Cuentos eclesiásticos -- Fuentes

Textos primarios de los libros de Jozef Rulof correspondientes al artículo ‘Cuentos eclesiásticos’.
Según los libros de Jozef Rulof.
Estas fuentes presuponen la lectura previa del artículo ‘Cuentos eclesiásticos’.

Cuentos de las iglesias y los autores de la Biblia

Un cuento puede oxidarse hasta convertirse en dogma:
Entonces va a comenzar la sociedad, el desarrollo del ser humano, de la humanidad.
Ven que llegan las calles, ven el pavimento, ven los fundamentos.
Pueden decir: sí, tendremos una universidad, tendremos una iglesia.
Tendremos una religión, una fe.
El ser humano ya tiene una fe, el ser humano está atado a un dogma, a sentimientos dogmáticos.
Un dogma significa: los ha atrapado un cuento chino.
La Biblia tiene cuentos chinos, son intenciones dogmáticas que los conectan a ustedes con la sociedad, con la felicidad, con la vida y el amor, con el espacio, con su Señor, su Dios.
No hay más.
Conferencias 1, 1950
Quien ama investiga:
Porque quien ame, investiga con sentimientos que buscan la verdad.
Quien se ame de verdad anhela, porque se lleva a sí mismo de regreso a Getsemaní, al Gólgota y al Mesías, a las esferas de luz.
Conferencias 3, 1952
Las iglesias hicieron mucho bien llevando al ser humano hasta Cristo y Dios:
¿Se cree el ser humano que rezando rosarios conseguirá rodearlo de esa manera?
Recen por medio de sus caracteres.
Conviertan sus rasgos de carácter en un rosario, así la iglesia volverá a estar bien, así la iglesia católica habrá podido hacer algo por sus vidas.
Porque es irrefutable que hay muchas cosas buenas.
Se les conduce hasta Cristo, se les conduce hasta Dios.
Solo que demasiado dinerito, demasiado oro, también demasiada condena, demasiada mancilla; porque ahora Cristo ya no es nada; ellos lo reciben todo.
Lo que es ganar no es necesario que ganen nada ustedes, adelante, siéntanse, a confesar.
Conferencias 2, 1951
Se trajo una fe que pudo servir de asidero:
De mi boca han oído cómo me cargaba la iglesia católica y el protestantismo, la Biblia, pero no aquello que la iglesia, la fe, la Biblia dan al ser humano y lo que lo lleva a Dios.
Claro, ahora bien podemos decir: “Sí, los maestros no deberían haber empezado con esas majaderías para dar a Moisés y otros esos galimatías.
Porque: “El Señor habla.
El Señor jamás ha hablado”.
Pero tenían que empezar.
Vivimos ahora en unos tiempos en que ustedes conocen al Señor, a Dios.
A Dios no lo conocen ustedes, ni a Cristo, no saben nada de Cristo, al menos no la humanidad.
Pero se establecieron núcleos, se edificaron núcleos para sí atar al ser humano a la creación, para fijarlo a ella, para darle algo, un asidero, un verdadero asidero por medio de la fe.
Conferencias 2, 1951
Los maestros trajeron a Dios y el camino metafísico:
Esa es, pues, la cosmología para un pequeño rasgo de carácter, para el ser, para el despertar, para el pensar, para el sentir, para todo.
¿Para qué?
Miren, ahora volvemos de todas formas a Dios por medio de la cosmología, pero a la ley metafísica, a la palabra “sí”, a la ley de la vida, de la luz, del amor, del nacimiento.
Ahora estamos ante las leyes.
Los maestros sabían que no podían dar esas leyes a la humanidad.
Pero antes de que comenzara la Biblia y antes de que empezaran a incidir ya estaban activos en China, en Japón, en el Lejano Oriente, para edificar la doctrina metafísica por medio del contacto del ser humano y para llevar hasta el análisis humano y social la fe en la ley de la vida, de la luz, del amor, de la paternidad, de la maternidad.
Conferencias 2, 1951
Los dogmas destruyen el mensaje de Cristo:
A Cristo lo destruyó lo inconsciente.
Y, además, esa cosa inconsciente quiere poseer el alma, la vida, la conciencia, la esencia divina de Cristo.
¿Entienden?
Esos asesinos, esos destructores, se sientan alrededor de Cristo, extienden las manos, rezan y lo convierten en un santo.
No hay santidad en el espacio.
Cristo ve cada segundo en la tierra que Su vida es violada, destruida, deformada, una y otra vez.
Eso lo ha construido la iglesia católica, lo ha construido el protestantismo.
Sobre los dogmas hablé aquí hace poco.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Por eso, el apóstol Pedro llora hasta quedar vacío:
Pedro, a quien se ha convertido en un templo, en una iglesia, en este momento está llorando hasta quedarse sin lágrimas, preguntándose por qué se adula tanto su vida.
“¡No pude hacer nada!”.
Conferencias 1, 1950
Amar la vida en lugar de los perifollos eclesiásticos:
¿Rezando, cantando y haciéndose el santo en la tierra se alcanzan los sistemas universales?
Entonces puedo decirles ahora: para nada, no es posible, como seres humanos hemos de seguir las leyes, nosotros como seres humanos hemos de representar nuestra creación, tenemos que volver al ‘Omnigrado’ consciente divino por medio de la paternidad y maternidad.
Y eso significa, mi maestro, que el ser humano de la iglesia no ha alcanzado nada en dos mil años.
Si podemos enseñar cada una de estas leyes a la criatura de la tierra, esa vida avanzará y llegará a conocer al Dios de toda esta vida, solo entonces llegará a haber paz y sosiego en la tierra, armonía y comprensión.
Todos esos perifollos han mancillado, deformado, engañado, echado a perder los sentimientos de la criatura de Dios; rezar y postrarnos y hacernos los castos no nos sirve, tenemos que ‘amar’ la vida de Dios y experimentar los grados de vida, después podremos completar nuestro ciclo para la tierra”.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944

Un fuego ardiendo eternamente en el infierno

Los maestros empezaron a inspirar a seres humanos para que dejaran atrás los actos destructores:
Les he aclarado cómo se empezó a influir en el ser humano; solo: "No hagan esto" y "Dejen de hacer aquello", porque ustedes se destruirán.
Dios los castigará.
Sí, por supuesto que el espacio los castiga.
Naturalmente, cuando asesinan a un ser humano, cuando lo violan a consciencia de todos sus asuntos sagrados, cuando lo destruyen a consciencia por las tonterías que tienen que decir sobre la vida.
¡Esa es precisamente esa condena!
Eso tenía que disolverse y es lo que ocurriría.
Ese miedo ha creado una figura, se ha convertido en un muro que ya no se puede derribar, que no se puede vencer.
El ser humano lo ha impulsado hacia arriba y lo ha animado.
El propio ser humano lo ha convertido en fuego, por el miedo, por la sensación de "no lo haga, el Señor lo castigará y entonces estará eternamente desfigurado".
Al principio —desde luego— a los maestros les parecía imponente.
Pero ¿no es penoso, no es terrible que haya que golpear al ser humano para poder alcanzarlo?
Si uno quiere alcanzar y proteger al ser humano, hay que pegarle.
Sí, ¿con un látigo?
No, con palabras: "El Señor lo castigará".
Y ¡vaya que es verdad que el propio ser humano ha creado una condena que esos maestros no quisieron para su vida, su sociedad, su iglesia, su religión, su fe!
¡Eso no, no sería eso!
Pero ya lo ven: tan cierto es que el chisme, las palabrerías de su sociedad han puesto en la hoguera a gente que no había hecho nada de nada, que han ahorcado a personas delante de la cara, a la faz del mundo, de su sociedad, que han echado a gente al calabozo, que han enterrado vivas a personas.
Debido a que un solo ser humano empezó a hablar mal de esa persona, las masas han podido desfogarse, porque despertó el instinto animal.
Conferencias 1, 1950
Más adelante, el propio ser humano añadió fuego eterno:
No fueron ellos quienes contaron que se ardía eternamente, eso es cosecha propia del ser humano.
Preguntas y respuestas 2, 1951
Más adelante, lo que oyó Moisés se hinchó millones de veces hasta convertirse en la condena eterna:
Los maestros —se lo he explicado— tuvieron que empezar dándole un cierto miedo al ser humano para atarlo a la ley de Dios: hay un Dios que lo ha creado todo.
No hagas cosas equivocadas —¿lo ven?, la misma verdad de siempre—, porque llegarás a estar en disarmonía con el Dios de todo lo que vive, con el Padre de amor.
Y eso solo lo llegó a controlar Moisés.
Vivió sus milagros, pero el ser humano lo convirtió en condena, por su ignorancia, ¿verdad?
Todo lo que llega a manos del ser humano y no comprende lo arroja por la tierra, lo multiplica por diez, lo hace más denso un millón de veces para el mal, para lo equivocado, pero jamás de los jamases para el bien.
Conferencias 2, 1951
Cristo lo explicó a su apóstol Juan:
Entonces van a ... entonces van a decir lo que Cristo dijo a Juan, de lo que les di una idea concisa: “Juan, no es eso lo que hemos traído a la tierra, sino que el ser humano ha multiplicado por un millón ese miedo y le ha añadido una condena.
Conferencias 1, 1950
Esas palabras no se incorporaron en la Biblia:
En las esferas de luz, en la séptima esfera, en el cuarto grado cósmico, en el quinto, en el sexto y en el séptimo, que es la Omnifuente divina, han tenido que analizar esas leyes.
Han tenido que ocupar un lugar en la naturaleza, tuvieron que vivir ese ser uno solo.
Se han sentado y se han preguntado: "¿Qué tenemos que hacer?".
Y entonces el Mesías —que más adelante sería el Mesías, Cristo— alcanzó la palabra, la unión con su Omnifuente, y pudo decir: “Hemos traído verdadera sabiduría a la tierra.
Hemos hecho en la tierra el inicio para una fe humana espacial.
Pero hemos anclado al ser humano en algo que —si esto no se interrumpe— lo pone directamente en unas tinieblas y no puede desprenderse él mismo de ellas, en caso de que allí no construyamos esos medios".
Y ahora la autoridad divina está ante la condena humana, que no existe.
Entonces Cristo dijo: "Es urgentemente necesario, cuando Yo vuelva allí, comentar estas leyes con los que me seguirán".
Y cuando Cristo...
De eso su Biblia no dice nada, porque no han podido grabar las palabras que habló a Sus apóstoles.
Se quedó en Juan, fue para Pedro, Andrés y fue para los demás.
Pero ¿pueden aceptar esto, que Cristo prosigue aquí, entre Galilea y las pequeñas localidades adorables que se habían fundado allí, Su paseo por la tierra... que continuó Su camino entre el centeno y las leyes de la madre naturaleza, y que se preparó para acoger a esa humanidad...? ¿Que habló de esa condena?
Los demás están aquí.
Pueden verlo allí delante de ustedes, al Mesías.
Paseando, mirando al espacio, a la vida que lo contempla, ¡que lo acepta!
Se detiene con Juan...
Pone la mano izquierda en el hombro de Juan; este mira.
Dice: "Mire, Juan, usted es el más sensible.
¿Puede aceptarme?
Todo esto es revelación, todo esto es evolución.
Por supuesto que Yo no soy capaz de aclarar estas leyes; Mi tiempo, Mi vida es demasiado corta.
Pero otros lo harán.
Juan, tengo mi origen en una fuente con la que soy uno solo.
Provengo de la autoridad divina, del despertar divino.
He llegado a conocer a Dios como padre y como madre.
No nos quedaba más remedio que empezar a dar una fe al ser humano.
Conocen la historia de Moisés, saben cómo se ha originado la Casa de Israel.
Pero este miedo, el miedo de dejar contrahecha la vida, Juan, se ha construido, se ha impulsado.
Se ha representado y deformado, se ha convertido en una figura esbelta y ahora el ser humano estará eternamente atado a una condena eterna.
No seré capaz de volver a quitarle eso al ser humano.
Porque ya comprenderá, Juan: solo puedo echar los primeros fundamentos para lo divino, para su Evangelio paternal.
Solo puedo colocar los nuevos fundamentos.
Pero los otros, que al elevarse representarán y erigirán un templo, esos fundamentos solo llegarán en una era posterior; y hemos vuelto a las esferas de luz, de amor y vida, de felicidad, gloria y justicia.
Juan mira...
Los apóstoles esperan allí.
Pedro piensa, ‘Ahora ¿qué será lo que le pasa al maestro?’.
Y cuando Cristo dice a Juan: “Cuéntalo enseguida... no lo cuentes, Juan, mientras Yo todavía esté.
Cuando se haya acabado Mi tarea, entonces cuenta, y entonces también echa los primeros fundamentos.
Porque ¿eres capaz de pensar y sentir, de ver hasta en el Omnigrado divino, en la conciencia divina, cómo nació el primer empuje?
¿Cómo los primeros pensamientos, originados en la Omnifuente y emitidos desde allí, han podido materializarse a sí mismos?
¡No eres capaz!
¡Para eso tienes que vencer espacios!
Para eso tendrás que acoger en ti el sol, la luna y las estrellas.
Tendrás que cargar el dolor, los sentimientos de millones de personas si quieres ser uno solo conmigo y con Él, por quien existimos:
el Padre en el cielo.
Tendrás que acoger y querer cargar, alojar en tu corazón cada uno de los pensamientos de esos millones de personas.
Un solo pensamiento erróneo y tú mismo te volverás a hundir y te volverás a sintonizar con lo que ya no quieres ser y ya has vencido, pero sin embargo y a pesar de ello vuelves a reconducir, porque lo ves de manera equivocada y lo quieres vivir".
Y entonces Cristo está en la tierra pisándola con los pies y tiene que aceptar que la humanidad se ha colocado en unas tinieblas.
El ser humano está atado a su miedo.
¿A su fe?
¡Por supuesto!
Así lo han elevado, así lo han llevado ellos mismos al espacio; no fue ese el objetivo de esos maestros, de esas criaturas, de esos padres y madres.
Solo dijeron: "Haremos que la gente tenga miedo.
¡No hagan el mal, porque se destruyen ustedes mismos!
Cuando vayan aquí y allí, y quieran aceptar y experimentar esa vida de esa manera, entonces construirán fuerzas y poderes tenebrosos.
Pero cuando quieran ser libres de eso y mantenerse así, entonces condúzcanse a sí mismos hacia los sonidos etéreos, el timbre para la Omnimadre.
Y entonces cada palabra será animadora, interpretará su vida, y terminará el sentido, el sentimiento y el espacio, por lo que habrán echado fundamentos nuevos".
Pero esos seres humanos no fueron capaces de hacerlo.
Conferencias 1, 1950
El nuevo fundamento que trajo Cristo todavía no ha podido quitar la condena después de dos mil años:
Pasaron casi dos mil años y todavía —cómo es posible, cómo puede ser— después de dos mil años se sigue aceptando la condena, mientras que al lado yace un fundamento divino que reza: ¡Dios es un Padre de Amor!
Conferencias 1, 1950
Los sentimientos dogmáticos ya llevan dos mil años en un punto muerto.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Nuestros teólogos dicen tonterías.
Todavía está atada —esa criatura universitaria— a la Biblia y hablan en el siglo veinte de condena y de arder eternamente”.
Qué miedo.
Conferencias 1, 1950
Las iglesias se aferraron a la condena y la reforzaron:
¿No es terrible que los sacerdotes de la tierra infundan miedo y pánico a las almas creyentes con estas falsedades, que no son más que blasfemias?
Quieren informar a la humanidad sobre Dios y Sus asuntos sagrados, y mientras tanto dicen las mayores tonterías sin disponer ni por asomo de pruebas, apelando a la infalibilidad de su iglesia.
“¡Dios es amor!”, exclaman y dicen a renglón seguido: “Pero a quien peca ¡Él lo condena a arder en el fuego eterno!”.
¿Qué clase de conciencia es esa que se contradice de tal manera?
Su idea del Ser de Dios es tan diminuta y pobre, que cada vez más laicos se van apartando de ellos.
Su fe en Dios y Cristo, su sentimiento, les dice que su Creador es más divino y amoroso de lo que podría deducirse de las ideas contradictorias de esas iglesias en la tierra.
Estas almas ya no quieren aceptar las visiones apolilladas sobre un infierno que haga arder para la eternidad la vida del alma, ni sobre un Dios al que, por permitir algo así, de todas formas no se puede considerar otra cosa que un ser humano capaz de odiar.
También en este aspecto la humanidad está ante el despertar.
Las iglesias ya perdieron incontables creyentes por predicar estas ideas monstruosas que rebajan y encubren el verdadero Ser de Dios.
Un Dios que es Amor no puede condenar.
Hacia la vida eterna a través de la Línea Grebbe, 1942
Tampoco cambiaron esto para nada las reformas en las doctrinas:
Lutero los sigue condenando a ustedes para la eternidad.
La iglesia católica también.
El protestantismo los condena a ustedes también eternamente.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Es un fuego curioso que no quema, pero sí tortura eternamente:
Esa puerta se abrirá eternamente, aparecerá un caldero de esos de hierro y allí los meterán y arderán, irán al infierno.
Debería de vivir esa majadería a fondo.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Se irán ustedes eternamente al fuego, pero las llamas no los consumirán jamás.
Porque siempre tendrán que estar en ese fuego.
Mejor metan la mano en ese fuego material de ustedes, y no quedará nada.
Pero el ser humano jamás llega a ser consumido por el fuego por mucho que esté metido en él, y tendrá que quedarse metido allí eternamente.
Y ese fuego no es tan intenso para destruirlos por completo, pero eso no lo comprende ese católico suyo.
Está usted en el fuego, arde usted y en el fondo no.
Solo hace falta torturarlos un poco, ¿entienden?, y punto pelota.
Solo hace falta torturarlos un poco.
Tiene que durar mucho tiempo.
Blasfemen, da igual, y ya se habrán ido; nosotros sí que nos atrevemos.
¿Sabían que no existen las blasfemias?
No existen los pecados.
Porque si hacen algo, si hacen algo equivocado...
¿Es que serían capaces de estrangular a su hijo si hace algo malo?
Preguntas y respuestas 5, 1950
A Jozef Rulof (André) le tocó oír por qué la iglesia necesita esa espuela condenatoria:
Una madre que acude a André le dice: “Mi marido... yo soy católica, mi marido es católico, y resulta que yo he leído su libro, de la primera esfera, ‘Una mirada en el más allá’.
Pero”, dice, quizá le interese, también lo reflejaré en los libros, “vino el señor cura y además quería que le diéramos otros diez mil florines”, dice, “porque él (el marido) sigue con una pierna fuera del cielo”.
Y ella que dice: “Bueno, pues que la otra se quede colgando fuera. Porque olvídese de que ya le vaya a dar un céntimo más: la condena no existe.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Por eso, a los creyentes les entra miedo del proceso de morir:
Las iglesias hacen que sus creyentes se estremezcan ante el proceso de morir, porque puede internarlos en el infierno eterno.
Te meten miedo hacia tu Creador y le atribuyen a Él, que es todo amor, el más cruel de todos los castigos: una tortura eterna —imagínatela— en un infierno en llamas.
Y todo eso sin la más mínima prueba —¡créetelo y punto!—, e invocan declaraciones que se han ido deformando con los siglos hasta quedar irreconocibles.
Qué responsabilidad tan horrible se han echado las iglesias sobre sus propias espaldas, ¿cómo lo enmendarán de cara al Dios de todo lo que vive?
¿Se atrevería un solo sacerdote —católico o protestante— a imaginarse su situación cuando tenga que experimentar que, día tras día y de todas las maneras imaginables, ha estado vejando y calumniando al Dios al que pensaba estar sirviendo, presentándolo a Él, que es una fuente de amor, como un Dios de condenación.
Y sin embargo, algún día, cuando entre aquí, tendrá que aceptar esta terrible verdad.
La propia vida lo convencerá allí de cómo está organizado en esencia el universo de Dios.
Hacia la vida eterna a través de la Línea Grebbe, 1942
Desanima a la gente:
Antes también a él le infundían miedo con estas ideas, te hace sentir impotente y es justo cuando piensas: ‘Qué más me da la vida, de todos modos te irás al garete para la eternidad!’.
“¿Qué clase de Dios es ese, pues, que quiere condenar Su vida?”, pregunta la gente.
“¿Sigues creyendo todavía en ese malparido?
Yo soy incapaz de pegar a mis hijos ¿y Dios, que es un Padre de Amor, de una patada te manda al infierno, te lo quita todo, ya no tienes la posibilidad de enmendar tus actos equivocados?
¡Ya no quiero tener que ver con ese Dios!
La cosmología de Jozef Rulof 1, 1944
Por miedo a arder eternamente, los creyentes empezaron a actuar por encima de sus fuerzas, hasta que se convirtieron en dementes religiosos:
Miles de estas personas se han entregado de esta forma errónea a Dios, y por eso han caído.
En sentimiento abandonaron la tierra, las leyes materiales, y se encontraron frente a la locura.
La conciencia diurna se desplomó por la oración, por el anhelo de estas personalidades por toda esta santidad.
Si la iglesia hubiera podido ofrecer a esta gente la genuina verdad, créeme que entonces todos estos siniestrados no habrían perdido el piso firme bajo los pies.
Ahora la iglesia se envuelve en un halo de misterio y prefiere seguir condenando que mostrar a la gente la verdadera luz.
Pero la iglesia aún no ha llegado a ese punto.
Aun así, esta vida se ha desvanecido por lo que el ser humano recibió de la iglesia.
Debido a los cuentos horripilantes sobre la condena, esta gente empezó a entregar todo lo que tenía por miedo a quedarse ardiendo eternamente.
Pero no sabían cuánto se habían alejado de la tierra, y un buen día ya no fueron capaces de determinar si aún pertenecían a los vivos o bien a los muertos.
En ese instante se apagó la lucecita terrenal y vivieron en las tinieblas, y es allí donde los volvemos a ver ahora.
No es posible ayudar a ni uno solo, André.
En ellos vive la demencia eclesiástica.
La iglesia arrastró estas vidas hacia la condena, y naturalmente, allí no querían entrar.

Entonces quisieron saberlo todo sobre la iglesia y la fe, y sucumbieron.
Si se hubiera podido acoger a esta gente, contarle que Dios no condena, que Dios es un Padre de amor, y que primero tienen que dedicarse a la vida terrenal, que tienen que vivir según la naturaleza propia, entonces ¡la iglesia habría podido obrar milagros!
Las enfermedades mentales contempladas desde el otro lado, 1945
Es la iglesia la que debería acoger a los creyentes, pero la condena parte estas vidas en dos.
Miles de estas personas fueron asesinadas espiritualmente por esa maldita condena de la iglesia.
Las enfermedades mentales contempladas desde el otro lado, 1945
Pero esa maldita condena despacha a la gente al manicomio.
Ya no hay dilatación.
Conferencias 3, 1952
Los sistemas dogmáticos han roto el ser humano, el yo humano, el interior, la personalidad.
El ser humano comenzó a desvariar.
Se liberaba de su propio estadio, de su asidero, de la mentalidad consciente en que vivía, las leyes para el organismo, el alma, el espíritu y la vida interior, porque empezó a buscar, porque quiso elevarse más de lo que poseía en fuerza, conciencia y sensibilidad.
Estas imágenes las volverán a tener pronto y entonces constataremos cómo es la mentalidad, la conciencia, el pensar en este estadio actual.
Y entonces estaremos ante su universidad, ante su erudito como pastor y clérigo, ante el protestantismo, la iglesia católica.
Sí, entonces constatamos, irrevocablemente, que millones de personas siguen enfrascadas en un dogma y que desconocen las leyes de Dios.
Conferencias 1, 1950
Sus vidas han terminado destruidas debido al miedo por la condena, y en eso se disolvieron estos caracteres por completo.
Las enfermedades mentales contempladas desde el otro lado, 1945
No hay demente que pueda hundirse tanto como esta gente, nadie es tan deplorable como estos maniacos religiosos que andan por aquí con su Biblia, que la leen día y noche sin entender de todas formas nada de toda esa sacralidad.
¿De quién es la culpa?
¿Quién arrojó todas esas vidas en esta miseria inhumana?
¡La iglesia!
Nadie más que la iglesia es culpable de esta locura.
Me gustaría decir "amén", pero el "amén" de la iglesia me asfixia.
¡Lo dice la iglesia y ahora juega con este fuego, el más sagrado de Dios!
La iglesia hizo que estas vidas se ahogaran en un pozo de inconsciencia, de lodo y fango.
La iglesia cavó para esta gente la tumba en la que viven.
Dios mío, ¿puedes perdonárselo a la iglesia?
¿Qué tengo que añadir a esto en el fondo?
Sobre los maniacos religiosos pueden escribirse libros enteros, André, y sin embargo, esta palabra ya basta.
La iglesia es culpable, porque ¡habla de la condena!
¡Dios no condena!
¡Nunca!
¡Dios no condenó jamás a una sola alma!
Las enfermedades mentales contempladas desde el otro lado, 1945
Pero es el amor por aquello que quieren poseer, aceptado por todas esas personas, pero en el que se perdieron.
Todos esos rasgos de estas vidas yacen truncados bajo el poder y la fuerza de esta locura.
Ya no hay ni un solo rasgo que siga siendo consciente, lo cual sí suele pasar con otros locos, aunque en su caso pueda producirse la demencia total a causa de la incidencia astral.
Por eso te decía que estos son los más infelices entre todos los grados enfermizos.
Estas personas buscan a Dios y se estrellan.
Las enfermedades mentales contempladas desde el otro lado, 1945
¡Estas vidas naufragaron por Dios y la culpable de esto es la iglesia, porque la condena sofoca cualquier vida!
—¿No se puede ayudar a ninguna de ellas, Alcar?
—Ni una sola, André.
Porque te dije que ya no es perceptible ni un solo rasgo de su carácter.
¿Cómo vamos a conseguir contacto con los rasgos principales?
Cuando no se siente amor, el ser humano es un muerto en vida, y entonces este no es alcanzable.
Pues bien, todas estas personas han depuesto lo normal respecto a la plena personalidad.
Ya no hay nada en ellas que aún posea vida; no quitan ojo a su deseo, pero no ven nada, y se disuelven por completo en él.
¡Estas vidas carecen de alma, están vacías al cien por cien!
Este disolverse por completo tiene por meta lo definitivo en un solo estado; para ellos: la religión.
Quien desee esta vida se desprende del organismo y desaparece entonces en la nada absoluta.
Las enfermedades mentales contempladas desde el otro lado, 1945
No viven, sino que son muertos en vida.
No dicen ni una palabra que sea verdad; todos sus pensamientos carecen de significado y viven al margen de la creación.
Las enfermedades mentales contempladas desde el otro lado, 1945
El maniaco religioso, André, lo que está haciendo es atrincherarse, y encima lo hace en Dios.
Significa una tremenda pobreza para la vida del alma; esto es tan terrible, tan vacío y vacuo, que no podemos encontrar palabras para estas personas, porque ¡esas vidas en verdad están paradas!
Algo que no vive está muerto y esta gente ha muerto por su fe.
Imagínate: veneran lo Supremo en el espacio, su Dios, y ¡a través de su Dios se echan en brazos de la nada vacía!
Las enfermedades mentales contempladas desde el otro lado, 1945
Dios no puede condenarse a sí mismo:
Todas estas revelaciones, André, alcanzarán la densificación y la materialización por medio del alumbramiento y la creación, y toda la vida en nuestro espacio ha de aceptarlo.
Pero ahora lo sabes: si quieres llegar a conocer las leyes tienes que volver a mí y a la primera división, el momento en que la “Omnimadre” comenzó con esta revelación, que por tanto es espiritual.
Ya hora ves que también nosotros no somos más que las revelaciones de ella, que es “ella” quien vive y no nosotros, porque “ella” llenará sus espacios por medio de su propia vida.
Así que finalmente, mi André es sin duda Dios, es sin duda Él, del que formamos parte, pero tampoco nada más.
¡Se representa a “sí mismo”!
¿Y por medio de todos nosotros!
Esto tiene que llegar a conocerlo la criatura de la madre tierra, solamente entonces llegará a haber allí ampliación espiritual, y ya no se podrá hablar de condena.
La cosmología de Jozef Rulof 3, 1944
Se trata de dogmas demenciales:
Ahora no hay en la tierra personas con demencia religiosa, sino “dogmas” dementes... pensamientos y sentimientos locos, que ha creado el ser humano y no la “Omnimadre”... ni “Dios”... nosotros no tenemos nada que ver con eso.
La cosmología de Jozef Rulof 3, 1944
Hasta en la tierra crepuscular, la fe en la condena sigue deteniendo al ser humano en su despertar espiritual:
Las personas en esta tierra crepuscular aceptan un Dios en la tierra que es capaz de condenar, y con esa convicción accederán al mundo astral después de su muerte.
Aquí todavía tiene que despertar su conciencia para el Dios de amor.
Esa condenación vive en sus propias vidas, porque Dios no condena.
Eso ya los obstruyó en la tierra, por esa visión acerca de la condena no llegaban a desprenderse de su yo inconsciente y por tanto accedían también en nuestras vidas en un mundo que es inconsciente.
¡Así es esta tierra crepuscular!
Pues bien, tienen que aprender que Dios solo es amor, y entonces seguirá el despertar espiritual por sí solo.
En este lado preguntan dónde vive Cristo, quieren ver a Cristo.
Eso es lo que les han contado en la tierra, pero las leyes de nuestra vida significan otra cosa que lo que ha pensado su pastor.
Aquí buscan a sus sacerdotes, pero tampoco estos pueden responder, también ellos tienen que despertar todavía.
En la tierra se les convenció de la vida de Cristo; llegados al otro lado no encuentran a Cristo.
La consecuencia es una enorme decepción y entonces lloran como niños, porque sienten que en la tierra los han engañado.
Aquí los católicos buscan a su cura y también aquí quieren ir al confesionario y recibir la sagrada comunión, pero aquí a este sacerdote le faltan sus pertenencias, y él mismo está buscando.
También él tiene que despertar todavía en el espíritu.
Las leyes astrales no han sido comprendidas en la tierra, se sabe poco de ellas aquí, y aun así, Cristo les trajo el santo Evangelio.
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
En la tierra crepuscular sí que hay ayuda disponible:
El ser humano en esta tierra crepuscular hace preguntas y quiere saberlo todo de Dios.
Aquí ya no se lanzan amenazas de condena, la vida puede despertar sin supersticiones.
A todas estas almas les ha afectado profundamente la inconsciencia reinante en la tierra, la ignorancia que deforma la vida para el mundo astral.
La vida interior siente, exactamente como en la tierra, que existe un dios, pero en la tierra todavía no alcanzan a calar la veracidad de Dios.
Aquí, sin embargo, podemos responder a sus preguntas.
Es cuando les entra conciencia.
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
Pero solamente hacer preguntas y más preguntas no funciona:
Solo hacer preguntas no les ayuda en este lado; si queremos despertar en el espíritu, tenemos que servir a la vida de Dios.
El propio Cristo dio el ejemplo y entregó Su vida misma por ello.
¡Eso es vencer el grado de vida inferior y la entrega de todo lo que tenemos!
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
Continuar eternamente sin condena es una cosa muy distinta:
Con que la humanidad supiera que hay una continuación eterna, pero sin condena eterna, la vida terrenal cambiaría pronto, porque esta conciencia los conducirá de inmediato al despertar espiritual.
La sociedad de ustedes cambiaría de inmediato y en el corazón humano entraría amor.
Ahora que ha comenzado el Siglo de Cristo, esta sorprendente sintonización y conocimiento envuelve su mundo y esto elevará a la humanidad hasta la existencia espiritual.
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
Pero en el más allá muchos seres humanos todavía tienen que liberarse de la creencia:
Y ese hombre que dice: “He construido un templo, he querido darlo todo de mi vida para la humanidad y ahora sigo sin tener luz”.
No, primero tienen que liberarse de la fe.
Tienen que saber experimentar las cosas, tienen que saber intuir las cosas, tienen que saber verlas, y solo entonces su personalidad dirá a la otra vida: “No lo creas más, ¡no lo aceptes más!
No existe la condena, solo hay amor, solo evolución”.
Conferencias 1, 1950
Porque la fe en la condena no resulta en la dilatación del amor:
Allí yace el catedrático, allí yace el teólogo: “¿Qué debo hacer?”.
En la tierra aceptaba las cositas de la sociedad.
¡Arránquense esas medallas!
Primero tienen que concienciarse de que la sociedad es un mundo para despertar.
Todo lo que han hecho es maravilloso, han reconducido a la gente a Dios, pero de mal en peor; ustedes los han lanzado allí de una patada, ¿y ahora quieren que Dios los acoja y que bendiga su vida?
A nosotros no se nos bendice, ustedes mismos son bendición, porque estar bendecido significa: vivir una unión de todo lo que perciben en el espacio.
Eso ocurre de inmediato.
Ahora podemos educar a este ser humano.
Ha alcanzado una posición poderosa.
Las personas, la sociedad, el mundo hablan de este genio, de este milagro espiritual y por ahora mismo en la vida detrás del ataúd todavía carece de sentido, porque —y aquí viene— ¿qué han hecho ustedes con esto?
Dieron allí una animación imponente a su gente, la elevaron hacia Dios, hasta el espacio, tenían la palabra, una elocuencia que podía animar a la criatura de la tierra.
Pero ¿por qué volvieron a poner el alto delante de sus propios pies al condenar al Dios de todo lo que vive?
¿Lo sienten? Llegan a estar delante de la veracidad de la palabra, de lo que se dilata para la palabra, hasta que la palabra haya sido animada espiritualmente, hasta que reciba veracidad espiritual.
Conferencias 1, 1950
Incluso en las esferas de luz no se puede ser feliz mientras que haya prójimos sufriendo por la condena:
Es verdad, los maestros anduvieron allí durante años y años, durante siglos uno iba detrás de otro, uno adelantaba a otro: "¡Yo tengo la luz, yo tengo la vida, yo tengo el amor... hay que verlo, allí, miren, vean esto!
¿Son felices?".
Eso empieza en la primera esfera, el ser humano pasea...
“Estar libre es la repera, es una gloria estar libre de la tierra.
Ya nadie puede hacerme nada, porque he vivido la tierra, lo he vivido todo.
Ya no tengo nada que ver con la tierra.
Soy libre, soy feliz.
¿Quién me va a hacer algo?
Tengo luz, tengo las flores, tengo los árboles, tengo una casa propia.
Me siento aquí, me concentro solo un poquitito y allí ya empieza a rodearme un templo, con todos los encantos que siento dentro de mí.
En mis muros ven colgados el arte, la ciencia, la sabiduría, y en el centro de mi sala, la sala de amor, allí estoy sentado yo, allí yazco, rodeado de una hermosa naturaleza, entre las orquídeas del espacio.
Recibo besos de encanto, de armonía; me habla la Madre.
Pero no soy feliz.
¡No soy feliz!
¿Por qué no?
Dios mío, ¿qué se me acerca, qué se abalanza sobre mi vida?
¿Por qué haces que la gente cante y esté alegre?
¿Cómo es posible? ¿Qué viene hacia mí?
Dios mío, soy pobre como las ratas en la primera esfera, no tengo nada".
Otro anda por allí, mira el espacio, tiene luz, tiene vida, tiene amor.
Pero ¡allí es que alguien fue condenado, por ustedes!
Está atado allí.
Esos millones de personas ya no tienen vida; tienen miedo.
¿Miedo de qué?
Del ataúd, de la muerte que no existe, de miles de cosas más, pero tenemos que vivirlas.
Póngale algo en las manos a ese ser humano y dígale, dígale de nuevo al otro: "Convierta ahora este verso en un poema hermoso, conviértalo en una espléndida novelita y comente a la madre naturaleza y pálpela en toda su gloria, en sus leyes definitivas, en sus leyes interiores.
Coméntela para el alma, el espíritu, la vida y la materia, y deje que la personalidad experimente la vida tocando, que la interprete, como sus virtuosos saben hacerlo en el violín, en el piano, en el arpa.
Conviértala en una sinfonía, pero interprete así que no existe ninguna condena.
¡Solo hay vida, luz, amor, gloria divina!".
Millones de personas andan allí y se quedan sin poder hacer nada en la primera esfera, en la segunda.
Esos espacios están completamente llenos de una imponente animación.
El ser humano está preparado, se conoce ahora.
Se ha vencido el espacio, llevamos los planetas y las estrellas debajo de nuestro corazón.
Ya nadie puede contarnos nada, hemos asimilado esa sabiduría.
Hemos completado el ciclo de la tierra, y aun así nos encontramos en la condena.
Acaso ustedes pueden ser felices allí si saben que son madres y que su hijo está allí reventando de miseria, que está siendo abatido, que no posee luz en los ojos ni sentimientos y que una y otra vez, yaciendo allí, tiene que cantar, tiene que gemir: "No hagan el mal porque están condenados".
Conferencias 1, 1950
Un dios que condena eternamente es peor que cualquier otra cosa en la tierra:
¿Qué clase de divinidad es esa, que ciñe allí un espacio, que posee un poder divino, que es Omnisciente, Omnipoderoso?
¿También a Él le hace falta una condena?
¿Lleva en Sus manos una espada —porque la condena es más afilada que una espada que corta—, necesita de una espada en Sus manos para pegar, destruir, quebrar, degollar a Sus hijos, a los que se ha dado a luz en amor por Su vida?
Adelante, ahorquen a esa vida, péguenle un tiro, desfóguense, mientan todo lo que quieran, si quieren hacerlo; si de todos modos debe haber condena, entonces igual pueden destruir su sociedad.
Vamos, participen en mentiras y engaños, de todos modos no es nada en comparación con la condena eterna.
¿Para qué viven, en realidad?
Adelante, insúltense unos a otros, róbense, dególlense.
Desvístanse unos a otros, no hay problema, tomen todo lo que tienen de otro, ensúciense, mancíllense y desfigúrense unos a otros.
¿La condena?
No podrán con ella.
Conferencias 1, 1950
Mientras se siga creyendo en la condena, no es posible el avance real:
Un ser humano en la tierra está encarrilándose para el poder divino y para la madre naturaleza.
El ser humano se está construyendo a sí mismo, se está conduciendo a la evolución, se está pintando, infundiendo animación, se está alabando con cantos y poemas.
Hace un imponente escenario para sí mismo y está sobre él y dice: "Seré como Él, y haré como nos ha contado la claridad.
Sí, ¿saben?, hablaré como las olas de los océanos, como las luces de luces.
Seré como un árbol en la naturaleza, como una fuente, animaré la vida como una fuente vital.
Escribo poemas, toco, me dedico a la música, al arte".
Pero ¿a qué se dedican ustedes en realidad cuando de todos modos está allí esa condena y vuelve a borrarlo todo de sus vidas?
¿Dónde comienza el comienzo y dónde está el final?
¿Dónde comienza a pensar Dios?
Maldito seas, Dios de todo lo que vive, si emana algo de ti por lo que golpeas a Tus hijos, a la luz de Tu vida.
Conferencias 1, 1950
Vamos: recen y canten; si no prestan atención y hacen algo malo —solo un paso, ¿lo ven?—, entonces ya habrán desaparecido.
Nunca más llegarán a la vida, ya no hace falta que hagan nada, ¿lo comprenden?
Conferencias 1, 1950
Esto llega hasta en el Omnigrado divino:
El Omnigrado divino no es feliz, porque todavía sigue habiendo condena en la tierra.
Conferencias 1, 1950

El Juicio Final

Durante una noche informativa, se le preguntó a Jozef Rulof qué piensa el otro lado sobre el Juicio Final:
Tengo aquí la pregunta:

‘El Juicio Final ¿también significa algo para el otro lado?’.
Jozef dice:

“Señora, ahora tendrá que prepararse para un circo.
Podrá reírse, porque cuando me hacen esa pregunta ya me pongo a temblar.
Mire, primero la realidad.
¡No existe un ‘juicio’ final, señora!
Si usted hace el mal aquí, estará de inmediato ante el juicio, y será el resultado de sus actos.
¿Comprende?
Entonces sigo.
¡Así que lo que dice la iglesia católica al respecto son tonterías!
Ahora imagínese ese circo al que me refiero.
Imagínese que los ángeles divinos empezaran a tocar sus clarines, porque ¡eso es lo que ocurre! ¿No?
Hacen sonar los clarines y entonces nos levantamos de nuestras tumbas y tenemos que poner las cartas encima de la mesa.
Pero, señora, ¿qué ha ocurrido en todos esos millones de siglos?
Han desaparecido millones de organismos, o sea, esqueletos, osamentas, se han disuelto.
Hay personas que ahora ya no tienen un cuerpo, y aun así, porque eso es lo que dice la iglesia católica, nos levantamos de nuestras tumbas y hemos de comparecer ante Dios.
¿Todavía se creen ustedes esas majaderías?
Ya no nos queda un solo diente en la boca, y es que esta también ha desaparecido, para gritar ¡‘sí’!
Otros arrastran mi cabeza, hay peleas, porque el ser humano se tiene que poner a buscar sus piernas y brazos.
Pero el tiempo ha hecho disolver nuestros brazos y piernas.
Esto, pues, señora, es ¡el circo para este Juicio Final de la iglesia católica!
Preguntas y respuestas 1, 1950
El alma no está esperando en una tumba:
Ese Juicio Final, donde... ¿entienden?
¿Qué clase de horror es ese de enviar al ser humano al hoyo y dejarlo allí?
Y entonces llega un final; es cuando hablará Dios.
Dios mío, Dios mío, ¿dónde vive la gente que vivió en la era prehistórica?
Hace cientos de millones de años ya vivía gente en la tierra y ahora vive en la Omniconciencia, son dioses; sin Dios, sin Cristo, sin Biblia, sin libros.
Preguntas y respuestas 2, 1951
No hay ningún Dios que juzgue sobre nosotros:
Ese pensamiento espeluznante acerca del Juicio Final, ante el que nos vemos en este contexto, carece de significado de este lado, puesto que inmediatamente después de nuestra muerte entramos a un grado existencial, a un mundo existencial.
Al llegar a la vida astral, no nos esperaba ningún juicio ni se nos imponía un lugar aquí, no, estimado lector, después de nuestra muerte nos encontrábamos ante nuestra propia personalidad.
Nuestro propio interior determina dónde viviremos aquí.
Dios no juzga ni tampoco nos indica un lugar.
¡Somos nosotros mismos quienes juzgamos!
Es el grado de conciencia para nuestra vida del alma el que nos hace sintonizarnos con alguno de los infiernos o de los cielos.
Dones espirituales, 1943
Cristo quiso decir algo muy distinto:
Porque recorren las calles de la ciudad con un “Juicio Final” y esperan hasta que los cielos empiecen a trompetear para convocarlos, con su osamenta pelada.
Cada acto erróneo, si lo viven y sienten, los ubica ante el Juicio Final, porque ahora pondrán las cartas sobre la mesa.
¡Eso es lo que quiso decir Cristo!
Conferencias 1, 1950
Se llama “causa y efecto”:
Lo que para las iglesias se llama el Juicio Final, para nosotros es la causa y el efecto.
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941

Un Cristo débil

Un ser humano puso sus propios problemas en boca de Cristo:
Cristo yace allí, solo, en Getsemaní, todos esos adeptos de Cristo estaban roncando, profundamente dormidos, unos yacían así, otros asá, y Cristo allí, solo, no había nadie junto a Él, y aun así, el mundo cuenta que Cristo dijo: “Aparta de mí este cáliz”.
Señor, ¿comprende lo que ha querido el ser humano que dijo eso?
Ha sido un ser humano que miró unos instantes por encima del mundo y entonces también vio su propia desgracia, pero tenía muchas ganas de deshacerse de ella, y eso lo puso en boca de Cristo.
Preguntas y respuestas 3, 1952
Los autores de la Biblia han asesinado a Cristo de manera incluso peor que la crucifixión:
No significa nada el modo en que se asesinó a Cristo en la cruz.
Pero el modo en que la Biblia destruyó a Cristo, eso sí que lo dice todo.
Pusieron palabras en boca Suya, por ejemplo en el jardín de Getsemaní, hemos hablado de eso muchas veces: “Padre, Padre, aparta de mí este cáliz”, ¿verdad?
Pero ¿quién estaba allí cuando Él dijo estas palabras?
El ser humano se hace esta pregunta una y otra vez.
Y merece la pena hacérsela, porque este ser humano piensa.
Allí están los apóstoles y se han quedado dormidos; allí, lejos.
Eso de Getsemaní es profundo y allí está Cristo y dice: “Dios mío, Dios mío, aparta de mí este cáliz”.
Nadie en el espacio, en la tierra, ha oído estas palabras.
Pero vienen en la Biblia.
Eso lo han cocinado los autores de la Biblia en tal y cual tiempo, han debilitado a Cristo, lo han convertido en un ser humano.
Preguntas y respuestas 5, 1950
En ese momento, los apóstoles estaban lejos de Él.
Porque pusieron muchas cosas en boca de Cristo.
El Gólgota y Getsemaní se lo he explicado.
Se dijo: “Dios mío, Dios mío, que pase de mí este cáliz”.
Y una criatura de la tierra anhela morir por Él.
¿Era débil Cristo?
No puede ser.
Ni nunca lo dijo.
Estaba solo.
¿Quién lo ha oído?
Estamos en Getsemaní, allá, a lo lejos, a doscientos metros de nosotros, a trescientos, no se puede ver a Cristo, en ese momento —eso lo hemos visto, la imagen está allí— estaba solo, y aquí yacen Sus apóstoles; miedosos, no sucede nada.
Entre ellos había algunos sensibles.
¿Quién ha oído que Cristo dijera eso allá, como si dijéramos en Marruecos?
En eso han convertido a Cristo.
Así de grande.
La forma de morir de Cristo.
(Señora en la sala):

—¿No dijeron eso también en el Evangelio, en ‘Mateo’, en ‘Marco’ y en ‘Lucas’?
—Eso lo pusieron en boca de Cristo.
Nosotros solo decimos lo siguiente: han empequeñecido, debilitado, a Cristo.
Eso el consciente divino jamás lo pudo haber dicho.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Cristo no pudo haberse sentido abandonado en la cruz:
A Cristo se le ha hecho decir: “Dios mío, Padre Mío, ¿me has abandonado?”, cuando lo clavaron en la cruz.
¿De verdad que piensan que para Cristo la muerte en la cruz lo fue todo, que tenía miedo a morir en la cruz, de que lo iban a destruir?
A una criatura de la época de guerra de ustedes se le pegó y torturó y se mantuvo firme, no le contó nada a los enemigos de ustedes.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Cristo es mucho más grande:
Esto también es la verdad divina: Cristo no sucumbió en el Gólgota ni exclamó: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?’.
Eso son tonterías.
Nosotros no nos echamos atrás ante ninguna muerte, y entonces Cristo, ¿qué?
Ya no dudamos de Dios; entonces ¿sí de Cristo?
¿Es posible eso?
¿Es así?
Les digo, no solo destronaron a Cristo con todas esas palabras, sino que lo volvieron a clavar en la cruz.
Y esto es, ¡la verdad!
Ellos, pues, vuelven a convertir a un consciente divino en un ser humano patético, y eso es imposible, eso no lo aceptamos, para nosotros ¡Cristo es más grande!
Preguntas y respuestas 1, 1950
La gente no llegó a conocerlo:
¿Y cuántos miles de problemas de la Biblia no habrán puesto en boca de Cristo?
Y Cristo vuelve a decir una y otra vez: “¿Fui Yo?
A mí ustedes no me han conocido.
Preguntas y respuestas 6, 1951
En una noche informativa, se le preguntó al maestro Zelanus cómo es que está eso de Cristo y nuestros pecados:
(Señor en la sala):

—Maestro Zelanus, quisiera preguntarle: hay muchas religiones que enseñan que Cristo vivió y murió por los pecados de los seres humanos.
Yo no comparto eso, ya lo entenderá.
Pero ¿podría usted quizá indicar otra vez cómo es eso en realidad?
Preguntas y respuestas 5, 1950
El ser humano quiso quitárselo de encima fácilmente:
La iglesia católica, el protestantismo dice: Cristo, por Su muerte, les perdonó todo a ustedes, ¿no?
Y entonces basta que ponga las manos encima de ese sacrificio de Cristo, y será usted libre.
Ya le gustaría a usted, ya le gustaría al ser humano.
Ahora no aprende usted nada, ¿verdad?
Preguntas y respuestas 5, 1950
Ya entenderán que si Cristo lo tuvo que aceptar, el ser humano ve...
El error lo construyó el protestantismo y el catolicismo: que el ser humano... que Cristo como Mesías lo perdona todo.
Pero la iglesia católica no sabe nada de estas leyes, la iglesia católica todavía condena, todavía tiene un Juicio Final, y así podemos seguir.
Así que se convierte en un estado humano en el que el Mesías, Jesucristo —nos atenemos a lo humano— lo perdona todo.
Ahora sabemos cómo nació Cristo, de dónde vino Jesús, cómo llegó Cristo al Omnigrado para representar a Dios, eso se lo dicen los libros; y hemos aprendido que primero tienen que materializar cada ley —¿y qué es pues una ley?—, y luego espiritualizarla, hacerla más espacial y más divina.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Eso ya le gustaría a la masa, a la humanidad, posar sus manos encima de Cristo, al que primero han quebrado, destruido, destruido conscientemente.
Se le flageló, la sangre corría, la sangre del Gólgota sigue corriendo por la tierra.
Y los pastores y el clero rezando.
Adelante, recen, y lo perderán todo.
Hay cardenales en las tinieblas, hay papas en los infiernos; no son infiernos, son esferas tenebrosas.
¿Les gustaría pensar que esa gente estuvo rezando?
Han rezado, rezan día y noche, pero no sirvió.
No pueden cambiar ustedes sus vidas con sus oraciones, ya se lo enseñé.
Preguntas y respuestas 5, 1950
¿Es eso, pues, derribar su iglesia?
No.
Esa condena, la disarmonía, que Cristo haya muerto por ustedes, ¿todavía lo acepta?
(Señora en la sala):

—Sí.
—Entonces yerra el tiro.
Cristo no ha muerto por usted, Cristo vino aquí para traerles la conciencia divina.
¿Así que usted acepta todavía que Él murió en la cruz por usted?
(Señora en la sala):

—¿Y no me llevará eso al cielo si creo eso?
—Eso puede creer, pero no le ofrecerá nada.
Morirá usted su propia muerte.
¿Entiende?
Está usted en esa Biblia y acepta lo que pone allí: Cristo murió por nosotros.
Claro, ya le gustaría a usted eso.
Ya le gustaría al espacio.
Y, repito: porque dio Su vida, según dice la Biblia, dice el cura, usted recibirá —mejor créaselo y rece— ... recibirá la vida eterna, entonces la tendrá.
No, usted vivirá su muerte, su nuevo nacimiento.
Ahora es usted madre, pero enseguida volverá aquí y será usted padre.
Sus actos, sus pensamientos y sentimientos los tendrá que dirigir a Él.
Pero tendrá que ganárselo paso a paso.
¿Entiende?
Sin estar atada a Cristo, y sin embargo todo.
(Señora en la sala):

—Él dio allí Su vida.
—No escucha usted.
El no dio Su vida allí.
No murió para mí ni para usted ni para los millones de personas de este mundo, Él fue asesinado allí a conciencia.
Eso es algo muy distinto.
No es duro, hija mía.
(Señora en la sala):

—Lo complica usted demasiado.
Es tan sencillo, eso creo...
—Sí, si retiene eso de usted, es sencillo.
Pero aquello ya no.
Esto la coloca ante Su realidad.
¿Entiende lo que se hace sencillo?
La Biblia dice... el erudito dice: reza y acepta, entonces estarás en condiciones.
Pero para el espacio no lo estará, eso es algo que nosotros hemos tenido que aceptar.
Es tan sencillo si acepta a Cristo y dice: Sí, Él murió por mí.
No, Él tiene que vivir para nosotros: vivir.
¿Le da miedo?
No le hago nada.
Se trata de esa realidad, se trata de hacer disolver esas tinieblas.
(Señora en la sala):

—Cristo vive para mí...
—¿Para todo el mundo?
(Señora en la sala):

—Sí.
—Para todo el mundo.
Para el perro y el gato también, ¿no?
(Señora en la sala):

—Él vive.
—Vive, sí.
Pero Él no murió allí para mí.
Recibiré la vida eterna por medio de Él si vivo las leyes de manera armoniosa.
¿Entiende?
Él no ha podido contar todo de cómo había que hacerlo.
Porque antes de esto le privaron del habla.
Pero sigue usted pensando de forma bíblica.
Y eso es posible, pero no cuando coloque las manos vacías encima del sacrificio de sangre.
Ya le gustaría a este mundo.
Fácil, sencillo.
Ahora va a ser sencillo: mejor me entrego a Él.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Las iglesias convirtieron su conciencia en una maldición:
Porque la iglesia católica, la criatura protestante dice: “Él dio...
Les dio todo, les ha perdonado todo.
Vamos, mejor recen ahora cinco padresnuestros y lo habrán perdido todo”.
Han convertido Su conciencia en una maldición.
Conferencias 1, 1950
La realidad no cede ante un padrenuestro:
“Sí, Él murió por mí, ha quitado mis pecados.
Cada mañana iba yo a la iglesia, comulgaba y rezaba, me confesaba.
Decía: ‘He actuado mal, señor párroco, he engañado a la gente, la he timado.
Sí, ¡ayer me sobrepasé un momento con eso!’”.
“Pues entonces rece cinco padrenuestros y lo habrá perdido”.
¡Ya le gustaría!
Allí es donde reside la verdad, detrás del ataúd, y no solo aquí, es igual en todas partes.
Atraviesan un mundo apestoso, lo huelen.
Conferencias 1, 1950
El hombre tras la rejilla de un confesionario no puede ayudarnos en esto:
Alguien pregunta:

‘¿Todavía es necesario confesarse?’.
Jozef Rulof dice:

“Señora, eso es algo que usted misma tiene que decidir.
Si puede aceptar mis libros y la palabra de los maestros, no solo dejará de lado el confesionario, sino que además se saldrá de la iglesia.
¿Por qué no se confiesa directamente ante Cristo?
Es posible, pero eso es algo que usted misma tiene que querer y pensárselo a fondo.
Ese hombre allí detrás de la rejilla ya no puede ayudarnos y lo sabemos, él no puede perdonarnos, es algo que de todas formas tendremos que volver a enmendar, ¡lo descubrirá por los libros!”.
Preguntas y respuestas 1, 1950
Y en el más allá, esa cruz tampoco sirve:
El católico, el sacerdote tiene su cruz, se aferra a ella con temor.
Digo: “Mejor quita eso, porque ya no significa nada.
Es que no conoce esto.
Por eso los llevo...”.
La próxima vez, o después, venga a La Haya, entonces nosotros iremos al Gólgota y conocerá usted a Cristo.
Ese católico no conoce a Cristo; tiene esa cruz con el Mesías en ella, el Mesías ha enmendado todo para él, con que incline la cabeza ya es suficiente.
Sin duda.
“Criatura, quita esa cruz de allí.
Vamos a enseñarte otro Cristo”.
Y entonces comienza una escuela de aprendizaje universal, cósmica, divina.
Se les explica ley tras ley.
Preguntas y respuestas 5, 1950
La iglesia sigue viendo un Dios como ser humano que puede perdonar, y ese no existe:
¿Qué tiene, pues, la sociedad, qué tiene la humanidad, qué tiene la Biblia, qué tiene la iglesia de la divina ley vital?
Nada de nada de nada de nada.
Sí, cuando habla la iglesia —basta con que escuchen— entonces el cura, el sacerdote, habla al margen de las verdaderas tesis, de los fundamentos echados por la Omnimadre, porque siempre se ve a Dios como ser humano.
Un Dios que tiene amor, sí, desde luego, por el ser humano.
Adelante, ustedes recen, inclínense, y no tendrán nada que ver con enmendarse, con poner nuevos fundamentos, con aceptar nuevas vidas, con el renacer; ustedes confiésense y se habrán quitado todo de encima.
Y eso ya les gustaría.
Conferencias 2, 1951
Al igual que se le atribuyó a Cristo que Él encima habría muerto por los pecados de sus asesinos:
Y cuando vayan a sentir esto, ya sentirán que... tendrán que comprender y les quedará claro que el ser humano asesinó a Cristo de manera muy sencilla.
Encima convierten esta matanza en una gracia.
Es tan horripilante, es exactamente que si el ser humano asesinara a alguien y dijera: “Mira, ahora ese cadáver muerto, esta mutilación, esta deformación, me tiene que poner, además, la corona encima de la cabeza”.
No solo han bebido de mí hasta vaciarme, se me ha quitado la sangre, mi fuerza mental, mi fuerza vital, el alma que se me ha infundido, ahora encima tengo que dar nueva vida a mis asesinos.
En eso han convertido a Cristo.
Ahora Cristo, por haberlo destruido, por haberlo clavado allí en la cruz como el divinamente consciente, tiene que volver a la tierra y decir: “Te perdono todo”.
Claro, pero con eso no hemos terminado.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Cristo no puede perdonar pecados:
Así que Cristo no puede perdonarle pecados a usted, iglesia católica, usted y sus criaturas vivirán en armonía, sentirán y darán amor para todo lo que vive.
La criatura de Dios enmendará cada uno de sus errores, y para eso nació la reencarnación, el verdadero renacer.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
Hay que quitar la palabra “perdonar” del diccionario espacial:
La palabra “perdonar” no existe para Dios ni para Cristo.
Una y otra vez es: perdonar, perdonar, perdonar.
La iglesia católica suplica y pide perdón.
Es que Dios no tiene nada que perdonar.
Cristo tampoco.
Esa palabra hay que sacarla del diccionario para el espacio.
Esa palabra “perdonar” está en disarmonía con la realidad, porque Dios es amor.
¿Lo ven?
Y ustedes tienen que ganárselo.
Conferencias 2, 1951
Solo pocos seres humanos viven una confesión verdadera con remordimiento sincero:
Conocemos la confesión, ¿no?
¿Quieres hacerme creer que ese hombre se confiesa allí, que esa mujer se confiesa allí al cien por cien, y que no hay rasgos de carácter que todavía no, que irremediablemente no quieren formar parte de esa oración, de ese remordimiento?
Eso de inclinar la cabeza, ¿es inclinarse?
La iglesia católica, la confesión, sería impresionante si el ser humano pudiera confesar al cien por cien ante Dios y los espacios; pero se niega, no lo hace.
Pone todavía tanto en sí mismo, y se aferra tanto que no verá su descuido, su demolición.
Sí, existen.
Un día, el maestro Alcar me llevó con él a un confesionario, dice: ‘Vamos, ven conmigo, así podrás oír confesarse un ser humano verdadero’.
Y entonces estuvimos al lado del ser humano en el confesionario y oímos cómo esa madre decía: ‘Asesiné a mi hijo.
Tengo remordimientos sinceros.
¿Tiene eso perdón?
Asesiné a mi hijo debido al impulso y la presión y la voluntad de mi marido.
Ya no tengo vida, a mi hijo lo he perdido.
Me he convertido en una asesina por culpa de esa maldita voluntad de mi marido.
¿Y aún así me tengo que quedar?
Ya no puedo ni ver esa vida’.
Y esa madre, Jeus, tenía de verdad remordimiento, ¡remordimiento!
Quería entregarlo todo y ahora le va royendo el corazón, y el ser humano está al cien por cien abierto para sus penas, su remordimiento: ‘He actuado mal’.
Conferencias 3, 1952
Y también artistas como Bach no vieron más que el sufrimiento:
Por eso Bach lloró hasta quedar vacío cuando volvió al otro lado.
Dijo: “Lo he asesinado a Él.
Lo he convertido en un producto lastimoso.
Debería haberlo convertido en algo muy distinto.
He cantado sobre Sus dolores, pero no vi ni sentí Su conciencia divina”.
Bach aún gime por sus cantos que cada año, y ahora otra vez, elevan ustedes.
Conferencias 1, 1950
Cristo habló del bien y del mal en la manera que se podía comprender entonces:
Cristo habló del bien y del mal, pero trajo la sabiduría divina a la humanidad terrenal según el grado de vida en que esta viva.

Si hubiera hablado como un consciente divino, no lo habría entendido ninguna criatura de la tierra.
Archives, 1945
Sus palabras tuvieron la intención de ser sabiduría vital:
¿Qué les dijo Cristo en ese tiempo?
Y ¿qué hacen ahora?
“Coman y beban Mi cuerpo y Mi sangre”.
Y también nosotros somos capaces de hacerlo, pero ¡la intención de eso es que sea sabiduría vital!
La cosmología de Jozef Rulof 1, 1944
Por eso no pudo haber dado ningún “padrenuestro” al ser humano:
Pregunta número dos: “¿Cómo enfoca usted el padrenuestro tal como lo enseña a rezar la Biblia?”.
Preguntas y respuestas 4, 1952
“No nos dejes caer en la tentación”.
Cuando vino eso...
Siempre ese padrenuestro, y que no para nunca, porque forma parte de esto, eso es el padrenuestro.
Se dice que Cristo dio eso al ser humano.
Entonces los maestros más elevados del otro lado dijeron: “¿De verdad dijo Cristo eso?”.
No saben de dónde vino el padrenuestro.
¿Cuándo oyeren los autores de la Biblia que de verdad se materializó en los labios de Cristo?
“No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal”.
Señora, si no hace el mal ni quiere el mal, no hace falta que Dios la proteja.
Y Dios de verdad que no la va a...
¿Qué clase de padre, de Dios, es ese que deja que la gente —eso no lo hace ningún padre ni ninguna madre de la tierra— caiga en la tentación?
Nos pone ante los hechos y dice: “Mejor ni tocarlo”.
No, los llevará decididamente a ese peligro.
Y entonces a nosotros no nos queda más que pedir: “Por favor, mejor no lo hagas”.
Santo cielo, ¿de qué le serviría a ese Dios?
Preguntas y respuestas 4, 1952
Al padrenuestro lo han violado.
El padrenuestro ha perdido el significado divino para el ser humano, para el Gólgota y Getsemaní, para las esferas de luz, porque vuelve a decir: “No nos dejes caer en la tentación”.
¿Qué clase de divinidad atontada es esta que tiene que suplicar a esta, a esta otra divinidad: “No dejes que caiga en la tentación”?
Y ¿es eso algo que un padre hace a su hijo?
Una madre, ¿lleva a su propia criatura por el camino de la perdición si tiene el sentimiento de poder vivir y aceptar a Cristo, el espacio, un Dios?
Pero aun así existe un Dios para la iglesia católica y la Biblia, para el pastor protestante, para el protestantismo, que tienta al ser humano y que siempre está al acecho para arrancarle un ojo a esa criatura, para privarla de la luz, para abatirla de un puñetazo como si fuera un trapo viejo.
Ese bicho siempre está atareado deformando al ser humano, a su vida, a sí mismo, y llevándolo a las tinieblas.
Ese Dios sigue viviendo en el siglo XX.
Las universidades a las que va la criatura para conocer esas leyes llevan al ser humano después de siete años a la humanidad, se desprende de esa criatura, y entonces el yo divino está encima de la condena eterna.
Conferencias 2, 1951
La sabiduría divina de Cristo se redujo en la Biblia al pensamiento terrenal:
Y Cristo aportó sabiduría divina, pero esta se ha devuelto, reconducido, a la sociedad, al pensamiento y sentimiento humano, tal como lo han analizado los autores de la Biblia.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Cada palabra de Cristo en la Biblia se materializó de manera dogmática:
¿La Biblia?
Sí, cuando Cristo hable de verdad, tendrán ese amor universal.
Cada palabra de Cristo —ahora viene— está dogmáticamente materializada.
Preguntas y respuestas 2, 1951

Pecado

Analizado de manera cósmica, los pecados no existen:
Ni tampoco hemos cometido pecados, porque cuando nos pongamos a analizar y ver esto de forma cósmica, no habrá pecados, podrán hacer lo que deseen.
No hay pecados, no hay errores, solo hay inconsciencia.
Porque tendrán la oportunidad...
Eso no se lo perdonarán, a Dios no le hace falta perdonar nada, porque nos dio todo.
Recibirán otra vez un nuevo cuerpo, podrán hacerse madres y volverán a dar un cuerpo, dentro de ustedes, a esa alma a la que quitaron la vida.
¿Entienden?
Volverán a tener esa armonía en sus manos.
Volverán a seguir.
No hay condena.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Dios no puede condenar o castigar a su propia vida:
¡El pecado es empuje inconsciente!
Porque el “Omnidios” no castiga, no sabe hacerlo, porque se manifiesta por medio de sus vidas.
¡No es capaz de destruir una parte de Su cuerpo, o se destruye a sí mismo!
Archives, 1945
¡Rechacen la palabra “condena”!
¡Destiérrenla de sus escritos!
No tiene posibilidad de existir, significa injusticia, inconsciencia, la palabra no es capaz de vivir.
Archives, 1945
Solo podemos crear una disarmonía temporal:
¡El pecado no existe!
Lo que en la tierra se llama “pecado” es la ley disarmónica creada, como grado de vida.
Archives, 1945
Cometer un pecado es igual que el oscurecimiento de su luz vital.
Acepten que se castigan a sí mismos, acepten que por ahora han oscurecido su grado de vida, y verán su ley disarmónica.
¡Ahora están despertando!
Archives, 1945
Finalmente, todo es evolución y despertar:
—¿No ha creado Dios otra palabra, otras leyes, que nos habrían podido mantener muy lejos de lo erróneo que ha creado nuestra vida?
—Para nada, mi maestro, esta es la creación de Dios.
Tenemos que aceptar estas leyes.
—¿Así que cae por su propio peso, maestro Zelanus, que por la materialización de nuestra divinidad cometeríamos pecados y errores?
—No hemos creado errores ni pecados, maestro.
—¿Así que todo es evolución?
—Así es.
—Despertar.
Archives, 1945
El supuesto mal nos da la experiencia de cómo no hay que hacer las cosas:
¿Qué hay ahora del mal, la condena?
¿Qué quieren constatar estos conceptos tan implacables para la vida del alma de la tierra?
La destrucción de su divinidad.
¿Y es posible?
Todo el mal de este planeta y el de la tierra es evolución.
Es la vivencia de los siete grados de vida antes de que se pueda vivir el amor.
¡Significa experiencia!
¡Aprendizaje!
Archives, 1945
¡Dios no conoce pecados!
¡Dios no ha creado pecados!
¡Dios no sabe lo que es eso!
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
Dios creó leyes y grados de vida y sabía que esos mundos nos despertarían, y ¿eso es cometer un pecado?
¡Ni aunque asesines a un ser humano cometes un pecado!
¡No obstante, Dios está diciéndote: “Dale una vida nueva a esa criatura Mía”!
Dios no puede perdonártelo y ahora puedes enmendarlo todo.
Pero ¡no hay ni un solo pecado!
¡Las leyes son millones de veces peores!
Claro que sí, ¡te conducirá a la “causa y efecto” y a las “leyes del karma”!
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
La Biblia conoce muchos pecados:
La Biblia dice a este respecto, en Juan 9: ‘Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabino, ¿quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido...’, ¿ven?, allí está la cuestión genética, ‘para que haya nacido ciego?
Respondió Jesús: No es que pecó éste ni sus padres, sino que ocurrió para que las obras de Dios se manifiesten en él’”.
Preguntas y respuestas 2, 1951
Jozef Rulof contesta a esto:
Mire, a ver, han puesto tantas cosas en boca de Cristo, ¿verdad?, entonces uno ya puede ponerse a quitar cosas sin parar.
Aquí, en cambio, dice Cristo, es Cristo: “Para que los trabajos de Dios se revelaran en él”.
¿Mediante una paliza?
¿Mediante la destrucción?
¿Mediante la ceguera?
¿Es palabra de Cristo?
¿Es con eso que Cristo tiene que venir a la tierra? ¿Con: “Te apalearán hasta destrozarte, tendrás ceguera, perecerás por el cáncer y la tuberculosis y el cólera, de lo contrario no conocerás a Dios o Dios no se podrá revelar en ti”?
Eso no lo dijo Cristo.
Pero así hay miles y miles de proverbios en la Biblia, que han montado de modo humano.
¿Cómo puede decir algo así un Divinamente Consciente?
¿Se lo oyen decir a los maestros que están en la luz?
¿Es esto un idioma de amor? ¿Esto?
¿De verdad primero hay que destruir cien mil veces al ser humano materialmente y es solo entonces cuando pueden despertar en él las revelaciones divinas?
¿Cómo es posible eso?
¿Quién ha escrito esto?
¿Quién lo ha dicho?
¿Cristo otra vez?
Así se han puesto en boca de Cristo cosas, lo que indica sin la menor duda odio, pasión e inconsciencia.
Preguntas y respuestas 2, 1951
Las reformas eclesiásticas no han quitado los conceptos “pecado” y “condena”:
¿Sienten el caos de Lutero, de la iglesia católica, del protestantismo?
¿En qué han convertido a Cristo?
Ya no queda nada de Cristo, nada.
Preguntas y respuestas 5, 1950
(Señora en la sala):

—En... de Lutero, ¿es que da igual?
Intentó... su intención fue salvar a la gente de la gran degeneración de esa iglesia católica y a cambio darles una fe mejor y más sencilla, otra...
—Del oro quiso...
(Señora en la sala):

—... una fe más libre...
—... del oro quiso hacer cobre.
Es exactamente lo mismo.
Quiso simplificarla, pero aquí lo que pasa es que...
Si uno tiene una realidad y la tiene entre sus manos, puede modelarla.
Quiso simplificarla: esto tenía que hacer esto, y lo otro aquello...
Pero todo lo de la iglesia católica gira y vive alrededor de la realidad, también lo de Lutero.
Para Lutero ustedes siguen estando condenados.
¿Qué quiere hacer esta criatura aquí en la tierra, este gran Lutero, si de todas formas se sigue irguiendo con ambos pies sobre la condena?
¿Qué es lo que va a modelar entonces uno?
¿Qué va a poder hacer?
¿Para qué quieren luchar si viven entonces de todas formas el profundo caos sin poder convertirlo en avance, en evolución?
Si se lo estoy diciendo: ¿por qué aceptó esta vida —pero así es como tuvo que venir la fe— esa lucha?
¿Y por qué incitó entonces a esta vida contra la iglesia católica?
¿Por qué?
Pfft; y adiós todo.
Pongan la iglesia católica encima de la mano, y la fe de Lutero, y el protestantismo...
Al margen de la conciencia de Cristo, ¿entienden, verdad?
Preguntas y respuestas 5, 1950
Los maestros quieren liberar al ser humano de estos conceptos equivocados, no de las iglesias:
(Señora en la sala):

—Sí, quiero preguntar algo, señor Rulof.
Claro, usted está en contra de las iglesias, ¿verdad?
—No.
(Señora en la sala):

—Ah.
—No lo estamos.
¿Ha leído usted los libros?
(Señora en la sala):

—Pues, estoy en ello.
—Pues, lea, entonces ya sentirá que no lo estamos.
(Señora en la sala):

—... puede oírse en su discurso.
—Nosotros solo sacamos aquellos errores de esa iglesia.
(Señora en la sala):

—Ah.
—El ser humano —si es que lo estoy diciendo, el ser humano necesita un dogma, una fe.
¿Quién ha empezado con eso?
La Casa de Israel.
Abraham, Isaac, Jacob.
Pero en la era prehistórica también vivía gente y no hubo ningún Isaac ni Jacob, ningún Cristo ni Dios ni Biblia ni vida ahora en el Omnigrado.
¿Entienden?
No estamos hablando de la fe.
Pero esa condena tiene que salir, porque es imposible que Dios condene Su vida.
¿Le parece mal eso?
(Señora en la sala):

—No, eso no me parece mal.
—El ser humano necesita un asidero.
Cristo, los maestros han dado una fe a la gente.
Y entonces supieron...
Entonces vino Moisés.
Moisés recibió verdaderamente la vida eterna, el amor.
Eso era mucho en su época.
Pero también era un rebelde, porque el ser humano es que no era de otra manera.
Pero cuando uno se atreve... por eso digo, cuando uno se atreve a pensar y quiere enriquecerse a sí mismo respecto a su espíritu, su vida interior, su más allá —tiene que seguir usted, esto no es el todo—, entonces uno lega a ver el “sí” y el “no”, lo que no y lo que sí es cierto, y entonces uno despierta.
El ser humano que sigue aferrándose a esa condena y al Juicio Final y a tantos miles de pensamientos y sentimientos, jamás llegará a tener el sentimiento y pensamiento espiritual.
Nosotros luchamos por eso.
¿Está mal eso?
Preguntas y respuestas 5, 1950
Se trata de la conciencia prehistórica de la condena:
¿Cómo pueden ser justos si ustedes a un niño le dan Dios y al otro lo condenan?
Para la iglesia sigue existiendo un Dios que hace arder eternamente al ser humano.
¿Entienden lo prehistóricos que son estos sentimientos, esta personalidad, esta conciencia, este amor de cara a la justicia divina?
Conferencias 2, 1951
La vida no quiere creer en la condena:
La iglesia reza, lee santas misas para el enfermo, para el moribundo, y quiere privar a esa vida, a esa madre o ese padre, de la evolución.
No obstante, estimada iglesia, ¿no se fue de todos modos de la tierra esa alma?
Si pudiera vencer incluso eso, sí, solo entonces tendría poder, pero esas leyes de vida y esos grados de justicia pertenecen al alma como ser humano y jamás llegará a vivirlos, jamás los tendrá en sus manos, solo entonces serían capaces de malbaratar la vida de Dios, lo que ahora no es posible.
Que Dios nos libre: no tenemos nada en contra de su iglesia, no tenemos nada en contra de su personalidad, pero estos errores tienen que disolverse, no pueden frenar, asegurar la vida por medio de las misas, o sea, sus rezos, el alma como ser humano y como padre y madre llegó a tenerlo en sus manos y no hay poder, ninguno, que pueda disimularlo ni quebrarlo, ¡estas son las leyes vitales divinas para el alma como una deidad!
¿Ya entiende, iglesia católica, lo que posee en realidad?
Si no es así, la ‘Universidad de Cristo’ le gritará que usted no posee más que unos perifollos, que ha creado hermosas túnicas, pero más que eso, algo más, no.
Oro, riqueza, incienso, santificación humana, todo eso lo ha creado para sí misma, usted no entiende de veracidad espiritual, por lo que —usted como iglesia habrá que aceptarlo— tarde o temprano la criatura de Dios comenzará a pensar de todos modos, y entonces ¡se despedirá con toda calma de la santificada vida de usted!
¿No vive usted eso?
¡De esta manera es su propio alto!
La verdad, porque la vida de Dios no quiere creer en la condena y no es capaz de hacerlo, porque entiende en su fuero interior que posee una sintonización divina.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944

Adán y Eva

Cada alma humana comenzó con su primera vida como célula en el primer planeta en el espacio:
Hemos visto que dos células de un mismo grado de vida han creado vida nueva.
Cuando alcanzaron esa unión, eran divinamente inmaculados, universalmente uno en todo, no había disarmonía que pudiera mancillar este ser uno.
Estas células fueron divinamente armoniosas en esto, y vivieron entonces este contacto divino.
Eso se convirtió, naturalmente, en la división, como almas de un mismo grado, una misma vida, una misma conciencia, y ¡para Dios y Sus espacios son ahora almas gemelas!
Lo que he de seguir, y lo que desea de mi conciencia el ‘Omnigrado’, lo que la ‘Universidad de Cristo’ fija como fundamentos, es...
Que Dios ha creado únicamente felicidad, vida y amor, y nada de miseria, que, si estas células saben proteger la armonía, no podrán vivir jamás disgustos, nunca vivirán miseria, jamás vivirán destrucción ni sentimientos disarmónicos de cara a la propia vida, del propio grado de vida como hombre y mujer, padre y madre.
Estas dos células, pues, son capaces de cargarlo todo, porque representan, poseen todas las divinas leyes armoniosas.
No obstante, hermanos míos, volvemos ahora a la vida en la tierra y constatamos de qué manera tan imponente, tan podridamente humana, se han oscurecido estas vidas.
Para el matrimonio en la tierra ya no es posible ver armonía alguna, ¡con tanta destrucción consciente han mancillado los grados de vida de Dios la propia entidad adquirida para la paternidad y la maternidad!
Así que ¿por qué no se puede vivir en la tierra felicidad, amor inmaculado, universal?
¡Porque el ser humano mismo ha mancillado la pureza divina, esta unión ‘universal’!
¡Él mismo la ha deformado!
¡Él mismo la ha violado!
El ser humano se ha desterrado él mismo de esa felicidad paradisíaca y es algo muy distinto que lo que dice al respecto la iglesia, la ‘Biblia’.
Así que constatamos para la ‘Universidad de Cristo’:
que también esa historia de la Biblia es un sinsentido.
Constatamos y ponemos los fundamentos para Dios, como un Padre de Amor.
Para el ser humano como ‘almas gemelas’.
Y ellos, el hombre y la mujer, son capaces juntarse por medio de la unión divina, de vivir las creaciones de la ‘Omnimadre’ con felicidad, por medio del amor; no hay nada capaz de romper esta unión sagrada.
Pero sabemos cómo se siente el ser humano en la tierra, cómo el hombre y también la mujer viven su amor, sabemos que han creado el asesinato y que han incendiado, y que se han arrancado a sí mismos de ese contexto divino, a golpes y patadas.
Y hemos de decir a la iglesia:
lo que la ‘Biblia’ dice sobre el paraíso humano va en contra de la realidad divina.
El ser humano no ha comido de frutos prohibidos, pero se ha arrojado fuera de esta armonía divina a patadas, porque ha querido desfogarse, mancillando así el otro grado de vida y también su propia sintonización, por lo que se disolvió por completo su vida armoniosa para el amor, el matrimonio en la tierra, ¡o sea, que se ha dividido allí de manera disarmónica!
Tanto hablar, pues, sobre ‘comer’ frutos prohibidos es el sinsentido más pobre que han consignado los autores de la Biblia.
Y sin embargo, ¡hay millones de hombres y mujeres que aceptan estos sinsentidos!
La iglesia aún no quiere abandonarlos, porque así mantiene su dominio y todas esas criaturas salen corriendo de la iglesia.
Ahora ella ha de aceptar su importancia y se disuelve, pero eso hay que prevenirlo ahora.
No obstante, la ‘Universidad de Cristo’ explica cada una de estas historias inhumanas de la Biblia y pone nuevos fundamentos para la criatura de la madre tierra.
¿Cuándo empieza a pensar esta criatura?
La iglesia le prohíbe pensar ella misma, pero asfixia así la evolución humana para todas las leyes de justicia divinas.
Lógicamente, como ya hemos seguido, ¡esta historia atemorizante sobre ‘Adán y Eva’ ha de desaparecer de la tierra!
Este ‘Adán y Eva’ a quienes estamos conociendo han vivido otra evolución que lo que la Biblia dice de ello y tiene que contar.
Como chispas divinas no tenemos nada que ver con esos sinsentidos.
No hemos vivido en un paraíso, donde un árbol exhibía sus manzanitas, hemos vivido nuestros estadios selváticos, salimos de las aguas y solo entonces comenzamos con nuestra vida terrestre; así que esas hermosas historias contradicen la realidad divina y ya no tienen bases para existir, ¡son sinsentidos inhumanos!
Y no obstante, esta declaración es el poder de la iglesia católica para mantener para la fe todos esos millones de hombres y mujeres por medio de ese maldito miedo.
Pueden aceptar ustedes ahora que la ‘fe’ de la tierra desaparece, ¡porque el ‘Omnigrado’ quiere que la criatura de la madre tierra llegue a conocerse a sí misma y ‘sepa’ ahora!
¡La ‘Fe’ se convierte en ‘Saber’!
¡Ahora el ser humano de la madre tierra ‘sabrá’!
¡Ahora se limpiarán la paternidad y la maternidad para el ‘Siglo de Cristo’!
Así volverán a adquirir relevancia universal y también divina.
Así volverán la paz y el sosiego, el amor para el hombre y la mujer, y aprenderán a comprenderse mutuamente.
Y además llega a tener en sus manos ahora su grado de vida inmaculado —como la ley de justicia divina— de manera universal, o sea, para la tierra y su espacio, de manera puramente material y espiritual.
Eso es lo que quiso decir la ‘Omnimadre’, y nada más.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944

La Virgen Santa María

Durante una noche informativa en 1950, a Jozef Rulof le hicieron preguntas sobre la santificación de María.
En ese año, el papa Pio XII añadió el dogma de la Asunción de la Virgen:
También pregunta usted: ‘¿Podría comunicarnos su visión respecto al dogma sobre la canonización de María por el papa?’”.
Jozef dice:

“Esto es algo muy católico.
Ya lo oyeron, muchos creyentes no quisieron pasar por ahí, ¡a buenas horas mangas verdes! Pero a la iglesia le hace falta un numerito de esos.
¿Que qué dicen de eso los maestros?
Que la iglesia católica no tiene que declarar santa a María, porque el papa no la conoce.
La madre María dio a luz a Cristo de forma natural, y José y María tuvieron más hijos.
Si la iglesia modifica esa inmaculada concepción, ¿ya no es santa María?
Porque de eso se trata.
Esto no significa nada, señor Reitsma, ¡nada!
María está en contacto con el cuarto grado de vida cósmico y tiene que proseguir su propia vida.
Preguntas y respuestas 1, 1950
Desde la sala se pregunta:

‘¿Así que María dio a luz a Cristo conforme a las leyes de cada madre?’.
Jozef dice:

“¡Sí, señora!
Como hombre y mujer, María y José fueron capaces de dar a luz a hijos, y Cristo regresó a la tierra por los organismos de la creación y del parto, y eso ya es divino.
Entonces ¿qué más es lo que la iglesia quiere añadir?
Así que ese cuento de la iglesia ya no se lo cree nadie que tenga dos dedos de frente.
Y eso, por lo tanto, es aquello de ser santo de la iglesia.
La inmaculada concepción... es una cosa santa para la iglesia ¿y encima divina?
¿Es algo a lo que podemos seguir enfrentándonos?
Miren, ya hay tantas cosas que la iglesia declaró santas, y ¡no son más que fabricaciones propias, lo inconsciente de la iglesia y el palo detrás de la puerta del confesionario!
Si ya no lo hubiera, habría aún más gente que se marcharía de la iglesia, porque entonces todo se hace demasiado corriente, demasiado verdaderamente humano.
Y eso es, pero ¡es algo de lo que la iglesia no quiere oír hablar todavía!
Preguntas y respuestas 1, 1950
Estaba de servicio el Espíritu Santo de Dios:
Señor, eso ya ha provocado guerras, la inmaculada concepción de María.
Esa iglesia católica solo lo agrava, dice: “El Espíritu Santo de Dios descendió en ella”.
Eso fue por sí solo.
Es imposible, es imposible en el espacio.
José y María eran uno físicamente y eso es lo más elevado de todo y lo más sagrado que ha creado Dios.
Eso a la iglesia católica le parece impúdico y obsceno.
Y Cristo dijo: “Tal como lo hiciste estuvo bien hecho.
Y yo he de inclinarme”, y se hizo niño.
Preguntas y respuestas 2, 1951
Va siendo hora de que se haga volar este oscurecimiento católico:
Cristo no está solo ante las puertas de Roma, y dice: “¿Es que siguen con aquello de la inmaculada concepción de María?
¿No fue ella quien me parió? ¿No me parió de verdad?”.
Entonces vieron un pordiosero.
Al hombre se lo llevaron, lo tomaron por un loco mental, y Cristo preguntó ante las puertas de Roma, directamente a la cara del sagrado, poderoso Vaticano católico: “¿De verdad que María me dio a luz a mí?”.
¿Un loco...?
Pero era Él.
“Entonces va siendo hora”, dijeron los apóstoles, dijeron los maestros, “de que pronto la bomba atómica espiritual haga volar por los aires el poderoso fundamento católico para que la gente no pueda seguir oscureciéndose”.
Porque esto es oscurecer, porque esto está al margen de la creación.
Esto no atraviesa el cuerpo maternal, para el que se alumbró y creó la Omnifuente.
Esto va al margen de la creación en sí, la natural, justa, armoniosa, porque “María dio a Jesús la vida de modo inmaculado”.
Y esas leyes, esas justicias no las hemos podido constatar ni en el macrocosmos ni encima o dentro de las aguas ni en las montañas ni estén donde estén ustedes.
Es la misma fuerza que se lava las manos en inocencia.
Es el Caifás en el ser humano, que tortura la verdad y que la clava en la cruz.
Es la mentira de su catedrático y de su teólogo, que siguen amando la condena.
Pero, hermanas y hermanos, para todos ustedes, para esta sociedad y esta humanidad esto es el parón universal.
Es el parón para la primera esfera, porque ustedes tendrán que vivir y aceptar el parto inmaculado, tal como la Omnifuente les dio, como madre, el cuerpo, el alma y el espíritu y la vida, el pensamiento y el sentimiento, porque solo así vivirán el siguiente nacimiento; y entonces eso será para ustedes un nuevo cuerpo, el nuevo ser madre, el nuevo ser padre.
Conferencias 2, 1951
Pero entonces llega el momento y nace Cristo en la tierra.
¿Por la inmaculada concepción?
¡Eso también son milongas!
María y José han dado un organismo a “Cristo”.
María y José fueron completamente uno, como el ser humano tiene que vivir el ser uno para la paternidad y la maternidad.
María y José se unieron y el alma “Cristo” fue atraído desde el “Omnigrado divino”.
Para nada estamos ante una inmaculada concepción, y conocemos esas leyes.
Hermanos míos, ¡la paternidad y la maternidad son lo más sagrado de todo para el ser humano y también para Cristo!
Cristo nace como nace el ser humano, no hay otra creación.
Consignamos para la Universidad de Cristo:
aquello en que lo han convertido la iglesia católica y otras instituciones dogmáticas va en contra de la realidad.
María daría a luz, pero para eso ¡”José” es el creador!
¡Cristo conoce estas leyes!
Sabe cómo nace y ha de aceptar estas leyes.
La cosmología de Jozef Rulof 5, 1944
Mejor que las estrellas conserven su órbita natural:
Pero esa estrella que los maestros de Oriente enviaron allí, señora, tampoco estaba.
Esa estrella no lucía en el cielo ni fue circulando hasta allá.
Y ¿se quedó detenida justamente encima de Belén?
No, señora, esos caballeros eran clarisintientes, porque lo que les llevó al lugar donde Él yacía era la estrella interior del espacio, el propio Cristo.
La estrella del espacio...
Pregunté de inmediato: “Esa estrella..., ¿de verdad que ocupó un lugar allí?”.
Entonces el maestro Alcar dijo: “Ahora conoce usted el espacio, el origen del universo”.
Fue solo entonces cuando lo pude preguntar, fue cuando me lo pudo aclarar.
Dice: “¿Cómo va a poder salir una estrella de su órbita? ¿Cómo va a poder hacerlo la tierra?
Imposible”.
Preguntas y respuestas 2, 1951

Casarse con Dios o con Cristo

“Casarse” con Cristo es una majadería de primera.
Las enfermedades mentales contempladas desde el otro lado, 1945
Querer hacerse santo en una sola vida es apostar todo a una misma carta:
Un ser humano —pueden constatarlo en su totalidad—..., un ser humano —inconsciente o consciente, da igual..., ahora los sentimientos reaccionan— que sigue rotundamente una sola linea —eso también es apostarlo todo de sí mismo a una sola carta—, una sola línea, un solo camino, y que ahora acepta una secta, una religión en lugar del cosmos divino, de la maternidad..., ¿entienden lo patético, lo pobre que se hace eso de cara a Dios, de Cristo, del espacio, del cosmos, del macrocosmos?
Preguntas y respuestas 2, 1951
Y ahora el ser humano piensa —y es eso lo que quería decirles—..., ahora piensa, como si dijéramos, que puede hacer y deshacer con sí mismo lo que quiera, y romperlo; hace chapuzas, hace esto, hace lo otro, dice...: “Soy dueña de mí misma”, dice una mujer, “y no quiero hijos, no quiero tener que ver con esos líos”.
Eso es para esta vida, con todo eso pueden hacer usted su juego.
Preguntas y respuestas 2, 1951
Pero cuando todavía hay que volver a la tierra para disolver karma, es importante mantenerse en armonía con la maternidad:
¿Cómo vuelven ustedes?
¿Cómo quieren volver?
Pues asegúrense de tener hijos.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Porque la maternidad y la paternidad se encargan de que haya un cuerpo disponible para reencarnar en él.
Cuantas más mujeres no tengan hijos, tanto más habrá otras madres que tengan que dar a luz a más hijos para mantener en pie la evolución humana:
Y resulta ahora que una madre da a luz a diez, doce hijos, catorce, dieciséis, solo para mantener en pie el grado humano.
Preguntas y respuestas 2, 1951
Si todo el mundo se va a hacer el “santo” y vive de manera célibe, en cien años la humanidad entera habrá quedado destruida:
“Si de verdad”, dice el maestro Alcar, “tuviéramos la iglesia para este siglo actual y si tuviéramos que aceptarla y todo el mundo viera en ella lo más sagrado de todo, entonces la creación y este universo quedarían por completo destrozados en cien años”.
Los seres humanos no pudieron seguir, porque no había más cuerpos, porque todos éramos sagrados, pero todavía estábamos en este universo deplorable e inconsciente.
Porque este universo todavía es inconsciente, no es más que conciencia material.
El universo espiritual consciente ya no tiene noche, ya no tiene sueño.
Conferencias 3, 1952
Un ser humano puede olvidar cómo ha recibido la vida él o ella misma:
Pero el papa, los cardenales, todos esos curas y capellanes y obispos, ¿cómo recibieron sus vidas?
Preguntas y respuestas 5, 1950
Cuanto más se va enterrando uno en la vida célibe, más se aleja de la maternidad natural y los sentimientos paternos:
Cuanto más asciendan en una fe, en un dogma, y se convierten en algo, y han elevado a todos esos millones de personas, porque son inconscientes, ustedes se los llevan...
Preguntas y respuestas 5, 1950
Pues bien, todo eso pesa sobre la conciencia del papa y de la iglesia católica, de su conciencia, está atado a su desintegración, está detenido ante la madre naturaleza, y ya no hay vida, nada más.
Esa gente es así de sagrada.
Y tienen que volver a la tierra, porque tienen que dar a luz.
Y resulta que ahora son tan sagrados, y que han sido tan sagrados y castos que... esa alma va hacia...
En... no entrarán allí ustedes en una sola vida, irán ustedes al menos diez, veinte vidas...
Porque ya comprenderán... ya comprenderán, cuando empiezan la escuela primaria...
¿Entienden a dónde van ustedes cuando se hacen buenos católicos y cuando se convierten ustedes en monjitas sagradas?
¿Han pensado alguna vez en eso?
Pues, sí, ¿qué ocurre entonces?
En esta vida no llegarán a estar más que en tal y cual grado, en esta vida no son madres.
Por el hospital donde viven ustedes no se harán madres, no alcanzarán ese grado más alto de todos.
Tampoco se harán cura ni tampoco se harán cardenales.
Pero quieren ir hacia allá, esa conciencia permanecerá, volverán a despertar ustedes en la siguiente vida, y la criatura volverá a rezar.
“Ah, esa criatura quiere tener un pequeño altar”.
Y entonces dice la madre: “Mira, esa criatura tiene que ir a la iglesia, tiene que hacerse cura”, porque ya está sentado ante un pequeño altar.
El pasado es consciente al cien por cien, y eso seguirá así diez vidas, veinte.
Y pasarán cien mil años, y veinte mil, para los católicos, y rezan y rezan y rezan, pero en la nueva vida, y como maternidad como monja, y como paternidad como cura, continúan, porque tienen que vivir lo más elevado, tienen que hacerse cardenales, papa, padre, Santo Padre.
Si son Santo Padre, habrán alcanzado lo más elevado.
Y entonces lo serán justamente ustedes, tendrán lo más elevado, pero tendrán lo más bajo de todo, porque estarán fuera de la creación durante mil años.
Preguntas y respuestas 5, 1950
El alumbramiento y la creación de la Omnifuente son asfixiados por esta “santidad”:
Eso se lo dije hace unos instantes: una criatura que llega a ser sagrada —una madre, un alma en el cuerpo maternal— y se hace casta e inmaculada ahoga ahora la Omnifuente en ella, y se niega a continuar la evolución, a alumbrar; a crear.
Preguntas y respuestas 5, 1950
Porque la maternidad es el ser uno con el alumbramiento y la creación:
Pueden decir ahora: “Soy alumbramiento, soy creación, Dios vive en mí”, madre, cuando usted carga a su bebé.
Tan sagrado, tan imponente es para la madre vivir a la criatura, el ser uno con ese alumbramiento y creación.
Conferencias 3, 1952
El no querer participar en el alumbramiento y la creación trae disarmonía para la propia evolución, que toma forma por el renacimiento:
Así que si no quieren ser padres ni madres, están al lado de la creación, y traen disarmonía para su propia evolución.
Conferencias 3, 1952
Esto no solo es verdad para el cuerpo, sino también para los sentimientos y pensamientos:
Porque solo el alumbrar y crear divinos siguen manteniendo en sus vidas la entidad, y ustedes se sienten tranquilos, sienten que tienen conciencia aguda.
Si viven la paternidad y la maternidad, lógicamente se dilatan de manera tranquila, armoniosa, espacial; nada puede interferir en ustedes.
Pero si hay aunque sea una cosita en esa paternidad y maternidad y ustedes han interferido con ella por sus aires de santo y de chupacirios, sus rezos, entonces más adelante, de regreso en la tierra, entraremos en una vida nueva, en la psicopatía para la paternidad y la maternidad, la demencia para la paternidad y la maternidad.
Y entonces quiero ver que pasen por encima del mundo, y que vayan a mirar a las personas, de las que pueden decir ahora: “Han sido padres y madres plenamente, al cien por cien”, ¿les parece?
Y esa paternidad y maternidad también quiere ser un carácter, quiere ser un pensamiento.
Se lo he enseñado y luego les dije, hermanas y hermanos míos: y ahora vivimos, entramos a los sistemas filosóficos para su paternidad y maternidad como fuerza de los pensamientos, como vida de los pensamientos, ahora todo su diccionario se puede vivir y ver, percibir y analizar, y están ante su personalidad divina.
¿Empiezan a comprender ahora algo de ustedes mismos?
Conferencias 3, 1952

Fe

El ser humano recibió una fe por medio de Moisés.
Sí, desde el primer pensamiento y sentimiento, para vincular al ser humano a Dios; pueden leerlo en ‘Los pueblos de la tierra’.
¿Cómo conseguimos... cómo consiguen los maestros... cómo consigue la divinidad de ustedes quitarles esa fe de encima; porque esa ley ustedes la vivirán.
De eso la iglesia no tiene nada.
Preguntas y respuestas 5, 1950
La iglesia puso a millones de seres humanos en la hoguera:
“No fueron más que diez”, dice la iglesia católica.
Pero en estos dos mil años se han echado a millones de personas a las hogueras.
Y antes de eso, entonces no se llamaba “iglesia católica”, sino que eran los autócratas, la autocracia, la destrucción, el querer poseer el mundo, poder, dominio, en nosotros, en nosotros.
Y el sentimiento más pequeño de todos, el más débil, por el que somos predominantes, es exactamente igual a poseer la tierra entera.
Porque esa pequeña chispa tiene que salir de nosotros, porque oscurece la luz.
Preguntas y respuestas 5, 1950
La iglesia blasfemó contra Dios, ¿o es que se ha olvidado de la Edad Media, cuando hizo rugir las hogueras para reducir a brasas a miles de criaturas de Dios, solo para salvaguardar el propio poder?
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
—Hubo millones de personas que fueron masacradas por la fe.
Se construyeron hogueras porque el ser humano dijo: “Es que oí algo”.
“¿Qué?
¡Usted lo que tiene que hacer es creer, no oír!”.
La iglesia católica era así.
Preguntas y respuestas 5, 1950
¿Saben ustedes cuántos millones de personas arrojó la iglesia católica a las hogueras por los cotilleos de otros?
Se señalaba a gente inocente y se decía: “Ella es hereje, y él, y están en contacto con demonios”.
Y la iglesia católica lo creía y tiraba esas vidas a la hoguera; por pensamientos basura.
Pero ustedes saben que eso es homicidio, que pensar de modo vil, equivocado, es un asesinato espiritual para su personalidad y que impide la reencarnación, porque así ahogan su continuación, su dilatación.
Conferencias 2, 1951
La iglesia vendía cielos:
Donde ustedes en la tierra pensaban que era posible comprar con dinero un cielo; se compraba felicidad terrenal, se compraba lo que les diera la gana, se compraba amor y respeto, sí, ¡compraban con dinero a Dios y Cristo!
¡Hay que ver cómo se arrasó en este sentido en la tierra!
Se echaron a perder los cielos como si fueran bienes terrenales, las iglesias dilapidaron los reinos celestiales de Dios con trapicheos, elevaron esta práctica hasta alturas demenciales.
Estas transacciones se establecían con las conciencias tranquilas.
Fue posible durante siglos, pero también esto acabará por esta guerra.
Más adelante ya no será posible semejante trapicheo repugnante.
¡La humanidad sabrá entonces lo que quiere decir asimilar un cielo!
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
¿De cuánto dinero dispones? Es la única pregunta que se hace, y su respuesta es determinante para la cuestión: ¿bienaventurado o maldito?
Las máscaras y los seres humanos, 1948
Claro, hermano mío, ¿por qué la iglesia no hace nada por la criatura de la madre tierra?
La iglesia sabe hacerlo, pero piensa en ella misma.
Aquello de lo que la iglesia es capaz no se puede ver.
No hace nada por el alma y el espíritu, solamente la riqueza, eso es lo que le interesa a la iglesia, ¡a la iglesia católica!
Pero también hay otras sectas que han sacado tajada.
La cosmología de Jozef Rulof 3, 1944
El Siglo de Cristo también empezó para la iglesia y se encargará de pararle los pies de forma divina.
¡Ya no es posible lanzar disparates como verdad divina!
La iglesia tiene que parar de vender los cielos a cambio de dinero y bienes, ¡eso degrada, es inconsciente, crea talentos animales!
¡Los cielos hay que ganárselos!
Rezando y oficiando misas las almitas no pueden acceder a ningún cielo; pensarlo es inconsciente, es hacer rabiar al yo espiritual y maldecir el Omnipoder de Dios.
¡Es por eso que las misas de los curas de ustedes no los hacen avanzar ni un milímetro!
¡Una indulgencia no significa nada para nuestro mundo y las leyes de Dios!
Confesarse y recibir el perdón tampoco lo conocemos en nuestras vidas, ¡eso también son disparates terrenales!
Dios puede perdonarles, pero ¡lo que permanece es la causa y el efecto!
¡De todas formas, ustedes mismos tendrán que volver a enmendarlo todo!
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
La conciencia de la iglesia no es más elevada que la personalidad que habla:
¿Por qué pueden aprobar que una criatura de un pueblo tenga permiso para poder matar al otro ser humano, la otra vida de Dios, porque representan a una patria?
¿A quién tienen ustedes? ¿Cómo es su Dios?
¿Es una ciudad? ¿Es una masa? ¿Es la humanidad? ¿Es el espacio? ¿Es solo el planeta tierra?
No, la divinidad, pues, de todas esas instituciones dogmáticas no es más profunda que la personalidad que habla ahora.
Todo se tambalea y se cae con respecto a la Omnimadre, que es verdaderamente amor, y ese amor se va manifestando.
Conferencias 2, 1951
Para la iglesia, ¡el ser humano puede matar!
Eso puede ser y está permitido, porque la iglesia vive para una patria.
Pero esa iglesia, André, tampoco posee nada más que odio y demolición, y eso no puede representarlo la “Omnifuente”.
¡La iglesia católica sigue siendo capaz, todavía, estamos viviendo en 1950, de bendecir cañones!
La cosmología de Jozef Rulof 3, 1944
¿Qué ha traído el verdadero “Cristo”?
¿Qué ha traído aquí?
¡Que de ninguna manera matarás!
¡Que el ser humano, como la vida de Dios, ha de amar!
Y ¿qué hace la criatura de Cristo, pues?
¡La iglesia dice: “Vete y mata”!
Y también eso, ¿está en armonía con nuestra vida, con todas estas leyes amorosas de la Omnimadre?
¿Entiendes el sinsentido absoluto de todo?
¿El sinsentido para este pensar y sentir?
La cosmología de Jozef Rulof 3, 1944
A Galileo lo mandaron callar:
¿Qué universidad —les pregunto yo, les preguntan los espacios— posee ahora justicia y verdad divina como amor?
Porque cuando acceden a la justicia, a la armonía como ley vital... y eso supone: aquello por lo que Galileo entró a la cárcel cuando el papa violó la vida de este despertar, la justicia, la armonía —porque Galileo había nacido para eso— y dijo: “Padre, padre, la tierra gira alrededor del sol”, esta “santidad” dio un puñetazo en la mesa y dijo: “No”.
Así es como esta vida se blinda para millones de eras, porque detuvo la evolución para la humanidad.
Y así es el papa y el católico, y ahí está el protestante, y allá está la Biblia, el ser humano que ha hecho de la palabra sagrada única una cosa sugestiva para la masa, sobre la que ha emitido, construido, materializado una declaración que ya nada tiene que ver con este Omniestadio como amor.
Conferencias 2, 1951
Cuando Galileo dijo: “Padre, la tierra gira alrededor del sol”, entonce el papa dijo: “Tonterías.
¡Eso ni tocarlo!
Y entonces Galileo estuvo en ese calabozo del Vaticano y lo acallaron para treinta, treinta y cinco años; ya no podía hablar, si no lo arrojaban a la hoguera.
Y esos papas tienen que pasar por la misma escuela.
Y entonces uno dijo al otro —antes de que muriera y llegara el otro—: “Oye, no te vuelvas a equivocar, ¿de acuerdo?
No vuelvas a pasarte de la raya si aparece otro Galileo”.
Preguntas y respuestas 2, 1951
“¿No es asombroso cómo todo esto está siendo organizado por la ‘Universidad de Cristo’?
Cuando Galileo tuvo que abandonar la vida en la tierra, exclamó a Dios: ‘¿Hay que destruir mi imponente verdad, Padre mío?
¿Se esos inconscientes pueden hundir mi trabajo?
¿Puede la iglesia católica mantener ese poder?
¿Fue mi vida en vano?’”.
Y luego llegó a Galileo desde el espacio: “No, no, hijo mío, envío mi criatura ‘Newton’ a la tierra, y esa vida continuará tu trabajo”.
La cosmología de Jozef Rulof 3, 1944
Si los doctores de la iglesia ya han hecho lo que tantos científicos, tendrían que abandonar o revisar sustancialmente la mayor parte de su doctrina eclesiástica que han estado predicando fanáticamente a lo largo de los siglos como si fuera “infalible”.
Entonces las iglesias tendrían que reconocer ante ustedes que a lo largo de los siglos han estado ofreciendo una imagen completamente equivocada de Dios y Sus sagradas leyes, ¿y crees que esto lo reconocerán dada la influencia sobre la masa que aún les resta?
Hacia la vida eterna a través de la Línea Grebbe, 1942
Siguió la política material y así se desmanteló a si misma.
Ahora ya no podrá desempeñar ningún papel de cierta relevancia en estos tremendos acontecimientos.
Roma está moribunda, el futuro lo mostrará a la humanidad.
Está detenida en su evolución, la iglesia lleva siglos hurgando en lo inconsciente.
Lo sensibles espirituales allí no creen que nosotros como seres humanos continuamos en la vida eterna y que aun así podemos seguir en contacto con la tierra.
Nuestro mundo astral lo descalifican a gritos como lío diabólico.
Sin embargo, los milagros divinos que les comenté ya se lo demostrarán de otra forma.
La iglesia no puede dirigir a la humanidad en el laberinto de preguntas por el que esta deambula ahora.
¿Es que es tan antinatural que le dé la espalda a estos “guías” espirituales y que busque una respuesta en otra parte, sin dejarse intimidar por estos, a la pregunta vital: “¿A dónde lleva la vida en la tierra a la humanidad?”.
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
El ser humano todavía deja que otros piensen por él:
“Ya veo”, dice, “madre tierra, sociedad, estás hablando de tu propia miseria
Pues, ¿por qué Dios puede aprobar esto?”.
Escuchen, la sociedad ya está hablando.
“Eso es.
¿Por qué puede aprobar Dios que un idiota, que Adolf Hitler, un diablo, un satanás, destruya, gasee, mancille, deforme a tantas personas, a tantos niños?
Porque eso es, es lo que ahora me llega.
Ahora no se escucha otra cosa.
Esto lo viven todas las personas.
Se lo pregunta la gente.
Sí, sociedad, allí andan otras criaturas.
Ahora su pastor protestante ya no sabe ni qué pensar.
Ahora el señor párroco se queda con la boca abierta.
Los seres humanos piensan, pero en la dirección equivocada.
Todavía no quiere cambiar ese instinto de animal gregario.
Los seres humanos permiten que se piense en su lugar, todavía no pueden sentir, no pueden entender que Dios no quiere tener nada que ver —ni lo tiene— con toda esta miseria, este estiércol, estas tinieblas.
Conferencias 3, 1952
El pensamiento eclesiástico está sintonizado con la tierra crepuscular:
El ser humano de esta tierra crepuscular iba a la iglesia en la tierra, estaba postrado y rezaba, y aun así Dios no escuchó estas oraciones.
Pero es que no amaban más que su edificio de piedra, ¡solo balbuceaban palabras!
Tiene que significar algo rezar y rogar y no ser escuchado.
Es aquí donde yace ese significado.
Ninguna de estas almas conocía a Dios y no amaban, solo seguían la palabra muerta.
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
Si vida interior siguió estando como esta esfera: fría como la niebla.
Todavía tenían que despertar para todas las leyes y sus propios rasgos de carácter.
Unos rezaban más que otros, aun así se volvieron a ver aquí.
No son los verdaderos cristianos.
Estos ni siquiera se detienen ante los cadáveres de los de su propia especie.
El católico odia al protestante, y al revés, y sin embargo ambos dicen creer en el mismo Dios.
Por eso viven en esta esfera, en esta tierra crepuscular.
La humanidad es como su protestante y católico que rezan y que odian a la vez y que incluso se van a la guerra para cargarse a los miembros de su propia iglesia.
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
En esta tierra crepuscular, sin embargo, viven millones de almas, que ni siquiera saben que han muerto en la tierra.
Y eso, a su vez, es muy natural, porque tienen un Dios de la venganza y de la destrucción que aprendieron a aceptar en sus iglesias.
Y debido a que no hay luz en esta vida, a que lo inconsciente domina esta vida, a que aún tienen que despertar miles de rasgos del carácter, sollozan como niños pequeños por su felicidad perdida.
Creen que es una enfermedad la que los ha sacado de su entorno diario y que se les ha llevada a unas instalaciones hospitalarias.
Se sienten enfermos incluso después de su muerte.
Naturalmente, se ayuda a toda esta gente.
Siempre están presentes hermanas y hermanos que quieren convencerlos de esta vida.
Pero hay muchos que ni siquiera quieren aceptar esa ayuda.
Por pensar que se les ha alojado en un hospital increpan a cualquiera que se les acerque y que quiera convencerlos de que han muerto.
Se ponen como energúmenos ante quienes creen que pertenecen a otra fe.
Los responsabilizan de su estado.
A esta gente hay que dejarla sola; también ellos vendrán luego, por iniciativa propia, a pedir ayuda y podremos ayudarlos a despertar para esta vida.
Estas personas necesitarán muchos siglos para alcanzar la conciencia astral.
Hay que convencerlos de todo de lo que hay que desprenderse, porque forma parte de la conciencia material y es un lastre para esta vida.
En la tierra fueron a pique por estos rasgos del carácter; ellos mismos se crearon todas estas desgracias astrales.
Estas personas no hacen más que deambular en la esfera brumosa de la tierra crepuscular y pensar en todo lo terrenal que no quieren que termine nunca.
Su vida entera es confusa, se sienten material y espiritualmente apáticos.
Un grado más abajo entramos en la conciencia psicopática; esas almas también viven en este mundo.
Cuando los hermanos y las hermanas hablan a semejantes personas y quieren convencerlas de las leyes astrales ponen pies en polvorosa, porque no quieren saber nada de estas blasfemias.
¡Lo que tienen cuentan esos hermanos y esas hermanas son historias diabólicas, y sí, son... son...!
No quieren tener que ver nada con eso.
Así es como se han anquilosado en sus dogmas.
Lo tremendamente difícil que es elevar a estas almas desde esto que es inconsciente y convencerlas del estado en el que viven es algo que pueden juzgar ustedes mismos si las siguieran alguna vez.
De todos los hechos ante los que se encuentran en esta nueva vida no aceptan ni uno solo, debido a que en la tierra les han puesto la cabeza como un bombo diciéndoles cosas del más allá que solo existían en la fantasía de sus sacerdotes.
Si ustedes supieran lo horroroso que es para ellos tener que aceptar su decepción, que literalmente todo es diferente, podrán constatar cómo ha mutilado la iglesia la vida de estas almas de Dios.
No se atreven a pensar en nada más que en su propio Cristo y les parece horrible que en el hospital en el que piensan estar no se haya colgado ningún crucifijo.
Pero eso no lo conocemos en nuestras vidas, vivimos en la realidad y hemos llegado a conocer a Cristo de otra manera.
Una y otra vez preguntan por qué todo es tan poco cristiano aquí, pero mientras tanto se niegan a aceptar las leyes astrales.
Pasa mucho tiempo antes de que estas almas lleguen al despertar espiritual.
Y la culpa de eso es de las iglesias y los sacerdotes, son ellos quienes han deformado las leyes de Dios, adaptándolas a su propia conciencia vacía.
Y así es como destrozaron la vida interior de estos creyentes.
Su sufrimiento es tan horrible que quieren estar muertos, pero no saben que fue por la muerte que entraron en esta vida...
También aquí siguen pidiendo alimentos y la vida solo les parece aburrida, porque no hay nada que puedan comprar.
Esta personalidad tiene sed y quiere comer bien, aunque para el mundo astral no necesitan alimentos.
Estos sentimientos y deseos pertenecen al mundo material, del que todavía no se han despedido.
Así que todas esas almas tienen que desprenderse completamente de sus pensamientos terrenales y despertar para esta vida.
Quieren volver a casa.
Preguntan dónde está el médico y piensan conscientemente en la enfermedad por la que accedieron a esta vida.
Están deseosos de ver a sus familiares que vendrán a visitarlos en el hospital.
Creen entonces que están recuperándose y que pronto, cuando están curados, recibirán el alta.
Cuando se les trata de convencer de que han muerto en la tierra se encogen de hombros y no pueden aceptarlo.
Nosotros los convencemos de esta vida conectándolos con sus familiares que ya han abandonado la tierra.
¡Sigue el reconocimiento y ahora están ante los hechos!
Lloran hasta vaciarse y solo ahora sienten a fondo que han perdido todo lo de la tierra.
Aun así continúan anhelando todo lo hermoso de la tierra, que en esta vida carece de sentido.
Así es como vivimos aquí miles de situaciones que todas ellas nacen de la personalidad de la gente que todavía tiene que despertar para el otro lado.
El ser humano en esta tierra crepuscular es como un niño pequeño, porque ha depuesto del odio y la violencia bruta; de lo contrario aún pertenecería a los infiernos más bajos.
Esta criatura, como adulto, es difícil de convencer de las leyes de Dios, y sin embargo, algún día tendrá que aceptarlas.
Solo entonces podremos convencerlos de todo lo malo en sus vidas; después la personalidad estará ante una lucha de vida o muerte: hay que vencer a la personalidad vacua y aun así dominante.
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
Queremos despertar a cada alma de la tierra crepuscular para los mundos más elevados y entonces todo lo que no tenga valor espiritual tendrá que desaparecer, irremediablemente, de este carácter.
Así es la edificación espiritual y el despertar para la primera esfera; esto es así para el individuo, para la masa y la humanidad.
Estas almas fueron a través la muerte hacia la vida eterna, vivieron esa muerte, y aun así: ¿qué han aprendido?
¿No es horrible que un sacerdote hable también aquí todavía de un Dios que condena?
¿No es una mueca que refleja la pobreza espiritual a partir de estos sentimientos?
El hombre lleva toda su vida hablando de Dios como un Padre de amor, pero además también —¿eso cómo casa?—
de un Dios que condena.
Aquí esta alma se encuentra ante su propia tierra crepuscular, su yo inconsciente de la tierra.
Ese hombre tiene que despertar, lo primero de todo en la tierra, hace falta como el aire que respiramos, porque de tantos sermones horribles ahoga el despertar para la vida del alma.
Es un muerto en vida y aun así a la criatura humana en la tierra ¿le quiere enseñar cómo despertar?
¿Entienden lo necesario que es que estas leyes empiecen a hablar en la tierra?
¿Entienden también lo terrible que es para quienes las siguieron y a quienes les decepciona nuestro mundo?
Urge que la humanidad en la tierra llegue a conocer las leyes de Dios y las que son para la vida propia.
Llegar a conocer esas leyes resultará ser el despertar espiritual para el Siglo de Cristo.
Los seguidores de la iglesia están desesperados: más de un pastor recibe de ellos una tunda, después de la cual por fin se da cuenta de los disparates que está trayendo a la tierra como informador.
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
El católico buscará aquí el atrio de Nuestro Señor, pero no encontrará nada que se le parezca.
Eso dejará deslomada a esa alma.
Pero aquí en la tierra no se le enseñó otra cosa.
El protestante se aferra al sacrificio, ha colocado las manos encima de las heridas de Cristo y cree poder acceder a su propio cielo.
Tendrán que contemplar ustedes estas almas raquíticas si quieren poder sentir las desgracias experimentadas; sus vidas interiores son más pobres que una rata.
Pobres de sentimiento, pobres de saber espiritual; esta personalidad es pobre respecto al mundo astral, pobre para Dios y Cristo, para el Gólgota y el despertar espiritual.
Están inconscientes en el saber divino, viven allí y buscan, buscan, buscan lo bueno que en la tierra jamás han conocido.
Estos enfermos de la Biblia también viven de forma apática en nuestras vidas, muchos de forma psicopática, y no hay quien pueda ayudarlos.
Merece la pena, sin embargo, seguirlos, sobre esto se puede hacer un gran estudio.
A estas personalidades hay que ponerlas completamente patas arriba, hay que sacarles todo lo que hayan enseñado a esta vida interior.
¡Y esto es así para el individuo, la masa y la humanidad!
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
Yo les digo: a la iglesia se le maldice en la tierra crepuscular porque ¡ha asesinado a todas estas almas de forma consciente!
¡La iglesia las ha matado a golpes y las ha dejado ineptas para nuestra mundo!
En el Siglo de Cristo la iglesia tendrá que llegar a despertar espiritualmente.
La iglesia ya lleva dos mil años hurgando en lo inconsciente.
Sigue durmiendo, pero ahora sus edificios se derrumbarán.
Los pueblos de la tierra contemplados por el otro lado, 1941
El maestro Zelanus también acogió a papas:
Pero al estar el alma ante las leyes espirituales, y si hay conciencia de que hay que echarlo casi todo por la borda porque la fe católica no es más que un dogma, nos toca a nosotros aquí la felicidad de ayudar a esas almas.
En ese tiempo no tenía más que un sentimiento, quería saberlo todo de los cardenales y los papas, los clérigos de la tierra, que habían completado su ciclo.
Y mi maestro Emschor me acercó a miles de almas, me aclaró las leyes.
Estuvimos presentes en cada uno de los lechos de muerte, André, por lo que se me concedió acoger a millones de personas, por lo que yo mismo desperté, recibiendo así, desde luego, conciencia.
Solo después comencé con mi propia cosmología.
Pero cuando piensas poseer lo más elevado de todo para la tierra y para Dios, y llegas detrás del ataúd y has de aceptar que absolutamente todo es distinto y que tú mismo no significas nada, ¿entiendes que eso abre un boquete en tu alma?
Lloraron como niños, pero más tarde el alma que se les infundió los hizo quebrar salvajemente la iglesia.
Querían demoler ahora lo que ellos mismos habían construido allí, pero eso es imposible: ¡allí nadie los ve ni los oye!
Y entonces están nuevamente en su santa sede que para Dios no tiene relevancia alguna, pero ahora atraviesan los auras vitales de sus sucesores, y ¡para este mundo ya pueden decir ‘sí y amén’!
Nos volveremos a encontrar con ellos, hermano mío, muchos están de camino y han alcanzado para este mundo sus títulos y maestría.
Ahora reconducen la vida de Dios a la ‘Omnifuente’, pero saben cómo su iglesia ha engañado al ser humano.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944
Y entonces el santo supremo de la iglesia católica pregunta al maestro Zelanus si acaso al ser humano no le hace falta una fe:
Usted tiene esa palabra (“santo”), tiene que desaparecer de su diccionario, no puede ser más que verdadero.
Y si posee usted verdad, será universalmente justo en todo.

Y entonces volvimos.
Si ataco la iglesia católica y quiero analizarla, lo hago solamente por medio de mi evolución, entonces tengo los medios en mis manos, en mis ojos, y debajo de mi corazón y en él vive esa sabiduría, la Universidad del Mesías, porque he visto y vivido por completo la verdad, la realidad, el nacimiento, el regreso, la paternidad y la maternidad para esas instituciones dogmáticas.
No demolemos nada, al contrario, ponemos allí en su lugar la palabra universal, la dilatación macrocósmica universal para cada pensamiento, para la verdad.
¿Qué tarea tenían ustedes?
¿Entienden?
“Pero”, dijo, “no es eso, no es eso”, preguntó: “¿Acaso no es eso entonces?
¿Acaso no tiene que tener entonces una fe el ser humano?
Si se la quitamos...”.
“No, el ser humano la conservará hasta que vuelva Cristo.
Porque no se le puede privar de fe al ser humano si no tiene nada más, entonces se estrellará de cara a su amor universal, a su dilatación.
Todo esto se mantendrá hasta que llegue el Mesías, pero no en las nubes para hablar, sino por medio del aparato de voz directa.
Y entonces Él dirá a Su apóstol, a Su discípulo: ‘Vete, habla en Mi nombre de las leyes de tu padre y del Mío, porque tú sabes’”.
Conferencias 3, 1952
Entonces en una sola noche la iglesia se cae de su pedestal:
Cuando los milagros técnicos, a los que pertenece la voz directa, lleguen a la tierra, se caerá de su pedestal en una sola noche.
La cosmología de Jozef Rulof 2, 1944