Estimado lector, estimada lectora:

Ya te hablé en la primera parte de este libro de mi vida terrenal y material, de mis sufrimientos y luchas, de mis preguntas “por qué” y “para qué” y de mi salida astral del mundo material.

Ahora voy a hablarte desde mi vida de este lado sobre cómo la descubrí y acepté, sobre cómo fueron respondidas todas mis preguntas y sobre cómo se me convenció de (la existencia de) un Dios de Amor.

Por muy incomprensible que te resulte todo, es la sagrada verdad, es mi ciclo terrenal, y el tuyo.

Con que solo uno de ustedes (vosotros) abra los ojos y acepte la vida eterna, entonces esta obra y mi sufrimiento no habrán sido en vano.

Lantos