde está la luz del sol?
Recuerdo que estaba enfermo...”.
Ahora esas visiones fluyen a través de Él.
Conoce las leyes, porque volvieron millones de veces desde el universo antes de que Él apareciera en la tierra como el Mesías.
Volvieron desde el Omnigrado divino, hacia el séptimo, el sexto, el quinto, el cuarto grado cósmico, el tercero...
De que volviera al primer instante en que empezó como vida embrionaria.
Miles de veces concluyó e hizo, con los millones de personas que están con Él, este viaje, cuyas leyes viven debajo de Su corazón.
Ahora regresa otra vez, regresa al Omnigrado divino.
Vive, experimenta el espacio.
Entra al universo con sus hermanas y hermanos y ve que establecen un contacto para la tierra.
Se conecta una esfera con otra, un grado con otro, un mundo con otro, un espacio con otro, un alma con otra, un espíritu con otro.
Y entonces está ante el momento en que se disuelve.
Entonces tiene que aceptar que entrará al espacio y que podrá prepararse para María y José.
Conferencias 1, 1950
Después de esta meditación estuvo listo:
Vuelve, despierta y cuando llega así a los apóstoles, a Sus hijos, entonces puede decir: “Estoy listo”.
Ahora ha nacido de manera divina.
Nacido para Su tarea divina.
Nacido para la concienciación divina, la justicia, el amor, el saber, la armonía... por lo que se originó todo.
Conferencias 1, 1950
Los apóstoles no comprendían que pudiera estar sin comer ni beber:
Pero ese Judas de allí y ese Pedro de allá y esos pequeños apóstoles a los que se les concedió andar por la tierra con el Mesías, con la conciencia más elevada y más divina de todas, que pudieron comer y beber con Él...
Les dio miles de pruebas.
Cuando Juan dijo: “Maestro, ¿por qué no come?
En quince días, tres semanas... ya he visto salir y ponerse el sol veinticuatro veces y usted no come nada.
No bebe nada”.
¿Qué dijo entonces?
“El alimento que tengo en mí se ha convertido en la ampliación para Mi espíritu y este es el que habla, Juan”.
Y ¿qué puede comprender Juan de eso?
Cuando se aisló durante cuarenta días...
Entonces... cuando llegaba la lluvia, tomaba dos gotas de agua desde el espacio y decía: “Una gota es como un mar de vida, ¿verdad?, porque una sola chispa representa mundos de espacios, lluvia y viento, océanos, porque soy alma de Su alma y vida de Su vida”.
Conferencias 1, 1950

Un asidero permanente

Cristo ha vencido cada célula de su cuerpo material:
Su alma, Su espíritu, Su personalidad son los que llevan y portan la violencia material, pero ha vencido cada célula, ya no hay tejido alguno que lo moleste.
Conferencias 1, 1950
Ofrece su primera conferencia:
Y entonces llegan los apóstoles.
Entonces Él empieza a pensar.
Se libera —lo vemos, lo seguimos—, se libera de la naturaleza.
Vemos su vida interior en Su rostro.
Mira a través de todo, palabra a palabra adquiere ahora significado.
Palabra por palabra —es lo que sabemos, más adelante lo oirán, las verán y oirán millones de personas que lo siguen— se nos da a vivir ahora un nacimiento divino.
¡Porque cada palabra es una ley divina!
Cada pensamiento tiene que experimentar un nacimiento divino.
Y entonces da Su primera conferencia, da a la gente Su primera palabra.
Ahora empieza a interpretar, a materializar la verdad que vive en Él, el espacio del que forma parte.
Conferencias 1, 1950
Su palabra es para todos los siglos:
Ahora les doy a oír lenguaje retórico que conecta directamente la vida de ustedes, Su vida, la humanidad con la vida en la naturaleza, pero que adquiere concienciación social, que tiene que aceptar fundamentos sociales, porque el ser humano se mantendrá en pie para los siglos venideros, para poder vencer las tinieblas, lo otro, el yo inferior, la disarmonía.
Conferencias 1, 1950
Quería dar un asidero al ser humano:
No, porque Cristo, sea como fuere, si Cristo no hubiera venido, ustedes tampoco habrían albergado ese asidero, esa bondad, ese amor, y la humanidad nunca lo habría llegado a conocer.
Preguntas y respuestas 6, 1951
Cristo habló con una certeza omnipoderosa:
Lo vemos cruzar los campos con su túnica nívea, predicando Su Santo Evangelio.
Cura en cuerpo y alma a quienes logran creer en Él y en Su Padre.
Se encuentra con amor y comprensión, pero también con ira, escarnio y maldad.
Pero bajo todas las circunstancias sigue siendo Él mismo.
Él, como Consciente de lo Divino, conoce mejor que nadie en el espacio las sintonizaciones de las personas a quienes se dirige.
También sabe que esta es Su hora y que algún día se aceptará y seguirá Su Palabra.
No habla solo para la gente de Su tiempo, también testifica por los siglos de los siglos.
Hay una seguridad omnipotente en Él y cada paso que da está calculado.
Nunca hay debilidad en Él, ni vacilación o duda, ni siquiera cuando piensa en lo que le espera: Su Muerte en la Cruz.
Archives, 1945
Los apóstoles no comprendían su conexión en los sentimientos con todo lo que vive:
Cuando Cristo vivía en la tierra, cuando iba por los pastizales con Sus apóstoles... por los trigales... de vez en cuando se detenía un momento...
Y entonces los apóstoles no lograban saber qué era lo que sentía, qué era lo que ocurría en Su vida.
Conferencias 1, 1950
Cuando me vaya a sentar, Juan, durante semanas y meses... ¿poseerás entonces la fuerza, la plena confianza de que a mí no me pasa nada?
Porque Yo no puedo estar enfermo.
Y si lo estuviera, si algo me molestara, Juan, entonces sería cosa mía y cargaría con ella Yo, y la procesaría Yo.
Seguiré con esto, continuaré con esto, de la noche al día, pero cuando tenga que hablar Mi vida, hablaré Yo, y cuando tenga que aclarar las leyes de Mi Padre, ocurrirá por sí solo.
No, Juan, cuando veas que estoy con la mirada perdida en el espacio o miro en el suelo, cuando toco la madre tierra, entonces me adentro en este universo, desciendo otra vez en aquello de donde he venido”.
Conferencias 1, 1950
Yo era uno solo con el trigo, uno solo con la madre tierra.
Daba alas a Mi alma.
Volando volví un instante al Omnigrado divino de Mi Padre.
Conferencias 1, 1950

Su Buena Nueva

El núcleo de su mensaje es sentir amor por todo lo que vive:
Trajo la sagrada conciencia divina que ustedes han llamado “Evangelio” pero que quiere ser: amor, despertar, evolución, comprensión y percepción de todo lo que vive, de cara a la espiritualización espacial.
Y eso significa a su vez: estar en un mundo donde haya armonía, estar en un mundo en el seno de millones de hermanas y hermanos, para continuar eternamente.
Siempre más lejos y más alto para alcanzar al Dios de todo lo que vive en el Omnigrado y para representarlo allí eternamente como padre y madre, en el sentido verdadero, que no puede ser más que: ¡sentir amor por todo lo que vive!
Dejen que despierte Cristo en ustedes mismos.
Conferencias 1, 1950
Es como una pintura divina:
Si un espacio, si un cielo hubiera pintado eso y lo hubieran plasmado con dos palabras al pie: “Amo todo lo que vive”, habrían recibido una pintura divina, una escena divina, espacial, a la que uno puede dirigir la mirada siempre, siempre.
Conferencias 1, 1950
Sin amor no somos nada:
Podía haber dicho, además... ahora todo lo que el ser humano ha asimilado en la vida —hablamos de arte, de escribir, de talento, de dones—, y ahora resulta que los dones, el arte, las ciencias no significan nada, porque esto nos conduce, pues, a las palabras de Cristo: “Aunque poseas todos los idiomas del mundo pero no tienes amor, no tienes nada ni eres nada”.
Conferencias 2, 1951
No solo se trata de sentir, sino sobre todo del acto concreto:
Porque este es el sistema filosófico para el acto.
Dicho de otro modo, y dicho muy humanamente: comencé a convertirme en algo con cierta dignidad.
Dejen que Cristo despierte en ustedes, conduzcan su divinidad a las esferas de luz, pero nunca pierdan de vista al Gólgota, y así sabrán cómo actuar: son mis últimas palabras en esta mañana en que hemos vuelto a reunirnos.
Conferencias 2, 1951
No reces, actúa:
El Dios llegó a la tierra, el divinamente consciente en la tierra que representa a Dios en todo, en la materia, en el espíritu, y quisieron enseñarle cómo rezar.
Es cuando Cristo, cuando estuvo listo para pensar —fueron muchos los años que pasó meditando— dijo a Sus apóstoles, a Pedro, y a Juan, y fueron palabras hermosas: “No hay que rezar por mí ni por ti mismo: actúa.
Una oración, Juan, elevada al Dios de todo lo que vive, esa sí que es la vida.
En verdad, puedes recibir inspiración.
El Dios, la vida, la Omnialma, el Omniespíritu puede infundirte alma si después empiezas con la edificación, con la materialización”.
Conferencias 2, 1951
Hacerlo termina cuando el otro empiece a burlarse:
Cuando los ciegos le pidieron llevar a cabo el milagro, después de haberse burlado primero de Él, Cristo dijo:
—Que los ciegos curen a los ciegos.

Aquí no se puede sanar, ¡se niegan los sentimientos!
Dones espirituales, 1943
Cristo todavía no podía dar cosmología:
Cristo no podía dar en ese momento una cosmología a los apóstoles, pero ya les había demostrado que con solo pensar sanaba al ser humano, al ser humano enfermizo; pero espiritualmente, interior y espiritualmente, tampoco era capaz de hacerlo.
Dijo: “Los ciegos sanarán a los ciegos”.
Dicho de otro modo: aléjense de mí porque ustedes no son alcanzables.
Conferencias 2, 1951
Cristo no quería servir a la personalidad de un solo ser humano, sino que trabajaba para la humanidad entera:
En este momento no sirvo a ningún ser humano, sirvo la humanidad, sirvo los espacios, quiero servir espacios”.
Cristo sirvió al Omnigrado divino para ustedes, para el ser humano.
Ver esta imagen, sentirla, seguirla, ver caminar a Cristo, verlo pensar, ese sentir divino para el ser humano, velar por una humanidad, por espacios...
Conferencias 2, 1951
Sabía que el ser humano que ponía en práctica su mensaje iba de camino a la primera esfera de luz:
¿Por qué fue que Cristo vino a la tierra?
¡Quien quiera vivir y representar la primera esfera está ahora ante el Gólgota!
Ahora el ser humano tiene que dar amor o no podrá acceder a la primera esfera.
La cosmología de Jozef Rulof 5, 1944
Se trata del amor universal:
Ustedes se aman —si continúo con esto, les quitaré todo y lo volverán a recibir todo—, ustedes se aman.
Dicen ustedes: “¿Cuántos asesinatos no se cometen por una mujer, por un hombre?”.
¿Cierto o no?
Unos seres humanos asesinan a otros porque piensan estar amando, a ese ser humano de allá, a ese en particular.
Y algún día tendrán que cargar ustedes el mundo entero bajo el corazón.
¿Sienten lo infantil que es nuestra gente? ¿Lo infantil que es el pensamiento en la sociedad?
Cuando la gente dice: “Oh, mi mujer, la mía” y “mi marido, el mío, el mío”, ese hombre es un ídolo.
Digo: “Pero ¿y qué pasa con los otros hombres? ¿No pueden ustedes sentir nada por ellos?
Algún día tendrán que hacerlo, porque Cristo dijo: ‘Amen universalmente.
Preguntas y respuestas 2, 1951
Este es el grado de amor más elevado que pueda vivir el alma humana en la tierra:
Es para esto que Cristo le trajo el amor más elevado.
Sabía que había mancillado su vida de amor.
Archives, 1945
Ese amor más elevado también se puede representar con otros términos:
Y entonces llegaremos a ver luego que nuestro amor habla, señora; por eso Cristo vino a la tierra.
Y entonces: hay que amarse los unos a los otros, ama a los demás como a ti mismo.
Y entonces todo se encamina hacia la cordialidad, la benevolencia, la comprensión.
Preguntas y respuestas 4, 1952

La primera piedra

Durante una noche informativa, Jozef habla del cotilleo y de la condena de otro ser humano:
Ahora, pues, en estos tiempos, el ser humano está ampliándose espiritualmente.
Hemos recibido a Cristo, estuvo en la tierra.
Pero imagino que comprenderá usted cómo es el caos en la tierra para la humanidad y lo raquítico que sigue siendo todavía el pensamiento del ser humano.
No quiere aprender a pensar.
Son diablitos, dicen.
A veces a uno se le cae el alma a los pies cuando oye los dramas humanos.
Entonces los viven a fondo, leen todos los libros y dicen: “Qué maravilla”, pero no les da la gana empezar con ello.
¿Cómo tengo que aprender a pensar?
En primer lugar, construya, por fin, algo para sí misma.
¿Por qué el ser humano siempre está en condiciones de estar parloteando mal sobre los demás y la vida?
¿Qué es el parloteo? ¿Qué son los cotilleos?
Hace poco estuvimos hablando de eso.
No hay forma de meter lo bueno.
Preguntas y respuestas 4, 1952
¿Qué dijo Cristo?
“Vete, Satanás”.
Y resulta que querían flagelar a un ser humano, que Él dice... que Él escribió en la arena: “Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”, ¿verdad?
Sí, alrededor de Él había ladrones y asesinos.
Preguntas y respuestas 4, 1952
Me abuchearon:
Unos dicen: “Ya no quiero esa vida, no quiero tener que ver nada con ella.
Me han golpeado, me han quebrado”.
Y ¿qué más da si les cuentan la verdad y no quieren ver la luz?
Cristo estaba, y está, siempre ante la humanidad, ante el ser humano, ante la madre, ante el padre, ante la criatura.
“Cristo, me han golpeado.
Maestro, me han abucheado”.
“Vaya”, dice el Mesías a Pedro, “¿cómo miraste a esa gente?”.
“Bueno, sí, algo hice.
Pensé: ‘¿Y qué les importa a ustedes que estemos paseando?’”.
“Y entonces, tú, Pedro, dijiste: ‘Mírense ustedes mismos, déjennos en paz’”.
Pero si Yo quiero ser la luz de la vida, Pedro, entonces he de poder irradiar Mi influencia hacia el ser humano.
Tengo que querer acercarme a él.
¿Por qué quieres olvidarte de ti mismo en Mi luz?”.
Conferencias 2, 1951
Los apóstoles preguntaron a Cristo si estaban haciendo las cosas bien:
Cuando Pedro...
Ese camino lo hemos seguido —si al maestro Alcar le parece necesario darles alguna vez esas conferencias—, cuántas veces no han preguntado alguna una noche a Cristo, y Pedro preguntó “¿Qué te parezco?”.
“¿Quieres saber eso de mí?”, dice Cristo, “¿Pedro?”.
Llegó Juan: “¿Lo hago bien?”.
“¿No lo sabes?
¿Quieres saber de mí si lo haces bien?
Juan, Pedro, ¿es que no sienten (sentís) la felicidad en ustedes (vosotros), el calor cuando la alegría de la otra vida y por la otra vida les (os) viene al encuentro, radiante?
¿No es esto, pues, el verdadero ser uno para el bien?
Si tienen que recibir el gruñido, la patanería, lo bruto, lo rudo, la mordaz violencia del ser humano, ¿no pueden ustedes sentirlo y vivirlo claramente cuando eso les entra y les llega?
¿Por qué se inclinan?
¿Por qué es el ser humano tan feliz ante algo cálido, algo comprensivo?
Conferencias 2, 1951
Cristo siempre volvía al principio de la destrucción:
Estamos —lo conocen, lo saben— con los apóstoles en Jerusalén y ahora Él ofrece Sus profecías.
El momento en que se tiene que escribir la Biblia, el Evangelio divino, eso va a ocurrir.
¿Por medio de qué escribió Cristo Su Evangelio divino?
Ese par de palabras, esas pocas que pronunció, ¿son el universo divino?
A diestro y siniestro reparte Su sabiduría.
Cuando los apóstoles, cuando las personas le piden: “Sí, pero él me ha engañado... y ha hecho tal cosa.
Quiero que se haga justicia”.
Y cuando la gente llega, Él dice, pregunta: “¿Qué es lo que ha hecho usted?
¿Quién empezó aquí? ¿Quién puso el primer fundamento para la destrucción, el engaño, la calumnia, el palabrerío?
¿Usted?
Entonces usted aceptó y atrajo el diablo, el mal; entonces usted lo volverá a enmendar”.
No tomaba al que engañaba al cien por ciento, tomaba al ser humano que echaba los fundamentos para hacer que tuviera lugar ese engaño.
Conferencias 1, 1950
No eres un delincuente:
Cuando Cristo llegó a la tierra y el criminal estuvo delante de Él, dijo: “No eres un criminal.
Todo lo que has hecho lo acojo dentro de mí”.
Y entonces dijeron: “Es Dios mismo”.
Cuando el ser humano de verdad quiere aprender algo —podemos explicarles esos problemas espiritualmente—, por el amor de Dios: empiecen a no mirar al ser humano que haga algo malo.
Porque son ustedes mismos.
Preguntas y respuestas 5, 1950
No es una mujer pública:
Por eso fue Cristo a María Magdalena.
Dice: “Pero deberían inclinarse ustedes, no es una mujer pública”.
“¿Es eso un pecado?
Los pecados no existen.
Te perdono todo”.
Claro, a ustedes Dios les perdona todo, tienen que enmendarlo todo, claro, eso Cristo lo sabía bien.
Pero no se lo podía contar a María.
La evolución, la conciencia para la humanidad aún no había llegado a ese punto.
Pero ustedes, aquí en la tierra, basta con mirar a esa gente, el ser humano comete un error, un pequeño error, un gran error, papá se fue un rato durante dos semanas, mamá hace esto...
Adiós, ser humano.
“¡Ya no lo quiero ver más!”.
Mientras que el ser humano ha vivido durante millones de años, ha depuesto vidas, pero al margen de sus pequeños errores es universal, sagrado, poderoso, profundo.
Y eso ya no significa nada.
¿Quieren decir ustedes que como padre han vivido a la madre como amor?
Cuenten.
Dejen que les mire a los ojos y entonces les diré qué amor de la madre han vivido ustedes como hombre.
No son capaces de eso.
Porque por una sola palabra equivocada la madre se cierra, no pueden alcanzarla.
En todo tendrán que ser siempre y eternamente amor, entonces se pondrán a cargar a la madre y se abrirá el corazón de ella, el universo.
Y entonces ella dirá: “Sí, cariño”.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Cristo sabía que en Jerusalén se vería ante Pilato:
Y entonces nos encontramos, hermanas y hermanos míos, mundo, sociedad, entonces nos encontramos en Jerusalén.
Salimos de ese Getsemaní inmaculado, honesto, infantil, puro.
Se nos ubica ante la sociedad y entonces llegamos a ver ese hermoso semblante de Pilato.
Y entonces el ser humano tiene que juzgar.
Tiene que demostrar; debido a que veinticinco mil seres humanos no comprenden a esta Vida, tiene que probar lo que hace.
Tiene que...
Tiene que pronunciar una justicia.
Y ahora el Mesías, por la izquierda, por delante y por la izquierda y por detrás de Él, se encuentra ante el mal, el engaño, la demolición y la mancilla.
También se une Barrabás, un bandido, es quien está al lado de Él.
“Claro”, dijeron, “no haberse juntado con el mal, el estiércol, la demolición, la mancilla del mundo.
No haberse metido con esa gente.
¡No sabe lo que hace aquí!”, exclamaron al Mesías.
“Aceptó a María Magdalena, y ¿sabe quién es? ¿Sabe cómo es?
¿Acepta que el fango de la sociedad, la conciencia animal le lave los pies?
Rabino, está Usted demente, ¡lárguese de aquí!”.
¿Por qué hizo eso Cristo?
¿Por qué? ¿Por qué no se blindó contra el mundo?
¿Por qué no se encargó de que no se pudieran decir de Él tales y cuales cosas?
Porque si María Magdalena se violó y hubo terminado con ella misma —allí viene la palabra— como una puta ante la sociedad y el mundo, ¿cómo pudo Cristo infectarse a sí mismo con esas tinieblas si Él quiere aparecer ante la luz del mundo, de millones de personas?
¿Un misterio?
Él, que sale de la fuente divina, ¿hace cosas equivocadas, para poner conscientemente en manos de esa sociedad, de esa incomprensión, de esos alborotadores animales el látigo para encima darle a Él una tunda, para matarlo a golpes, asesinarlo?
Porque eso vendrá.
¿Cuándo es sabio Él? ¿Cuándo es un retrasado mental?
Es lo que la gente, los pocos que estaban listos y que cernían Jerusalén, que han seguido todo eso, esos se preguntaron: “¿Tengo el derecho yo para opinar sobre este ser humano?”.
Son los problemas cósmicos de los que el mundo lo desconoce todo, pero debido a lo cual se iba amontonando una cosa equivocada encima de otra.
Debido a las que el Mesías no echó fundamentos para la sociedad y para el ojo vidente del ser humano material, ¿verdad?
No, Él iba construyendo trampas, escollos para sí mismo.
¡Atravesaba lodo y fango para ir hacia la luz!
Dice, porque Él sabía: “Si en esa sociedad Yo vivo luz, ¿cómo podré elevar entonces hacia mí lo otro, que todavía no ha llegado hasta ese punto?”.
Descendió en ese lodo, se convirtió realmente en lodo.
Dijo a María: “Déjalo, y estarás sanada”.
Sí, eso ocurre.
Lo vivirán pronto, que ocurre eso.
De golpe podrán poner de manifiesto una confianza universal si aman a su marido y a su madre y a su mujer.
Entonces serán universalmente verdaderos.
Y eso nos lo mostró Getsemaní, nos lo mostró Pilato.
Porque eso no es exactamente, lavarse las manos en inocencia, no confesar, no poner las cartas sobre la mesa y permitir que la otra vida sufra achaques, que sufra un siniestro en el camino, el largo camino de vuelta al Omnipadre.
Eso no tiene misterio.
Pero para echarse aquí y decir: cuidado, ¡no piensen mal!
Y si no quieren, mejor sigan entonces, mejor vayan entonces hacia su propio cadalso.
Conferencias 1, 1950
Cristo avisó al ser humano del adulterio:
¿Qué más dice Cristo?
Podemos analizar cada pensamiento de su concienciación divina y para ella.
Cristo advierte al ser humano del adulterio.
Sabe que el ser humano ha perdido y mancillado su alma gemela.
Cuando dice:
“Pero les digo a todos que quien mire a una sola mujer para desearla, poseerla, ya ha cometido adulterio”.
Cristo advierte a la vida en la tierra de la perdición, de la pérdida del contacto espacial, cada palabra tiene relevancia espacial y divina.
La cosmología de Jozef Rulof 5, 1944

Reencarnación

Tendremos que pagar hasta el último centavo:
Ciertamente, les digo a todos: de ninguna manera se salvarán, no allí, tendrán que pagar su última moneda por sus vidas”.
Y nosotros, mis hermanos para toda la vida en el otro lado, hemos tenido que pagar nuestra última moneda antes de que pudiéramos acceder a las esferas de luz, estuvimos ante nuestro “causa y efecto” y ante nuestras leyes vitales del karma, ante toda nuestra disarmonía.
¿Está claro?
Pero eso el ser humano, el estadio actual, no lo comprende.
La cosmología de Jozef Rulof 5, 1944
Cristo habló de sus propias vidas pasadas:
Y Cristo dijo: “Antes de que usted fuera, Yo ya estaba”.
Preguntas y respuestas 4, 1952
Allí tiene la reencarnación de Cristo.
Preguntas y respuestas 4, 1952

Getsemaní y Gólgota

Cristo se ha preparado para la crucifixión:
Cuando el Mesías sintió que llegaría el momento, entró en meditación; ¡incluso Él!
Conferencias 1, 1950
Sabía que su tiempo en la tierra estaba reduciéndose:
Cristo se echó y pensó: ‘Sí, tengo que prepararme, el tiempo apremia, pronto voy a dejar la tierra’.
Y ese era el dolor dentro de Él, que debido a la violencia bruta no tuviera tiempo para poder cumplir Su misión, Su encomienda.
Conferencias 1, 1950
Los apóstoles se habían quedado dormidos:
Ahora yacen postrados en Getsemaní.
Los apóstoles se quedan dormidos, están exhaustos los chicos.
Pero ¡ustedes sí que...!
Es lo que Él sabe, no lo sabe nadie, ¡solo Él!
Todavía tienen sintonización terrenal espiritual con cosas materiales, con el sueño, con los sentimientos.
Están exhaustos, pero todavía les quedaba el cinco por ciento, el tres, el cuatro, el dos, todavía un solo por ciento y de este habían perdido el noventa y nueve por cien.
Todavía un uno por ciento de los cien mil, el cien por cien de sentimientos y esa seguridad en el interior de ellos —eso todavía lo conservaban, los apóstoles— y así habrían podido mantenerse despiertos.
Pero esa voluntad se debilitaba y toda esta pequeña compañía se quedó dormida.
“¿Acaso no pueden (podéis) velar una hora en Mi compañía?”.
Cristo estaba bien despierto.
Yace postrado en Getsemaní.
Dice al espacio —porque Dios, la Omnifuente, el Padre, la Madre como dios, ya está...
Ya han despertado dentro de Él, envía a la Omnifuente: “Estoy listo, estoy despierto y consciente.
Yo ... pero Mi palabra recibe alas”.
Allí yace en Getsemaní y dice a los chicos, a Sus hijos: “¿Por qué no pueden (podéis), pues, velar una hora a Mi lado?”.
No hacía falta que lo dijera, pero dice algo y se comprende, se acepta.
Se asustan, se pegan a sí mismos, Pedro y Juan.
Se fustigan, lloran, imploran: “Dios mío, ¿por qué no nos mantuvimos despiertos?
¿Por qué, pues, no podemos velar por nosotros mismos?”.
Sin embargo habían podido experimentar los sentimientos, la concienciación, esa sabiduría.
Ahora lo han perdido.
Habían podido intuir a su maestro, habían podido ver a Dios.
Habían podido ver la Omnifuente... habían podido verla en Getsemaní, habían podido vivirla, porque Él los conectaba con la Omnifuente.
Conferencias 1, 1950
Cristo tuvo que hacerlo por medio de la palabra:
Para Cristo, la vida era una entrega de dones, un servir a solas, el darlo absolutamente todo de sí mismo.
Si hubiera aceptado los medios materiales, habría podido trabajar con ellos, pero entonces habría estado perdido.
Cristo tenía que arreglárselas desde Su grado de los sentimientos, desde Su sentir y pensar divinos, Su conciencia.
¡Y todo eso solo por la palabra!
Conferencias 1, 1950
Estaba ante la sociedad:
¿Y ahora estamos aquí de golpe, salidos de este imponente Getsemaní, en Jerusalén?
Es su sociedad.
Si les gustaría saber lo que significa ese Jerusalén, entonces cada piedra de su ciudad es exactamente lo mismo: una parte de ese fundamento, de esa pequeña ciudad, de ese entorno.
Conferencias 1, 1950
Esa palabra, ese nombre, Jerusalén, no tiene importancia alguna, porque ese Jerusalén también está aquí y eso vive en sus corazones, pero eso significa: allí pueden vivir y ver, experimentar la historia humana.
Conferencias 1, 1950
Cristo entró a Jerusalén con un propósito y pensar conscientes.
¿Por qué?
Porque es el corazón de la sociedad, es su La Haya, su Ámsterdam y todo, es su París, es ahora Nueva York.
Conferencias 1, 1950
Llegó donde Pilato:
Ustedes conocen el drama.
Se elevan más, continúan más, llegan a Pilato.
Conferencias 1, 1950
Conocía el mundo y siguió siendo Él mismo:
Pero Él es amor.
Él es armonía.
Vuelve para el escándalo que poseen estas masas, debajo del que viven estas masas.
Él sabe: viven siete grados animales; algunas personas en este mundo solo tienen conciencia y pueden aceptar la sensibilidad, son quienes tienen la conciencia más elevada.
Que lo sirven a Él, que provienen del mundo astral, pero el ser humano que todavía tiene que vivir los sistemas materiales, que todavía tiene que cumplir el ciclo de la tierra, ese ser humano vive en tinieblas y violencia.
Conferencias 1, 1950
Cristo solo dijo algunas palabras:
Y esas pocas palabras que habló por tanto tenían conciencia divina.
Y de eso ya no se puede hablar; Él solo dijo: “Tú lo dices...”.
Conferencias 1, 1950
Le preguntaron:
"¿Eres Tú Cristo, el Mesías?".
Y ahora tienen que ser capaces de decir: "Sí, soy yo, ustedes lo dicen".
Esa soberbia ni siquiera estaba presente en Cristo.
Él ni siquiera quiso decir: "Sí, ese soy Yo".
Ustedes no son absolutamente nada en el espacio.
Él tampoco quiso ser nada, pero sí que lo fue, lo representó, vive en Él.
Conferencias 1, 1950
Cuando Cristo estuvo en la cruz, no estaba pensando en el cuerpo que estaba siendo destruido:
¿Qué pensaron cuando Cristo cerró los ojos en el Gólgota?
¿Aquello que le pasaba por la cabeza a Él?
¿Que ese mismo cuerpo sería destrozado?
No, Él murió y vivió.
Eso es lo que viola la iglesia católica.
Conferencias 1, 1950
Sus palabras en la cruz fueron muy distintas:
Cristo dijo: “Esa es la vida que soy.
Ustedes derivan de Dios.
Yo sufro por ustedes”.
Conferencias 1, 1950
Sus palabras se malinterpretaron:
Cristo no murió en el Gólgota por los pecados de la gente, al contrario, los seres humanos de la madre tierra lo asesinaron conscientemente.
Conferencias 3, 1952
Quería decir que estaba conectado con el sufrimiento en el mundo:
Desde luego que sí, pronto, en la primera esfera, tendrán que absorber el dolor, la miseria, la pobreza, la destrucción de la madre tierra.
Porque ¡esa pena y ese dolor les pertenecen!
Conferencias 1, 1950
Vivirán y morirán por la vida que con ustedes recorre el camino, el camino divino y algún día entrarán a las esferas para la autoridad definitiva.
Conferencias 1, 1950
Las últimas palabras de Cristo fueron para su apóstol querido:
Las últimas palabras que Cristo habló a unos pocos —aunque de sentimiento en sentimiento— que estaban debajo de Él, no, a lo lejos, no eran para la sociedad ni para la vida que ni siquiera llegó a tocarlo a Él durante Su vida en la tierra.
Fue directamente a Getsemaní, justo al lado, un poco más allá y visitó —de eso la Biblia no sabe nada— a Judas.
Cuando Judas yacía allí, cuando vivía la demencia para sí mismo: Dios mío, Dios mío, ¡he violado Su vida!
¿No será que lo he traicionado?, esta era la sociedad humana en la que ustedes viven aún.
Cristo, que padeció todo esto, que sintió los clavos en las manos y la punzada debajo del corazón, estaba sintonizado, por supuesto, con Su personalidad divina, con Su despertar.
Pero cuando lo subieron, lo subieron... y colocaron Su vida en la tierra, cuando Él estaba colgado allí tranquilamente para morir, entonces no solo pensó en sí mismo, sino que fue directamente a Su hijo amado... Judas, el mejor que tenía.
Judas, que se violaría a sí mismo.
Pero Judas no lo oyó, estaba absorto en su dolor, en sus pensamientos, en sus sentimientos, y por supuesto...
“Ya no puedo ayudarte, Judas, ahora que tú mismo tiendes las manos a tu yo imponente.
¿Por qué es que lo haces?
¿Por qué vas a empeorar la pena y el dolor?
Inclínate y empieza una nueva vida, enmiéndalo todo.
No me has traicionado, yo sé lo que has sentido”.
Conferencias 1, 1950
El contacto directo desde Su cruz...
Desde esa altura de allí en el Gólgota pueden ver los rayos que van en línea recta hacia Su Judas.
No hacia Pedro ni hacia Juan, no a los que vivían más cerca de Él; Él buscó y vivió la miseria, la criatura pobre, esta criatura que todavía despertaría.
Este ser necesitado al que le hacía falta aquello para lo que Él había venido: para materializar Su conciencia universal para la tierra y después poder espiritualizarla, pero para el que no se le dio tiempo.
Conferencias 1, 1950

La resurrección

Cristo sabía que tenemos que levantarnos millones de veces para poder dar forma a todos los rasgos de nuestras vidas:
Porque Cristo dijo: “Tendremos que vencer todas estas características divinas, eso me lo han mostrado ustedes en el Gólgota, o no seremos capaces de representar a Dios según Sus leyes armoniosas.
Pero sí que es posible, porque el universo me lo dio todo”.
Esta es, por lo tanto, la verdadera resurrección de la que Cristo habló, pero que han desfigurado los escritores de la Biblia y los seres humanos posteriores.
Porque solo miraban esa tumba, y ellos mismos la convirtieron en otra cosa.
Han querido facilitarlo, y precisamente haciéndolo surgieron en los seres humanos la manera equivocada de ver, de sentir, la disarmonía para la resurrección en los seres humanos.
¿Saben lo que ha quedado de ello, de la resurrección divina en los seres humanos?
El Juicio Final.
Y eso, pues, es todo.
André puede ver aquí: “Que ustedes y yo”, dice, “podamos resurgir una y otra vez y que el espacio infundirá alma a mi vida, mi alma y mi espíritu, a mi personalidad, y que esta resurrección no quiere ser otra cosa que la vivencia de lo definitivo para una nueva paternidad y maternidad”.
Conferencias 3, 1952

Nuestro propio Cristo

El Cristo en el ser humano despertará por medio de reencarnaciones:
Esta mañana les voy a ofrecer ‘El ser humano y sus reencarnaciones’.
Cristo en el ser humano despertará y eso solo es posible por medio de la reencarnación, no para el macrocosmos, sino para la personalidad humana.
Conferencias 2, 1951
Por medio del amor hacemos que se dilate el Cristo en nosotros:
Cuando quieran descansar, pues, descansen y conviértanse en descanso.
Cuando estén trabajando y quieran servir, pues, trabajen y conviértanse en empuje, pero no se dejen nunca aplastar ni derribar por los Pilatos y los Caifás en ustedes, la desintegración del mundo y su terrible diccionario.
Sepan siempre a pesar de todo en su sociedad: el Dios de amor vive bajo mi corazón y lo hago dilatar y despertar, para toda esta humanidad, y además, y al final, para el Cristo en ustedes.
Conferencias 2, 1951
Así llegamos a hablar y actuar de manera espiritual:
Y aun así, cada acto, que es de lo que se trata ahora, cada acción, cada palabra primero hay que vivirlos interiormente y después llevarlos al Cristo espiritual en ustedes, y solo entonces hacer que se dilaten.
Entonces hablen.
Conferencias 2, 1951
Les he pedido más de una vez: dejen que despierte Cristo en su interior.
Conferencias 2, 1951