El origen de la paternidad y la maternidad

André está meditando.
Nosotros también, pero seguimos un camino propio, aunque estemos convencidos del acontecimiento ‘absoluto’ que surgió por medio de la luna como madre.
André vivirá ahora cómo ese sentimiento —la vivencia del amor— puede volver tan iracundo, puede dejar tan loco al ser humano de la tierra como hombre y mujer, cuando estos pierden ese amor.
¿Qué es el sentimiento ‘amor’?
Sí, sí, criatura de la tierra, en realidad, ¿qué es el ‘amor’?
Para el ser humano, lo más elevado que se pueda vivir en la tierra, ¿verdad?, eso es lo que a usted le está preguntado André, se lo preguntan ustedes mismos, pero hasta ahora no ha habido nadie en la tierra que haya podido analizar la ‘fuente primigenia’, el origen del amor de ustedes.
Y nos vemos ahora ante esto, pronto se nos revelará para la vida embrionaria y más adelante para el estadio actual a qué pertenecen como seres humanos, como hombres y mujeres.
Se han escrito miles de libros sobre el amor, sobre el hombre y la mujer, ciertamente, lo saben.
Pero ¿ha habido un solo escritor que haya podido contarles qué es en realidad el sentimiento que ustedes como seres humanos viven como ‘amor’, que perciben, reciben cuando sienten cómo tiembla el proceso debajo de sus corazones?
André ya siente lo que va a ocurrir si recibe esos milagros en la tierra.
Se pregunta ¿qué es un beso?
¿Qué profundidad tiene el beso humano?
¿Qué vivo de Dios cuando vivo Su creación, cuando la doy o recibo?
¿Cuando soy padre o madre?
Sí, le llega a él y a su personalidad, ahora también recibe los sentimientos para meditar desde el ‘Omnigrado’, para poder hacer estas preguntas:
¿Qué es el amor humano?
¿Qué profundidad tiene el sentimiento para el amor?
¿Cuándo puede el ser humano vivir amor divino?
¿Es capaz de hacerlo?
¿Qué busca el ser humano en la tierra?
¡Únicamente amor!
¿Para qué vive el ser humano?
¿Para qué vive en la tierra y es padre y madre?
Vamos, ¿qué es el amor?
¿Cuál es la profundidad del beso humano?
El beso humano es profundo, criatura de la madre tierra, hombre y mujer, conforme el ser humano posea sensibilidad como la personalidad.
Y quien ahora tenga que dar un beso protestante, católico, filosófico, un beso al que ha infundido alma Buda, Mahoma, o uno que ha recibido alma del Antiguo Egipto y que posee amor, no llegará a vivir ninguna profundidad espacial, no llegará a vivir ninguna deidad, no llegará a vivir ninguna unión divina, esos besos y ese amor son y es el ‘mua, mua’ inconsciente del ser humano.
André sonríe, lo veo, y por lo tanto sé en qué piensa, tampoco el maestro Alcar puede ocultar su sonrisa, ¡eso, también esto, es verdad sagrada!
André siente ahora que le llega el beso espacial.
Vive ahora el ‘Wayti’.
¡El ser humano es capaz de vivir un beso divino!
¡El ser humano es capaz de vivir amor divino!
¡El ser humano es capaz de dar a luz y crear con profundidad espacial!
Y eso aquí ya lo pusieron en manos del ser humano, del hombre y la mujer y para ellos, ¡como dos almas de un solo grado de vida, una sola ley, un solo sentimiento!
Y ahora el ser humano alcanza esa unión espacial.
Ahora ya no es amor de perros ni gatos, sino amor humano consciente, y ahora, según entiende, cada uno de los sistemas reaccionan para esta profundidad increíble y amor inmaculado que el ser humano vive como hombre y mujer, cuando se ven ante la escisión divina y se dan a sí mismos a la demás vida.
Ahora accedemos al amor espacial, André lo entiende y ahora también puede confirmarlo.
Pero ¿qué es un beso?
¿Qué profundidad tiene?
¿Se ha percibido y vivido materialmente?
¿Es espacial y también espiritual?
El insecto más insignificante puede besar y puede dar amor, pero ¿qué amor es?
¿Qué clase de amor es?
Si el ser humano quiere saber dar amor, tendrá que asimilar sabiduría espacial, solo ahora el hombre tiene amor que darle a la madre.
¿Qué es el amor?
¿Por qué millones de criaturas de Dios buscan amor?
¿Qué es, pues, lo que quieren vivir?
¿Qué buscan?
¿Qué quieren dar?
La madre, el hombre en la tierra ¿ya tienen amor que dar?
¿Poseen el amor más elevado, el espiritual?
Empieza a comprender, ver y vivir que también el amor posee y ha recibido siete grados de vida.
¡Para eso es esta meditación, el ser uno con el sentimiento de ‘amor’!
El beso humano puede representar a Dios, porque también la ‘Omnimadre’... nos llega... ¡se ha dado como sentimiento y se ha revelado por medio de este amor!
¡Y esa es verdad divina!
André pregunta: ¿cuál es la profundidad del beso de Buda?
¿El de Mahoma?
¿El de Ramakrishna...? ¿De Sócrates, Aristóteles, Platón, Rudolf Steiner, Annie Besant,...?
¿El de ‘Cristo’?
¿Cuál era la profundidad del beso de Leonardo da Vinci?
¿El de Rembrandt para su Saskia?
¿De todos los grandes en la tierra, dado a la vida, al alma como madre?
Sí, para eso se sufrió y luchó, a eso están abiertos los reyes y reinas, los emperadores, las princesas y los príncipes, todos los grados de vida para la conciencia social y científica, la conciencia espiritual, y buscan; si no pueden vivir eso, la vida en la tierra carece de importancia, pero todos dieron su amor.
¿Cómo fue el amor de Romeo y Julieta, del hombre y la mujer que son alabados por la sensibilidad artística en la tierra?
¿Qué es, finalmente, la posesión en la tierra?
¿Para qué vivimos como seres humanos?
¿Como hombres y mujeres?
¿Qué estamos viviendo, qué vivieron todos ellos, qué vivió Beethoven, Mozart, Bach, Wagner, qué vivieron todos esos grandes por los que la madre tierra recibió su arte, sus sistemas filosóficos, sus dramas vitales, sus facultades, o sea, la ciencia humana; qué vivieron ellos para su amor y por medio de él?
¿Estaban listos para su amor espacial?
Por medio de sus artes y ciencias, ¿han vivido amor espacial, han podido dar su beso con conciencia espacial?
Por medio de sus artes y ciencias, ¿fueron espacial y universalmente conscientes y se les dio a vivir ese amor? Como hombre y mujer ¿estuvieron conectados y fueron uno en eso con el Dios de toda esta vida?
¿Cuál fue la profundidad de su beso, hermano mío?
¿Cuál es la profundidad de su beso, hombre?
Madre, ¿cuál es la profundidad de su beso?
¿Es eso amor?
¿Es eso amar?
¿Es eso vivir el amor?
¿Fueron felices?
¿Qué es el amor?
¿Han conocido felicidad por medio de sus creaciones?
¿Qué es el amor gemelo?
¿Fueron almas gemelas? ¿Almas como hombre y mujer de un solo color?
¿Un solo espacio?
¿Con un solo sentimiento, una sola fe, un solo saber, ser uno solo para todas estas revelaciones?
Pues bien, hermano mío, ¿qué es el amor?
Para eso el ser humano de la tierra lo entrega todo.
Todo, también el grado de vida animal es capaz de hacerlo.
¿No les dice nada?
¡Esto ya les está diciendo todo!
Esto se va a convertir en la respuesta a todas las preguntas que más adelante harán ustedes para el amor paterno y materno, solo ahora percibirán como criaturas de la tierra lo que más adelante tendrán que dar en cuanto a amor por medio de su conciencia cósmica y percibirán lo que quiso decir ‘Cristo’, ¡lo profundo que es Cristo en el amor!
¡Créannos, los seguimos a ustedes en todo!
Conocemos este amor.
Poseemos, cargamos ese amor.
¡Nos hemos convertido en almas gemelas divinas como hombre y mujer!
¡El ser humano se convierte en una deidad de amor!
Y para eso analizarán ustedes todos esos grados de vida, para el amor humano, ahora son capaces de hacerlo.
El beso humano es profundo en cuanto a sentimientos a medida que la personalidad puede vivir su propia conciencia adquirida, ¡a medida que puede dar!
¿Qué es el amor?
¡Usted llegará a conocer ese amor!
Eso es lo que como un relámpago llega a André, me llega a mí y al maestro Alcar, y es para la criatura de la madre tierra.
Eso se puede vivir, meditamos para ello y nos preparamos para la paternidad y la maternidad.
Pero es André el que puede vivir esta realidad para la criatura de la madre tierra, por lo que puede sondar el amor del espacio.
Qué milagroso es todo, siente, sí: ¿cuál es la profundidad de un beso?
¿Del amor humano?
¿Cómo puedes querer amar profundamente cuando estás encima de la condena?
¿Cuando hay un ataúd, una muerte, un Juicio Final?
¡El ser humano se está blindando contra el amor espacial!
‘Ay, mi madre, Crisje’, envía a la tierra y a su querida madre, ‘qué grande eres en fe, en tu amor’.
André percibe aquí el dolor de la masa que él aún no puede aceptar.
Y luchará por ello, se entregará a sí mismo, para conducir esa masa al despertar espacial.
Y se siente listo para atacar a esa iglesia hipócrita y para conectar a todos esos teólogos con el ‘absoluto’, para ubicar al teólogo ante estas verdades.
Las fuerzas que ahora le llegan y llegan hasta dentro de él poseen la conciencia divina —¡representan el ‘Omnigrado’!
‘Sí, sí, esto es verdad divina...’, suena con fuerza y alegría en su interior y manda a su Crisje, a su madre inmaculada y querida.
¡Esta es la verdad!
Lo que se me concede vivir es justicia divina, madre.
Vivo en el ‘absoluto’, en Dios y con Él, que aquí es amor.
Y no obstante pienso en ti, no puedo olvidarte, Crisje, ¡sigo siendo uno solo contigo!
Soy consciente, al grado, madre, de poder abarcar con mis alas cualquier facultad espiritual, de poder dar clases universitarias, ¡porque ahora sé!
Todavía no hay facultades espirituales conscientes en la tierra.
Los que llevan y poseen estos títulos son inconscientes de espíritu.
Todavía carece de relevancia para el espacio.
Mi Fanny tenía más razón y sentimiento que todos estos eruditos, madre.
En el lugar en que me encuentro ahora, madre, cerca de Dios, aquí en la luna, donde surgió la primera de todas las revelaciones divinas, muchos eruditos de la tierra buscan su estadio inicial, que quieren llegar a conocer o no avanzarán.
Y entre ellos hay cardenales, verdaderos sacerdotes de la tierra —la madre buena, verdadera— que ahora están conociendo a su Dios de amor.
Y esas almas, gente de Dios, me emiten sus pensamientos espirituales, me piden: rompe el poder inconsciente de la iglesia, abátelo, porque es ella quien engaña a millones de personas, que las coloca ante un Dios que condena, algo que no es posible y que ellas ahora llegan a conocer.
Los eruditos de la iglesia católica viven aquí, querida Crisje, experimentan aquí —claro, en caso de que posean luz, o vivan las tinieblas, los infiernos, aunque sin fuego— su vida eterna, la verdad divina, verán aquí que el ser humano nació en las aguas y que la historia de la Biblia es un sinsentido.
Saben ahora que así mancillan el Dios de toda esta vida.
Todos esos teólogos, mi querida Crisje, saben que en la tierra han estado al servicio del poder eclesiástico, saben que se han servido a sí mismos y que asfixiaron el desarrollo espiritual.
Saben que todos esos perifollos, todo ese oropel, no tienen relevancia alguna, viven ahora la realidad divina, han de aceptar todas estas leyes y tienen que asimilarlas.
Te digo, cariño mío: si no hubieran hecho cosas buenas, no vivirían aquí, ¡la mayoría de estas almas habrían tenido que aceptar las esferas tenebrosas!
Escucha, Crisje querida, qué verdades estoy viendo.
Estoy cerca de Cristo, créeme, y puedo hablar a Él, puedo verlo si lo quiero, porque los maestros me han llevado hasta Su vida.
Veo que todos estos millones de almas de la tierra lloran como niños.
Descienden aquí en estas leyes, viven su vida embrionaria como he de seguirla yo, el surgimiento de estas leyes de justicia para la paternidad y maternidad, por las que ven que para este siglo ‘el barro y el soplo vital’ ya no existen.
Y esos inconscientes, que ahora siguen viviendo en la tierra, Crisje, han envenenado a Sócrates, mancillan a toda hora el Dios de toda esta vida, porque siguen siendo capaces de condenar la vida de Dios.
Ellos, estos clérigos de la tierra, querida Crisje, condenan ahora la iglesia, porque saben cómo esta madre ha puesto gente en la hoguera.
¿Acaso no es cierto, sagrada iglesia madre?
¿Cómo llegaste a poner en la hoguera la vida de Dios?
¡Y esa es la verdad!
Usted, como la iglesia madre... ha puesto a la vida de Dios en tus hogueras y la has quemado viva.
Tus propios sirvientes aquí te dicen en voz alta: bruja inconsciente, ¡no sigas condenando!
¡No sigas condenando la vida de Dios, no se puede hacer eso!
¡Dios no condena ni una sola célula!
¿Pensabas que la ‘Omnimadre’ podía perdonártelo?
¡Tendrás que enmendarlo!
¡Sabemos ahora que pronto se quebrará tu poder!
¡Más adelante ya habrá pasado eso de malbaratar los cielos!
La ‘Universidad de Cristo’ te contestará todas tus preguntas.
¿Es ese el amor que puedes dar a la criatura de Dios?
Empiezo a comprender, querida Crisje, lo que quiere el ‘Omnigrado’ de mi vida.
Empiezo a sentir y ver que he de completar una tarea imponente para esta humanidad.
¡Ahora empiezo a saber!
Empiezo a ver y vivir que el amor humano solo recibirá profundidad y concienciación cuando se vive esta ciencia espiritual, ahora mismo un beso es para la madre la concienciación alada, su ser uno con su amor es una revelación y a ambos se les ha aupado al templo de Cristo, para el que ya en el Antiguo Egipto hemos entregado nuestras vidas.
Mi querida Crisje, puedo llorar de felicidad de que veo ahora todo y de que se me conceda vivirlo.
Puedo dar gracias a Dios de que no has tenido los medios para darme un estudio para la tierra, porque entonces allí habrían echado a perder mi vida.
Porque ¿qué eres cuando te conviertes en erudito?
¿Qué eres como teólogo?
Entonces vas a representar con destrucción a ti mismo y a tu Dios.
Hablas de algo que carece de relevancia espiritual, de cuyas leyes no hay una que sea verdad.
Y eso lo está viviendo la gente aquí, saben ahora, querida Crisje, que es peligroso hablar de Dios y representarlo si no lo conoces.
Créeme, aquí, en la luna, veo millones de criaturas de Dios, tienen que llegar a conocer su surgimiento, solo entonces continuarán.
Está representada aquí cada facultad de la tierra, cada erudito que posee luz está postrado aquí, no está rezando a Dios, sino que medita, según las leyes vitales y los grados de vida, para la paternidad y maternidad, para el surgimiento de cada una de estas leyes de justicia, por las que ellos se amplían y despiertan.
Ahora lo saben: rezar no tiene importancia si no quieres vivir armoniosamente las leyes de Dios; no te sirve de nada cantar y leer la santa misa, sigues siendo pobre e inconsciente, aquí saben que han de asimilar el amor altruista, que son hijos de un solo Padre.
La iglesia madre ha de inclinarse ante estas leyes.
Ahora ya no es ella sola la iglesia salvadora, son tonterías, mi querida Crisje, ¡palabrería!
¡Todas las iglesias se disolverán!
Desaparecerán de la tierra, las reemplazará la ‘Universidad de Cristo’.
Y entonces ya no habrá muerte... ni condena y además tampoco ningún tipo de Juicio Final; ¡el miedo humano se disolverá y cederá su lugar a la ‘iniciación’ divina!
Ay, mi Crisje querida, qué sencillo se vuelve todo.
Puedo seguir haciendo comparaciones un poco, y también lo hago, mamá, para darte una idea de aquello en que vivo ahora.
¿No supiste jamás que yo viviría esto?
Claro, Crisje mía, también ahora estoy ante el Gólgota, pero veo y vivo todo de otra manera, sé ahora que me he convertido en un profeta.
¿Has podido soñar esto alguna vez?
Y no obstante: cuando el maestro Alcar puso sus primeros fundamentos en mi juventud, ya eran de una profundidad universal y nos conectaron a los dos con Nuestro Señor, con el que veo y puedo vivir ahora.
Miro a los ojos de todos los grandes que han vivido en la tierra, mi querida Crisje.
¡Mi beso es más profundo!
¡Mi amor se vuelve más profundo!
Debido a que voy conociendo las leyes, construyo esta concienciación universal.
¡Me muevo con alas, Crisje!
La iglesia católica busca aquí su razón cósmica y enmendará el mal que ha hecho.
No es sagrada, créeme, acepta que te lo diga, es profundamente infeliz, es negra, la esperan las esferas tenebrosas y el ser humano que ha aceptado su vida condenada.
Ay, mi Crisje, veo cada uno de esos perifollos, todo ese oro, esas horrorosas riquezas de su vida.
Pero aquí se verá desnuda ante su Dios, desnuda, cada ley vital quiere que se incline.
Cuando los milagros técnicos, a los que pertenece la voz directa, lleguen a la tierra, se caerá de su pedestal en una sola noche.
Y entonces los maestros hablarán a la criatura de la madre tierra ¡y se oirá a Cristo, el verdadero Mesías!
¡Y Él es distinto!
Mi querida Crisje, más adelante serás la madre de un profeta.
Es lo que me dice el espacio, llega a mi vida desde el ‘Omnigrado’ y hemos de aceptarlo, pero se lo demostraré a la humanidad.
No lo crees, pero miro a los ojos del primer Pablo, habla a mi vida.
Dice que yo soy el Pablo del siglo XX.
Oigo a Cristo hablando a mi vida, Crisje, también ese milagro puedes aceptarlo, porque puede vivirlo el alma como ser humano que haya completado su ciclo material y que posea luz, vida y amor para este mundo, el mundo astral espiritual.
Dice que a mí ya no pueden ponerme en la hoguera, que ya no pueden ahorcarme ni envenenarme, esos siglos han pasado.
Pero en caso de que sí fuera posible, mi Crisje, entonces esa misma iglesia sagrada ya me habría liquidado, porque a sus ojos soy un terrible hereje, un animal que se ha escapado, una persona peligrosa para la santa iglesia.
¿Entiendes ahora, querida Crisje, de qué va todo esto?
¿Y que fue el ser humano el que crucificó a Cristo?
Puedo decirte, porque lo veo, que la iglesia ha debilitado Su personalidad al decir que Él, el consciente divino, pereció en el Jardín de Getsemaní, que la santa iglesia madre cuenta sinsentidos, ¡que la iglesia no lo conoce a Él!
Ahora soy capaz de explicarte, querida Crisje, que los apóstoles estaban dormidos y que no hubo nadie que oyó que Cristo dijera: ‘Dios mío, que este cáliz pase de mí’; ¡esas palabras nunca las pronunció la criatura divina!
¿Entiendes ahora, Crisje, mamá, que el ser humano de la tierra destruye a Cristo con esto?
¿Cómo dejaron constancia de todo esto los autores de la Biblia?
¿Por qué la iglesia quiere que Cristo sea débil, ahora que sabemos que por Él miles de criaturas de Dios fueron a la fosa de leones, felices de que se les concediera morir por Él?
¿Era Cristo más insignificante que todas estas criaturas de Dios, que de todos modos no eran más que niños?
Veo y puedo vivir estas leyes, mi Crisje, puedo decirte: son falsedades, son mentiras grandes y burdas que la santa iglesia, como se llama ella misma, ha dado a la criatura creyente.
Todas esas falsedades desaparecerán ahora de la tierra, Crisje.
¡Soy yo el que importa, tu propio ‘Jeus’, quien ha recibido esta tarea!
Eso lo dicen los maestros, lo dice Sócrates, Platón, Buda y Ramakrishna lo dicen, lo dice Pablo y me lo dan los demás apóstoles de Cristo, me lo dan todos los sacerdotes de la iglesia católica que viven ahora la creación; me lo dan los Iniciados, las estrellas y los planetas, así que no me queda más que aceptarlo, ¡pero los maestros lo demostrarán por medio de la sabiduría divina de la Universidad de Cristo!
Sí, madre mía, he de enderezar lo que la iglesia, lo que todos esos inconscientes de Dios han torcido a golpes en los siglos pasados, ¡seré la conciencia más elevada para esta humanidad!
Y para eso serviré, mi Crisje querida; por eso daré a la humanidad amor y también felicidad espiritual, el beso inmaculado, el ‘Wayti’ espiritual para la vida y la muerte.
¿Empiezas a sentir, mi querida Crisje, que el ‘creer’ se convierte en saber y que el amor humano evoluciona?
¿Que las artes y ciencia poseen grados de vida, que la sabiduría de este espacio recibe las grandes alas, por las que el hombre y la mujer se cargarán el uno a la otra?
Si papá hubiera podido aceptarnos en su vida, ¿qué amor habría vivido entonces?
¿No lo habrías aupado entonces hasta en tu alma profunda?
¿No habría recibido papá entonces ese amor?
¿Y no lo quiere toda la vida en la tierra?
¿No es cierto entonces, mamá, que el espacio para la personalidad humana también aúpa el amor y que ahora el beso humano, el estado etéreo para el espíritu, para la paternidad y la maternidad, pone fundamentos espirituales para la vida en el otro lado?
Estoy ante los sistemas filosóficos, mi querida Crisje, tengo que espiritualizar todo pensamiento para la criatura de la tierra, tengo que dar este amor, ¡solo entonces llegará a haber amor en millones de corazones y Cristo ya no recibirá una corona de espinas, la iglesia ya no seguirá malbaratando Su iglesia y Su amor!
Estas son verdades duras, pero tienen contacto por medio de las leyes de justicia, la entidad recibida propia para cada chispa y las posibilidades para poder continuar.
¡Esta es la vida, mi Crisje querida!
He hablado con papá y Miets, los he visto, mi Crisje, ellos también saben para qué he de servir ahora, también ellos han despertado y poseen ahora el amor universal y continuarán.
Papá te esperará y harás viajes con él en este mundo astral, continuarás eternamente con él.
Ahora, hasta luego, de vez en cuando volveré a tu vida, porque no me olvido de ‘s-Heerenberg, es allí donde se pusieron los primeros fundamentos para esta tarea.
Todo es tan sencillo, querida Crisje, está lleno de amor y es una revelación para toda ley vital.
Veo que el maestro Alcar está listo, hasta luego.
André habla desde el espacio a la vida de su madre y a muchos otros que lo conocen.
No puede olvidar a su Crisje, sigue siendo uno solo con su vida, cuyas leyes ‘Jeus’ y ‘Jozef’ han de aceptar ahora por medio de la conciencia de él, por medio de la conciencia de él.
Y también eso veremos ocurrir después, por lo que André aúpa todos sus rasgos hasta su conciencia y los conduce a este despertar.
El maestro Alcar dice ahora:
“Ahora, hermanos míos, estamos ante la entidad de la paternidad y la maternidad.
Para eso hemos de vivir cómo lo paterno se ha escindido de lo materno, para dar a la criatura de la madre tierra que también allí el alma ha de vivir y aceptar ambos organismos.
En la tierra la gente ríe, se encoge de hombros, cuando decimos que el ser humano ha de ser madre y padre si quiere evolucionar para las leyes divinas, si quiere asimilar este espacio.
El señor psicólogo ríe, cuando lo colocamos ante las leyes divinas y decimos: no ría, más adelante, dentro de algunos años morirá, pero luego volverá a la tierra para ser madre, para convertirse en madre.
Millones de seres humanos, de criaturas de Dios siguen riéndose por estas leyes divinas.
¡Hay risas por las verdades más imponentes!
El ser humano se encoge de hombros y ríe, no sabe que ha de vivir miles de vidas antes de haber completado su ciclo en la tierra, no conoce las leyes, no conoce a Dios, no conoce a Cristo, no conoce nada de lo que hemos de aceptar ahora, para eso aún ha de despertar.
El ser humano ríe de lo que no comprende, pero estas ya no son leyes para que el alma como ser humano que ha de vivirlas se burle de ellas, esas risas pertenecen a los inconscientes de espíritu.
La iglesia ríe, el teólogo ríe, los psicólogos ríen, todos ríen por esta verdad, se encogen de hombros y así asfixian la conciencia espiritual de la tierra, de millones de criaturas de Dios.
Y ahora tendremos que asfixiar esas risotadas, meteremos esos sentimientos al ataúd, esas risas horrorosas por algo que se desconoce pero que hacen que las verdades divinas se reduzcan a polvo, a que se les ponga en la hoguera; más adelante esas risas se disolverán, se convertirán en claridad inmaculada para todo ser humano de Dios que piense y sienta correctamente, se convertirá en despertar espiritual, en la ampliación del espíritu, la preparación de uno mismo para la vida del otro lado.
¿Qué lugares en la tierra no habrá donde se ríe en la tierra por estas leyes, las más poderosas que la ‘Omnimadre’ ha creado?
¡Los teólogos se ríen de la reencarnación!
Se ríen de Ramakrishna, ríen y se encogen de hombros ante un iniciado; que el ser humano como hombre tenga que convertirse en madre es una locura, es una verdadera demencia, pero por todos esos pensamientos y sentimientos se quitan de encima todo lo que precisamente ha de representar lo ‘absoluto’ para el ‘Omnigrado’ divino y por lo que se vive esa evolución divina.
Así de pobres son los eruditos, es la iglesia católica, son igualmente muchas religiones, pero ahora esto tiene que desaparecer, porque ‘La cosmología’ aclarará todas estas leyes divinas.
Y solo ahora llegará a haber ampliación en la tierra y desaparecerá, desde luego, el comportamiento de parásito de un sacerdote y una sacerdotisa de la iglesia católica.
Ahora, hermanos míos, vivimos estas leyes divinas.
Cuando hemos vivido el viaje, mi hermano André, para los libros ‘El origen del universo’, no llegamos al punto de analizar estos fundamentos asombrosos, ustedes aún no habían llegado hasta allí.
Ahora que ya no es posible que ustedes sucumban, somos capaces de hacerlo.
Ahora pueden cargar la cosmología en la tierra.
Y nosotros como seres humanos tenemos que llegar a conocer la paternidad y la maternidad como la entidad adquirida, o no avanzaremos.
Son estas leyes las que nos dan la evolución divina, así justamente volvemos al ‘Omnigrado’, no hay otra ley que nos conecte con el amor, solo es posible por medio de la paternidad y la maternidad.
Pero en la tierra se ríen, allí se ríen de Dios en toda Su cara y lo hace la iglesia, lo hace el teólogo, lo hace un psicólogo, lo hacen millones de criaturas de Dios, porque es lo único que conocen.
Porque siguen siendo inconscientes y no se conocen a sí mismos ni al Padre de amor.
Pero ¿entiende lo que mancillan todas esas personas?
¿Entiende lo que pisotean y asfixian por medio de su inconsciencia?
La paternidad y también la maternidad —ya lo hemos vivido— son las leyes esenciales para la ‘Universidad de Cristo’, por lo que explicamos todas las demás revelaciones.
En Oriente han llegado a ese punto, allí viven iniciados que han asimilado esta sabiduría; Occidente aún no está allí y sin embargo el pragmático Occidente piensa poder vender el natural Oriente.
No hay una sola alma de Dios que pueda eludirlo, lo sabemos.
El ser humano ha de asimilar esta sabiduría.
Pues bien, si queremos vivir lo ‘absoluto’ para la paternidad y la maternidad, tenemos que ser uno solo con este nacimiento.
Solo entonces podrán ustedes aceptar todos estos milagros.
Pero han de sentir, hermanos míos, que no podemos dar paso alguno por nuestras propias fuerzas, por medio de nuestra propia ‘voluntad’, el ‘Omnigrado’ divino nos obliga a vivir la ‘ley’, para que veamos y vivamos estos fundamentos, o nuevamente habrá risas en la tierra.
Ya no daremos oportunidad a toda esta gente que se ríe a destruir las leyes divinas, desarrollaremos de modo divino cada una de las leyes vitales para la paternidad y la maternidad, para que el ser humano en la tierra pueda abarcar con la vista sus divinos fundamentos adquiridos.
Y entonces estaremos ante un solo grado de vida para la paternidad y la maternidad.
Síganme ahora, alcanzo esta justicia divina para sus vidas y para las de millones de criaturas en la tierra.
¿En qué vivimos ahora, maestro Zelanus?”.
“Hemos vuelto al séptimo estadio para la vida embrionaria, mi maestro”.
“Exacto, también nosotros estamos sintonizados con esto y ahora vamos a continuar.
Uno de nosotros vivirá ahora la inspiración divina y entonces nuestra vida hablará.
Entréguese a esto.
¿Quién de nosotros es?”.
Y un par de segundos después, André puede decir:
“Soy yo, mi maestro, ahora soy uno solo con los maestros del ‘Omnigrado’ divino.
Soy uno con este milagro, con la paternidad y la maternidad, ¿ha recibido también usted esta unión?
Acabo de ver y vivir el descenso hasta estas leyes.
Ahora soy uno solo con ese estadio, mi maestro.
Voy a observar para el ‘reino de Dios’, para la iglesia católica, para los teólogos, para millones de criaturas de Dios.
Aquí, en este lugar, vemos el séptimo grado de vida para la paternidad y la maternidad, como conciencia embrionaria.
Me convierto ahora en un embrión, pero conservo mi conciencia, por lo que puedo vivir, por lo tanto, estas leyes.
Voy a vivir el instante en que la luna como madre se dividió, poniendo así su maternidad en manos de su vida... o sea, nosotros como seres humanos.
Es decir que ahora voy a convertirme en sentimientos conscientemente alumbradores, por lo que no puedo cometer errores, no puedo vivir falsedades, ya no es posible.
El momento imponente en que la luna se vivió a sí misma como madre, se dividió a sí misma, ese momento vive ahora debajo de mi corazón.
¿Siente cómo entra en su vida este imponente milagro?
Lo que siente usted ahora, mi maestro, es amor divino, es unión divina, pero se convertirá en alumbramiento y creación.
Así que como células viviremos siete grados de vida, es decir, siete transiciones, antes de que podamos comenzar con esta creación y este alumbramiento.
Ahora comienza la era humana, la evolución divina.
La luna como vida divina lo posee todo de Dios, ¡es como es Dios!
También los seres humanos, pues, que hemos surgido desde esta fuente de vida, llegaremos a tenerlo todo en nuestras manos.
Y representamos así a Dios, lo vivimos, pero así evolucionamos de manera espiritual y también material, ampliamos nuestra vida y conciencia, despertamos para este espacio.
Continuaré y analizaré grado por grado el alma como ser humano, no solo para el embrión material, sino también para la vida interior.
Hemos constatado y hemos podido seguir que esta chispa es padre y madre.
Vivo ahora dentro del embrión, soy uno solo con esa vida, pero a mi alrededor hay miles de chispas que han alcanzado este estadio junto conmigo.
Lo que siento es y significa: que la ‘fuente primigenia’ vive dentro de mí, que el ‘Omniamor’ me impulsa y me infundirá alma, lo que percibo ahora es y significa: dentro de mí vive el sentimiento para revelarme yo mismo.
Ese es el primer fundamento para la paternidad y la maternidad que vivo y que me conduce a ese despertar.
Entra ahora en mí la urgencia de dividirme.
Es decir que este sentimiento, mi maestro, es la urgencia divina de darme a mí mismo a la otra vida, de multiplicarme, por lo que creo vida nueva para mí mismo, porque tengo que continuar, tengo que elevarme más, tengo que volver al ‘Omnigrado’ consciente.
Empiezo a comprender que soy una parte de Dios, pero sigue ahora que tengo que representar la fuente vital divina como paternidad y maternidad.
Me convertiré en ser humano, pero soy una chispa de la entidad divina, una partícula de los rasgos divinos, por lo que tengo que aceptar que el ser humano es igual a Dios, que el ser humano no se puede condenar, porque ampliará esa ‘Omnifuente’ como materia, alma, espíritu y personalidad, como padre y madre.
No, no, mi maestro, ya nos somos seres humanos, sino células divinas.
¡Somos embriones divinos!
En la tierra se dice que somos seres humanos, pero ¿quién ha inventado también esta palabra?
¿Quién ha hablado por primera vez sobre los seres humanos?
Fueron los autores de la Biblia, ellos pudieron hacerlo, pero ¿comprenden ellos qué es en realidad un ser humano para las leyes de la ‘Omnimadre’?
Empiezo a ver y vivir, mi maestro, que Dios no creó seres humanos, sino leyes vitales vivas, animales materiales, con la sintonización adquirida que se dio a ese grado de vida, y que es aquí la chispa viva de Su vida.
Así, Dios se representa a sí mismo.
Tenemos que ver y vivir a Dios, y no al ser humano como una entidad, como un ser, así accederemos al principio divino: ¡el Dios dentro de nosotros es como una parte de este núcleo, de la ‘Omnifuente’!
Los autores de la Biblia han cometido errores, deberían haber escrito que Dios ha comenzado a conducirse a sí mismo a las revelaciones materiales.
Justamente debido a que despertara y se desarrollara esta vida embrionaria, pues, también estas leyes vitales adquirieron concienciación y se manifestó esta paternidad y maternidad.
El ‘Omnigrado’ consciente quiere dejarme claro que ellos son dioses, que ellos se han sentido ‘como la Omnifuente’... la ‘Omnimadre’, antes de que pudiera comenzar con las creaciones.
El ser humano, pues, que recibió un nombre por medio de estas leyes, mi maestro, representa una deidad cuyo nacimiento propio vivimos y seguimos ahora.
La palabra en la Biblia que pronunció Dios: ‘hagamos seres humanos’... significa ahora: Yo me materializaré y espiritualizaré, porque tampoco aquí se han hecho seres humanos, para nada, estas son chispas divinas, son células, y evolucionarían, se ampliarían, más adelante, debido a que los planetas se desarrollan, adquirirían una entidad propia con sintonización divina.
Pondré ahora un nuevo fundamento para la Universidad de Cristo y puedo decir:
Dios se representa a sí mismo en todos los espacios surgidos por medio de estas chispas materiales.
Dios se representa a sí mismo debido a que como vida embrionaria comenzó con la paternidad y la maternidad.
Dios se representa a sí mismo por medio del alma, el espíritu y también todos los demás rasgos que algún día será como ser humano, pero significa un grado de vida, un núcleo material, el organismo humano tan deseado y conocido en la tierra.
Ese es el fundamento más profundo para nuestra deidad recibida, lo dice el ‘Omnigrado’ a mi vida y hemos de aceptarlo.
Ahora se me envía: ahora continúe, pero no olvide este fundamento, ahora nosotros somos dioses, somos Dios mismo, hemos recorrido ese largo camino y completado nuestro ciclo divino.
¿Es usted consciente de lo que esto significa?
¡Significa que usted llegará a conocer la propia creación al margen de la Biblia!
Y solo ahora puede usted comprender su deidad y ¡comprenderá que jamás puede ni quiere condenarse a sí mismo!
Así que ahora llego a la unión con el núcleo de Dios, mi maestro, con una chispa de la ‘Omnimateria’, el ‘Omnialma’ y la ‘Omnivida’, y con los que viviré la paternidad y la maternidad, para las que me dividiré.
¡Así que el ser humano en la tierra posee sintonización divina!
¡Esa es la verdad y hemos de aceptarla!
Pero más adelante nos veremos ante estas leyes.
Y solo entonces seremos capaces de demostrar a la criatura de la madre tierra que no hay condena alguna, que jamás existió, porque Dios no puede condenarse a sí mismo.
Si eso está claro, voy a continuar.
Así que lo que vivimos ahora, mi maestro, es un fenómeno divino.
No podemos eludirlo y si fuéramos capaces de hacerlo, crearíamos disarmonía y ya en ella tendríamos que aceptar la destrucción, pero eso no es posible, hemos de continuar, aquí nuestros sentimientos alumbradores y creadores dominan para todas esas leyes vitales.
Ahora voy a vivir esto para mi deidad.
¿Les queda claro eso?
Todo lo que se me da a vivir en la luna y en este espacio es debido a que despertará mi vida divina, pero ahora material.
Así que voy a hacer que todas estas leyes me representen y me encuentro ahora ante la entidad, como padre y madre.
Ahora soy capaz de vivir este nacimiento por medio de esta división y puedo asimilar su sentimiento y sabiduría vital, debido a que he alcanzado el grado de vida humano y consciente para la tierra.
Es mi posesión adquirida, también la de usted y de millones de otras chispas vitales para Dios, la ‘Omnifuente’, que han alcanzado los mundos conscientes, pero cuyo ‘Omnigrado’ consciente nos habla ahora.
Ahora que esta división está empezando, hermanos míos, soy capaz de sentir a fondo y abarcar con la vista mi plan divino.
Ahora voy a dividirme y vivo así, o sea, después de mi liberación material, el acceso al mundo astral, el mundo para el renacer.
Cuando hemos seguido este mundo, cuando hicimos nuestras comparaciones, no cometimos errores, vemos ahora que vivimos esta verdad divina conscientemente y por tanto podemos poner un nuevo fundamento para la ‘Universidad de Cristo’ que dice y demuestra con conciencia divina:
¡La muerte no existe!
¡Hay un renacer!
Y eso ha de aceptarlo usted, criatura de la madre tierra, o ya nos habríamos disuelto en este estadio, no podríamos vivir ahora continuación divina, esto ya habría sido el final de nuestra vida, de nuestra evolución divina.
¡Dios mismo evolucionó!
Dios vivió Su renacer, se reveló Él mismo por medio del siguiente grado vida que viene ahora, pero por el que nosotros como entidades pudimos comenzar con una vida nueva, pero más consciente.
¡Esos son fundamentos divinos para la ‘Universidad de Cristo’!
Y ahora a seguir, mi maestro.
La luna, pues, como vida, como alma y espíritu, pero nacida desde la ‘Omnimadre’, me da la posibilidad de comenzar con esta vida, con esta evolución.
Soy uno solo con la otra chispa, llegaremos al ‘darse uno mismo’.
Tenemos que vivir esta unión, tenemos que dividirnos, porque así llegará a haber vida nueva, surge otra célula de nuestra existencia.
Mire y viva este milagro.
Nacerán millones de células desde el cuerpo lunar, hasta que la luna se haya dividido por completo como madre, y entonces también ella podrá comenzar con su muerte.
Y podemos vivir por medio del estadio actual que también esto es verdad, y la vemos moribunda.
Así que ella se dividirá, es su tarea y se convertirá en la chispa humana y divina en la tierra, eso será la imagen divina que no sabe nada de barro y un poco de soplo vital, que jamás sintió nada y son las palabras de un inconsciente.
Aquí hemos entregado parte de nosotros mismos a la otra chispa.
Pero me llega ahora mismo, mi maestro, que esto es también la conciencia más elevada hasta este momento.
Así que estas primeras células ya habrán avanzado lo más que se puede para todos los espacios; eso explica también que usted y el maestro Zelanus hayan alcanzado ya las esferas de luz, pero que yo siga viviendo en la tierra, junto a millones de otras personas, pero que se hayan llenado mundos, que hayan surgido mundos para la conciencia más elevada, incluso que el alma como ser humano haya alcanzado el ‘Omnigrado’.
Puede aceptarlo usted y tienen que aceptarlo en la tierra, la iglesia ha de inclinarse ante esto, porque para el estadio actual han surgido cielos en que viven los ángeles de Dios —como dice la iglesia—, lo que es verdad, pero significa para Dios que unas vidas han avanzado más que otras.
Y esa ley nos reconduce ahora hasta esta primera célula, pero nos conecta directamente con el consciente ‘Omnigrado’ divino, y llega a mi vida:
‘Esa chispa, esta célula, o sea, este primer nacimiento, continuará, se desarrollará espiritual y corporalmente y más adelante, dentro de millones de eras, alcanzará la conciencia más elevada como ser humano, como ser astral, pero además para el ‘Omnigrado’ divino y algún día volverá a la tierra como ‘Cristo’, el Mesías.
Eso nos lo aclararán las leyes de vida y renacer, pero ¡entonces estaremos en el ‘Omnigrado’ y veremos a ‘Cristo’!
Y eso significa, por tanto, que también Cristo ha tenido que vivir estas leyes de la luna.
Quiere decirle a usted, mi maestro, y a la criatura de la tierra, que desaparecerán un sinnúmero de santidades para la iglesia católica, porque también ellas van en contra de la realidad divina, ¡porque dirán que hubo un día en que también Cristo vivió en la luna y que comenzó allí con su vida!
¡Hemos de vivir aquí estas verdades increíbles para la tierra y dejarlas consignadas para la Universidad de Cristo!
Cristo dice: ‘No soy nada más que tú ni que lo que la vida recibió por medio de la paternidad y la maternidad.
Yo soy alma de Su alma, vida de Su vida, chispa de Su personalidad, pero fui una de estas células que llegaron primero a esta densificación, ¡que vivieron la paternidad y la maternidad para la “Omnimadre”!
Sí, sí: “Yo” volví a la tierra desde el consciente “Omnigrado” divino, pero sabes cómo me han recibido allí.
¡Consigna esta verdad divina para “Mi” Universidad!
Me verás y vivirás en el consciente “Omnigrado” en que vivimos ahora.
Así que continúa, ¡te esperamos!’.
Es lo que el Mesías dice a mi vida, hermanos míos, y ¡hemos de aceptarlo!
Así que vemos a Cristo, mi maestro, que pertenece a estas primeras células.
Y somos uno solo con ese estadio, nos entregamos, nos dividimos.
¿Qué entienden ustedes, pues, de la paternidad y la maternidad?
Esa conciencia sigue sin llegarnos ni entrar en nosotros.
Recibiremos y asimilaremos esta concienciación en los siguientes nacimientos que vienen ahora.
Son estos siguientes nacimientos, mi maestro, por los que se manifiestan la paternidad y la maternidad independientes.
Así que lo que hemos de vivir como células materiales es este imponente milagro.
Más adelante nos atraerá la vida nueva y joven que ha nacido por medio de nosotros, porque formamos parte de esa vida del alma.
Por tanto esas criaturas poseen la vida por medio de nosotros y pertenecemos a esas vidas, por lo que se estableció esta certeza infalible para el renacer, y pudimos comenzar con la siguiente vida.
Nos damos cosas el uno al otro.
Es bueno y es verdad, pero ¿qué viviremos por medio de eso, mi maestro?
Llegaré a la unión con la vida de usted, ahora viviremos el milagro imponente.
¿Cómo se siente usted mismo como vida y conciencia embrionaria?
Somos uno en sentimiento, uno en alma y conciencia, tenemos las mismas fuerzas, somos uno en espíritu, pero ahora dividimos nuestro organismo, nos pegamos como ventosas los unos a los otros hasta que llegue la escisión y moriremos como el primer embrión.
¿Entiende usted ahora que solo damos una partícula nimia de nosotros mimos, y que sin embargo llega así la fecundación?
¿Entiende, mi maestro, que usted y yo no percibimos que ya somos padre o madre y que aún hemos de vivir esa entidad?
Ya nos dividimos, ya lo hemos vivido, pero ahora para la entidad como padre y madre.
Ahora entra en mí el maestro Zelanus, él es ahora quien vivirá la continuación de este plan de Dios, pero yo lo sigo y seguiré manteniendo esta unión”.
E inmediatamente puedo continuar y contestar:
“Eso es cierto, hermanos míos, estoy viviendo esta sacralidad divina.
Si seguimos ahora viviremos que accederemos a la entidad ‘paternidad y maternidad’.
Así que naceremos únicamente para llegar a tener en nuestras manos estas leyes, terminaremos esta vida para evolucionar, para ampliar nuestra conciencia o no avanzaremos.
Y es posible, el siguiente estadio nos da ese desarrollo.
Así que daremos a luz y crearemos, volveremos al mundo astral, viviremos cómo se nos vuelve a atraer, como nos volvemos a convertir en padre o madre, hasta que poseamos esa entidad.
Y eso es lo que ocurrió aquí, vivimos ese milagro, para que se nos conceda colocar también esos fundamentos para la Universidad de Cristo, como verdaderas leyes vitales, pero hemos vivido esta entidad como estadio embrionario y tenemos que aceptarlo ahora”.
“Estas son leyes divinas, hermanos míos...”, continúa el maestro Alcar, “por lo que analizaremos para la criatura de la tierra todos los fenómenos para la paternidad y la maternidad, para la vida de la madre naturaleza, también los que son para el reino animal.
Son estos siete grados de densificación los que como seres humanos nos darán la evolución divina, por los que recibimos ampliación, despertar y también más sentimiento, no solo material, o sea, para el organismo, sino también espiritual; después llegamos a conocer la personalidad para la materia y el espíritu.
Pronto seguiremos brevemente también esas entidades.
¿Cómo es, pues, la vida en la tierra?
¿Cómo llegan a la evolución allí estas leyes de densificación?
El ser humano, el hombre y la mujer, ¿conocen estos fundamentos divinos?
El ser humano ha de vivirlos, abandona la paternidad para vivir el organismo materno y entonces se convierte en madre.
Pero lo sabemos: millones de almas como seres humanos, incluso eruditos, se ríen de estas leyes y siguen sin poder creer, aceptar, que la paternidad y la maternidad son para el alma, que así vencen la creación de Dios y que estas son las leyes de revelación esenciales por las que la ‘Omnimadre’ pudo comenzar con su evolución.
A fin de cuentas, el ‘Omnigrado’ quiere que nos detengamos más tiempo aquí que lo que nos den a vivir los siguientes estadios, porque aquí, en este estadio para la luna como madre, podemos vivir cada una de esas entidades para el alma como ser humano.
Si continuamos, vemos que el embrión material se ha ampliado, que se ha podido densificar increíblemente, pero entonces nos vemos ante la creación existente y la luna como madre ya ha creado millones de grados de vida consecutivos.
Entonces el estadio final es el de pez, el más elevado para la luna como madre.
Hemos abandonado la maternidad, ustedes han podido vivirlo, entre el tercer y cuarto grado.
¿Lo comprende la criatura de la tierra, maestro Zelanus?”.
“Pienso, mi maestro, que todo esto no es tan sencillo para el ser humano que no sabe nada de todas estas leyes”.
“¿Puede usted hacer entonces algunas comparaciones respecto de esta revelación divina?”.
“Por supuesto, mi maestro, es posible.
En pensamientos voy a volver a la tierra.
Veo el imponente azul para el espacio, pero ahora llegará a haber un cambio.
¿Qué va a ocurrir ahora, mi maestro?
Lo que voy a vivir así son las mismas leyes que las que se nos concedió contemplar aquí para el primer instante, para la luna como madre, y lo que sucedió para la ‘Omnimadre’.
Ahora llega a haber densificación en el espacio, se van formando nubes, André puede vivir este proceso todos los días y por lo tanto puede seguirme.
Llega a haber una erupción, es una tormenta, pero son procesos de densificación, esas nubes se oscurecen, cae lluvia.
Así fue cómo aquí se densificó y dividió la vida, ahora como la vida divina astral.
Puede ver una gota de lluvia como la chispa humana, pero espiritual.
Así que para aquí es plasma divino, para la tierra y su espacio es materia densificada como lluvia, como puede vivirlo el ser humano en la tierra.
Ese es el proceso de densificación, mi maestro”.
“Exactamente, vemos que estos milagros de creación no han cambiado en nada, que todavía podemos vivirlos en la esfera de la madre tierra.
Así fue como nacieron aquí esas leyes de densificación y recibieron la entidad.
Así que la lluvia es una entidad para la creación, surgió por medio del recalentamiento, de la evolución atmosférica y es comprensible para la criatura en la tierra, pero aquí esas leyes vitales fueron de inmediato divinas, porque esta vida sigue siendo espiritual, astralmente material, aunque ahora, por los grados de vida que vendrán, serán materializadas.
Pero ahora, hermanos míos, la división para la paternidad y la maternidad en la tierra.
¿Cómo podemos vivir esa transición, André? ¿Dónde se puede ver y constatar esa transición para la paternidad y la maternidad?”.
“Sé lo que quiere vivir usted, mi maestro, para que pueda contestarle.
Hay madres en la tierra que poseen el organismo, pero que no tienen el sentimiento para vivir la maternidad.
El erudito lo llama la ‘homosexualidad’... hay hombres y mujeres que perciben esta división y que no saben qué hacer con sus organismos.
Hace un rato ha comentado usted estas posibilidades, pero ahora nos vemos ante esos estadios de transición naturales para la paternidad y la maternidad, y también tenemos que aceptarlos.
Acabo de vivir que desde la paternidad accedimos a la maternidad.
Entre el tercer y cuarto grado viví esas leyes y no fui padre ni madre.
Está claro, mi maestro: tuve que deponer la paternidad para entrar en la maternidad y para el ser humano en la tierra es ahora la falta de esos sentimientos conscientes y maternos, la conciencia para ser madre”.
“Muy claro, hermano mío.
¡Así que podemos consignar para la ‘Universidad de Cristo’ que la homosexualidad en la tierra no es nada más, no puede ser nada más que el hecho de que el alma como ser humano se libera de la paternidad o la maternidad, que el alma como ser humano ha de vivir los estadios de transición para despojarse de la paternidad o bien la maternidad, o para evolucionar para esas leyes!
Ahora podemos decir en voz alta a los eruditos:
La ‘homosexualidad’ no tiene nada que ver con la pasión, el fenómeno mismo como sentimiento está viviendo las leyes divinas para la paternidad y la maternidad conscientes.
Pero eso significa, por tanto, que en la tierra nacieron siete grados de vida distintos para la paternidad y la maternidad.
Que en ellos viven padres y madres que aún no poseen el sentimiento consciente para dar a luz y crear, pero que pueden y deben asimilar ese sentimiento a lo largo de las vidas venideras; solo después el hombre y la mujer se sentirán conscientemente padre y también madre, y ¡ya no habrá homosexualidad (véase el artículo ‘Homosexualidad’ en rulof.es)!
Así que debido a que hemos seguido y podido vivir estos siete grados de vida para la paternidad y la maternidad, hermanos míos, somos capaces de analizar estos sentimientos para la criatura de la madre tierra, por lo que nosotros y también la vida en la tierra llegaremos a conocer estos fenómenos.
La ciencia todavía no conoce estas leyes.
Los eruditos buscan la pasión, los eruditos dicen que es la pasión de la personalidad, pero han de aceptar ahora que detrás de la personalidad, o sea, del ser humano, como padre y madre, se encuentra y vive la verdadera ‘ley vital’ por excelencia, ¡que domina absolutamente todo, cada uno de los rasgos de carácter!
El ser humano, pues, que está ampliándose según las leyes divinas para la paternidad y la maternidad vive entre el tercer y cuarto grado que en una vida no posee el sentimiento paterno ni materno, y se encuentra entonces ante estos estadios.
Ya somos capaces ahora a analizar miles de rasgos de carácter, como fenómenos espirituales para la criatura de la madre tierra, pero lo haremos más adelante, cuando nos veamos ante estos fenómenos humanos.
¿Qué fenómenos, mi hermano André, viviremos entonces para la tierra?”.
“En primer lugar la homosexualidad (véase el artículo ‘Homosexualidad’ en rulof.es), además de la psicopatía (véase el artículo ‘Psicopatía’ en rulof.es), los muchos rasgos inconscientes para el hombre y la mujer, para el espíritu, para la vida y el organismo material”.
“Muy cierto, y ¿para qué más, maestro Zelanus?”.
“Para los siete grados de vida para toda enfermedad, mi maestro”.
“También eso es verdad, y si pasamos a eso, veremos que también las enfermedades poseerán siete grados de vida antes de que pueda comenzar la verdadera destrucción.
Ya ha de entenderlo: estamos ante las universidades para la ciencia espiritual de cada uno de los fenómenos y somos capaces de analizar cada fenómeno para la criatura de la madre tierra.
¡Así de profunda es, pues, la ‘Universidad de Cristo’!
Por tanto, la ley del nacimiento fuerza a la vida a continuar y también a desprenderse de la paternidad y la maternidad, debido a que el alma como ser humano ha de vivir esa entidad como padre y madre, no, no: como sentimientos creadores y alumbradores, si quiere poder continuar su evolución adquirida.
Así que vivimos que únicamente por medio de la paternidad y la maternidad podemos vivir las leyes de densificación, que estas leyes divinas dominarán a todas las demás y ¡que son ‘universalmente divinas’!
Así que ¿por qué somos para la tierra hombre y mujer?
Dios, la ‘Omnimadre’, ¿solo creó ese organismo para la madre?
Para nada, así el alma como ser humano llega a vivir su proceso evolutivo y es a la vez creador y alumbrador, pero el organismo humano llegó a tener esa entidad en sus manos.
Y la criatura de la iglesia católica, de un sinnúmero de sectas espirituales, no hace caso de ese milagro divino, por lo que ahora el alma como ser humano se blinda contra la evolución divina.
¿Qué más se nos ha concedido vivir, hermanos míos?
En primer lugar, pues, que moriríamos.
¿Y después, André?”.
“El acceso al mundo espiritual y astral”.
“Muy cierto, ¿qué ocurrió entonces y por medio de qué leyes, maestro Zelanus, hemos vivido allí otra cosa?”.
“Cuando hube vivido mi primera muerte, el morir, entré a ese mundo para prepararme para el siguiente nacimiento”.
“Eso es cierto, pero ¿por medio de qué llegamos a tener en nuestras manos esas leyes, André?”.
“Muriendo, mi maestro”.
“También eso está claro, pero todavía no me conecta con el acontecimiento esencial.
¿Qué ley vital es la que me fuerza a volver a la siguiente vida?”.
“Mi propio crear y alumbrar, mi maestro.
Entiendo ahora lo que quiere saber usted de mí.
Aclararé este acontecimiento.
Lo que usted quiere saber es para mí como la chispa de Dios, el acontecimiento en la materia.
Usted quiere saber si también el renacer se ha convertido en una entidad”.
“Eso es lo que importa, hermanos míos, ese es el acontecimiento esencial para el alma.
Porque juntos hemos alumbrado y creado vida nueva.
Esa ley, pues, o sea, esta unión, nos da la posibilidad de continuar más adelante nuestra propia existencia dentro de la vida material.
Lo que quiere ahora el ‘Omnigrado’ divino es que analicemos estas leyes con claridad, para que el erudito de la tierra no pueda volver a escudarse tras sus preguntas, tenemos que analizar claramente para la Universidad de Cristo que el ser humano mismo ha creado su reencarnación, su continuación.
Tenemos que dejar constancia de que forzosamente tiene que haber reencarnación, o la vida —ya lo hemos seguido— ya estaría aquí en un punto muerto.
La vida, pues, que nació por medio de nuestra unión, de nuestra propia división, tendrá que atraernos, porque pertenecemos a esa vida.
Así que es nuestro grado de vida, y no otro, el que tiene que atraernos en el momento de la división, porque pertenecemos a ese núcleo, a ese estadio.
Y eso, pues, es el renacer que aquí ya se ha convertido en una entidad y que ya se le puso en las manos al alma como ser humano —para aquí la existencia embrionaria—, y que para la luna ya se le puso en las manos al ser humano.
Así que dejamos constancia de esos fundamentos para la Universidad de Cristo y podemos decir:
¡Para toda la vida de Dios hay ‘reencarnación’ o Dios habría creado injusticias y esas leyes todavía no hemos podido vivirlas!
Exclamamos a la criatura docta de la madre tierra: ¡Has de reencarnar!

¡No hay una sola alma de Dios que pueda eludir estas leyes!
Por medio del renacer continuamos como hombre y mujer, por medio de la maternidad y la paternidad vivimos como vida divina el nuevo y siguiente nacimiento, por el que ampliamos nuestra vida, y la conducimos al despertar divino.
¡Esos son sistemas divinos!
¡Leyes divinas!

Y toda la vida de Dios, sea donde se encuentre para la tierra y su espacio, ha de aceptar estas leyes, porque son las leyes creadoras y alumbradoras que la ‘Omnimadre’ ha dado a nuestra vida y por las que ‘Ella’ se manifestaba.
Así que nos atrae nuestra propia vida, surgida por esta escisión, nos dice que volvamos y entonces vivimos el siguiente nacimiento, la vida nueva como padre o madre, como hombre o mujer, como sentimientos alumbradores o creadores.
Creo y acepto que la criatura de la madre tierra llega ahora a conocerse, empieza a sentir como madre, o sea, como el alma... que ha de dar a luz y crear o se desconectará por completo para la continuación y la vuelta a Dios, está ahora en un punto muerto.
¿Entiende ahora, iglesia católica, cómo golpea a sus hijos?
¿Cómo los deforma?
¿Cómo lo mancilla?
Fuerza al alma como ser humano que sigue sus leyes a vivir la deformación.
Se coloca a usted mismo y a sus seguidores en un punto muerto.
Y eso significa:
Su castidad no tiene relevancia.
Su ser santos no tiene valor para la creación divina.
Diga a sus hijos que den a luz o creen, o usted creará disarmonía para su personalidad y también como sentimientos, ¡su iglesia!
Cambie estas leyes, deje que sus seguidores se convierten en madre y padre y su doctrina, la fe católica, se mantendrá con vida, ¡se volverá universal para la tierra!
Si no quiere hacer caso, más adelante se convertirá en su demolición, ¡en su punto muerto para su reencarnación!
No sigan riendo, eruditos, sacerdotes, de estas leyes, de todos modos tendrán que vivirlas, así volverán al ‘Omnigrado’.
Enseñe estas leyes a la criatura de la madre tierra, haga que su hija se familiarice con la maternidad, prepare a su hijo para la paternidad, porque ¡son las leyes esenciales que han creado Dios y la ‘Omnimadre’!
Estas son las leyes vitales para el futuro en la tierra, que tendrán que vivirse antes que todas las demás, la Universidad de Cristo los obliga a aceptarlas y vivirlas.
Eso se nos concede decirle ahora en voz alta a la criatura de la madre tierra, hermanos míos, y tiene que quedarle claro a la vida de allí.
Así que vamos a continuar.
Es decir que viviendo el proceso de muerte hemos continuado.
Ahora ¿qué es la muerte para cada grado de vida... André?”.
“Evolución... mi maestro.
La muerte es ahora el acabamiento total de esa vida.
La muerte para el embrión y más adelante como ser humano en la tierra tiene el deseo de ser despertar y nada más”.
“En efecto, hermanos míos, podemos exclamarlo ahora: la muerte no existe, la muerte material y corporal, donde sea que se encuentre la vida de Dios, significa ‘Evolución’; el alma como ser humano y el animal —es así para la flor y la planta, para todo grado de vida materializado— vive así su siguiente nacimiento, el nacimiento para su despertar, el nacimiento para su regreso a la ‘Omnifuente’, la divina existencia consciente.
Así que somos capaces de dar felicidad a la criatura de la madre tierra.
No sigan llorando a los que se van de su lado, ellos vuelven a Dios.
No importa cómo sean esas vidas, conscientes o inconscientes, preanimales o animales, basto materiales o materiales, también seguiremos y analizaremos esos grados de vida para la tierra, el alma que hay en ellas continuará y se elevará más, volverá a vivir el mundo material para la paternidad y la maternidad o accederá entonces al mundo astral espiritual.
Y en eso seguirá preparándose para el ‘cuarto grado de vida cósmico’, un universo distinto y más elevado, más consciente.
¡Estas son las leyes para la criatura de la madre tierra!
¿Qué entidades podemos seguir ya aquí, maestro Zelanus?”.
“En primer lugar hemos vivido las que son para la paternidad y la maternidad, y después el mundo espiritual y astral para el renacer.
También la muerte es una entidad.
Y entonces el renacer.
No obstante, mi maestro, lo que hemos de seguir aquí es... lo que constatamos para la criatura de la madre tierra se convertirá en que, por medio de la muerte —la vivencia última para el embrión— el mundo material (y el alma) se han dividido a ellos mismos y esto significa que también el alma como ser humano ha creado su propio mundo”.
“Eso, hermano míos, es por lo que ya aquí podemos constatar que se creó un mundo espiritual y astral.
Que algún día, el alma tendrá que experimentar ese mundo astral.
Que algún día, ella como ser humano habrá alcanzado ese grado de vida consciente.
Ese mundo, pues, para la vida embrionaria, es ahora el mundo para el renacer.
A ese mundo lo llamamos, o sea, en nuestra existencia consciente, el mundo de lo inconsciente.
Es decir que el alma ha vuelto para morir, lo que es la preparación para la siguiente vida.
Pues bien, si entramos a la esfera de la tierra, nos conectamos con las leyes que ha de vivir el ser humano en la tierra, entonces tampoco esa posibilidad habrá cambiado en nada y significa que también el ser humano volverá al mundo de lo inconsciente para prepararse para el siguiente nacimiento, pero sabemos también que poseemos el más allá consciente.
Y esa es la liberación de la madre tierra, ahora el alma como ser humano ha completado su ciclo para la tierra.
De lo que se trata para los maestros, pues, es lo siguiente.
Ahora hemos de demostrar que el alma como ser humano ha llegado a tener en sus manos cada una de estas leyes.
Y gracias a que se nos concedió vivir estas leyes, podemos demostrar que son los fundamentos divinos, por los que el alma como chispa de Dios se materializará y espiritualizará.
Así que eso dice:
¡detrás de la muerte hay vida!

¡Detrás de la muerte el alma vive!
¡Detrás de la muerte se prepara para volver!
Así que la muerte material solamente es el estadio definitivo que se vive para la paternidad y la maternidad.
Esa es la muerte material para la vida humana y también animal, al igual que para la flor y la planta, para toda la vida de Dios que forma parte de Sus creaciones y que ha de representarlo a ‘Él’ por medio de esa vida.
Esa es la felicidad, es la bendición para la criatura de la madre tierra, que los maestros han de dar a la vida de la madre tierra, aunque por medio de Cristo, pero para lo que tenemos que vivir estos viajes.
Todo esto cambia la vida en la tierra, hermanos míos.
Si los pueblos de la tierra aceptan esta sabiduría divina, en esto no se vivirá ni pena ni dolor, al contrario: ¡el ser humano sabrá entonces que volverá a ver a sus seres queridos!
Si seguimos esta vida un poco más, hermanos míos, nos vemos ante el alma gemela.
Y también ese es un acontecimiento imponente, por el que el ser humano en la tierra puede vivir el amor más elevado, porque allí posee su propio grado de vida como hombre o mujer.
Ahora nos llegamos a encontrar ante las leyes del matrimonio, y, además, ante la felicidad, la comprensión, ¡el amor universal!
Y ahora, cuando entramos al estadio terrenal, ha de quedarles claro que por tanto el ser humano se ha ahuyentado a sí mismo fuera de este amor divino, que ahora puede vivir otro grado de vida, o sea, no el suyo propio, debido a que ha creado disarmonía y a que enmienda a ese grado de vida, pero ¡por lo que dan un paso al frente la pena y el dolor humanos!
Aquí fue donde la chispa de Dios vivió la sintonización propia, el grado de vida propio, creado directamente a partir de Dios.
Significa, por tanto, que se vive aquí armonía divina.
Ya hemos hablado de eso, pero ahora analizamos también esas leyes, para que la criatura de la madre tierra comprenda que surgieron trastornos humanos y que fue el alma como ser humano la que creó el bien y el mal, teniendo que aceptar así su dolor, y su falta de comprensión.
¿Qué es, pues, la felicidad, hermanos míos?
¿Qué es el amor?
La felicidad para el ser humano en la tierra se puede vivir únicamente cuando el alma como padre y madre pueda vivir su propio grado de vida material y también espiritual.
¡Esa es la unión humana!
Es la paternidad y la maternidad, pero detrás de esto, ¿qué vive, mi hermano André?”.
“El grado de conciencia para la personalidad humana, mi maestro”.
“En efecto, esa es la única respuesta.
La personalidad humana ha podido ampliarse espacialmente.
Es esta la que ha de representar la paternidad y la maternidad, y que también la vivirá, pero esta vez conforme a la conciencia adquirida como sentimiento.
Y esos sentimientos, hermanos míos, los seguiremos más adelante, cuando vivamos las leyes para esa personalidad humana y las analicemos para ‘La cosmología’.
Lo que veremos así es que el ser humano es como Dios en el ‘Omnigrado’, porque ha asimilado las leyes vitales como sabiduría.
Lo están viendo: penetramos hasta el núcleo para cada ley vital.
¡No hemos podido cometer errores!
También es aquí donde vivimos la división para el timbre humano, también de eso hemos hablado ya.
Aquí mismo todas esas entidades alcanzaron un mundo propio y la representación de esa tarea, la propia tarea impuesta para la vida y conciencia orgánicas.
A cada tejido que más adelante forme parte del organismo también se le dará a vivir una tarea propia y poseerá una entidad.
Así que está claro, y hemos de aceptarlo, que también los sentimientos han recibido esa entidad.
Y esa es la chispa de Dios como sentimiento, como vida consciente, para la tierra el ser humano como sentimiento, ¡como una personalidad que ha de vivir las leyes espirituales y también las materiales!
¡Ese es el ser humano!
Y este ser humano, estimada iglesia católica, no nació por medio de un poco de barro y soplo vital, ¡esa historia de sus vidas va en contra de la realidad divina!
Esto, hermanos míos, se convertirá en la imagen divina.
Es el ser humano como lo ha creado la ‘Omnimadre’.
El ser humano como materia.
El ser humano como alma y también como espíritu, ¡cuya alma y espíritu seguiremos en el siguiente viaje y que analizaremos para la ‘Universidad de Cristo’!
¡Así que este ser humano lo ha recibido todo de Dios y es como Dios!
¿Qué representa ahora la iglesia en la tierra?
¡Nada más que un poco de perifollos espirituales!
También todas las sectas que quieren hacer una ciencia divina por medio de la fe.
Así que podemos exclamar y consignar para la Universidad de Cristo:
¡también el protestantismo no es más que una fe!
Haberse reformado no es más que una fe, pero ¡esto, lo que estamos viviendo ahora, es sabiduría divina!
¡Es lo verdadero!
¡Es la palabra ‘absoluta’!
Esto es la verdad vital divina y la ‘Universidad de Cristo’ la trae a la tierra, ¡y es así para toda la vida de Dios!
¿Qué trajo Buda, pues? Despertar espiritual.
No obstante, no trajo sabiduría divina, esos fundamentos no pudo ponerlos él ni los demás, ¡eso lo hacemos nosotros!
¿Qué trajo el Antiguo Egipto a la tierra?
Sabiduría vital, mística... y también el vencimiento del organismo humano, por el que llegamos a conocer las leyes ocultas.
Para eso, mi hermano André, el maestro Zelanus escribió los dos libros ‘Dones espirituales’ y analizó en ellos los dones, para que nosotros podamos continuar.
Todas las religiones, pues, en la tierra, traen y representan una fe, iluminan algo, dan al ser humano algo de Dios, pero la mayor parte de ellas llevan al ser humano del mal a algo increíblemente peor, donde se queda atrapado en un lodo que es capaz de volver loco y golpear la vida de Dios, así de claro es que esos perifollos han comenzado con la destrucción humana y espiritual.
¿Es cierto esto?
Sí, sí, dice el universo en voz alta a mi vida, ¡lo vive la criatura de Dios en la tierra!
Si la criatura de la madre tierra puede aceptar esto, hermanos míos, entonces todos los dementes religiosos se disolverán, entonces ya no quedará ninguno en la tierra, porque ya no es posible, ¡porque ahora el ser humano sabe!
¡Este es el regalo de Dios, de Cristo para esta humanidad!
Así que hemos de traer sabiduría divina a la tierra, ¡ciencia divina y espiritual!
¡Ya no creemos, porque sabemos!
Y esto se convertirá en la posesión de la humanidad, más adelante toda criatura de Dios ha de aprender estas leyes y solo entonces, mi hermano André, sus libros se dispersarán a toda velocidad por la tierra.
¡Nuestro trabajo, la tarea de usted y nosotros para Cristo, para Dios, para la humanidad!
No condenamos, amamos todo lo que vive.
Ya puede aceptar la iglesia, o sea, ‘Roma’, que más adelante estará desnuda ante Dios.
Ahora ya no tiene nada que contar, nada, porque lo harán los maestros.
Entonces recibirá enseñanza la criatura de la madre tierra.
Solo entonces llegará a conocer el Dios de toda esta vida.
Llegaremos a ese punto, y servimos para eso, para eso sirvieron todos los ‘grandes’ que han vivido en la tierra.
Así que vivimos siete transiciones materiales y corporales antes de que accedamos a la paternidad y maternidad conscientes.
Entre el tercer y el cuarto grado de vida, la paternidad y la maternidad se dividen.
Es de relevancia esencial para las leyes de la madre tierra que ahora seamos capaces de analizar todas estas leyes y tenemos que aceptarlo.
Ahora podemos continuar, hermanos míos.
No obstante, el ‘Omnigrado’ que suscribimos sostiene que aquí no se han creado trastornos, que Dios no los conoció ni jamás les dio sentimientos.
¿Están oyendo lo que digo?
Dios no dio jamás su sentimiento para una ley disarmónica, ¡nunca jamás!
Y por eso más adelante podremos demostrar que tampoco tiene nada que ver con toda esa miseria de la tierra; para nada, nada, estimada iglesia, una y otra vez volvemos a su conciencia, para decirles alto y claro que Dios como un Padre de amor no es capaz de condenar ni tiene nada que ver con toda esa miseria de la madre tierra y sus criaturas, eso el ser humano se lo ha hecho él mismo.
¡Dios no creó enfermedades!
¡Dios no golpeó a Sus hijos, Su vida, con leyes destructoras!
¡Dios no creó infiernos en llamas!
¡Dios no quiso guerras!
Dios dio de comer a Sus hijos, lo dio todo y más a Su vida, pero es el ser humano quien dio esa sensación a sus sentimientos tragones... quien abrió sus sentimientos a la demolición y la destrucción, a la mentira y el engaño consciente, quien se abrió al asesinato, a asesinar e incendiar y a toda esa miseria en la tierra.
Eso es lo que pudo hacer e hizo el ser humano como un ser divino.
¡Dios no es capaz de golpear a Su vida, con nada, o se pega a sí mismo!
¿Ya le va quedando claro, iglesia católica?
No nos hace falta hablar de esta manera a Buda, porque él no quiso cometer esos errores.
Son ustedes en la tierra quienes han producido los perifollos más desafortunados, quienes condenan al ser humano, y ¡ninguna otra religión fue capaz de hacerlo!
Tenemos que aclararles millones de leyes vitales según las leyes y revelaciones divinas, y somos capaces de hacerlo.
Una y otra vez, lógicamente, volvemos a su vida y personalidad.
Cuando hayamos abierto las leyes para la criatura de la madre tierra, atacaremos su vida, ¡porque Cristo quiere que ustedes despierten para el Dios de todo lo que vive!
Dios no es capaz de perdonar pecados, ¡les dio todo!
¡Dios simplemente no puede perdonarlos por medio de Su Hijo, Cristo, porque cada chispa de Dios, como ser humano, posee y ha de representar Su divinidad!
¡Cada religión de la madre tierra llegará a la Universidad de Cristo!
Así que los sacrificios de sangre ya no tienen relevancia alguna.
Pero hablaremos de eso más adelante, cuando accedamos a la conciencia humana llegaremos a conocer también esas leyes antinaturales, que no fueron creadas por Dios ni por la ‘Omnimadre’, ¡sino por ustedes mismos!
Ya les gustaría, pero aquí llegamos a conocer las leyes de justicia y tenemos que aceptar todo esto.
¡También usted, iglesia!
Santa iglesia madre, le demostraremos que no tiene nada que ver con este acontecimiento sagrado, usted sigue siendo inconsciente; ¡lo que posee para su conciencia es lo mismo que presunción!
¡Es pobreza de espíritu!
¿Se asusta ahora?
En estos viajes la asustaremos una y otra vez, ¡para que pueda despertar!
Sí, sí, pobre mujer, ¡ahora mismo usted despertará y perderá su poder!
Esto es así por ahora para la iglesia católica, hermanos míos.
Pero volveremos cuando estemos ante la Biblia y el ser humano recibió una fe.
¡Y entonces demostraremos que Dios no habló a Moisés!
¡Entonces demostraremos de manera divina, espiritual y científica que fueron los maestros, o sea, seres humanos, quienes desde su mundo llevaron la vida de la madre tierra hasta este despertar!
Y entonces quitaremos sus infiernos en llamas a la iglesia católica, también ese desafortunado purgatorio, todos esos malditos perifollos, esas milongas y mentiras que ella ha creado.
Eso es, pues, lo que quiere nuestro ‘Cristo’.
Entonces, hermanos míos —lo que le importa a Cristo—, constataremos que la Biblia comienza con falsedades, ¡con palabrerías!
Millones de personas siguen creyéndolo, millones de personas se dejan engañar por esto y no llegarán jamás a conocer al Dios de toda esta vida, que es ‘Amor’ y seguirá siéndolo para siempre.
Sí, claro, hermanos míos, lo que vivimos ahora es imponente, es lo más elevado de todo, no hay ser humano que antes que nosotros pudo contemplar una sola ley de esto, ni Buda ni Mahoma, ni ninguno de todos los profetas que fueron haciéndose famosos.
No obstante, Cristo habría querido darle esto a la criatura de la madre tierra si no lo hubieran asesinado como el ser y la vida consciente más elevado!
¡Esta es la verdad divina!
¡También es desarrollo divino!
Cuando se manifiestan esas leyes disarmónicas, pues —más adelante lo viviremos—, el momento en que el ser humano se convirtió en él mismo, en que comenzó a darse cuenta de que podía vivir sus sentimientos.
Y entonces, naturalmente, nos veremos ante el estadio selvático como ser humano, y el ser humano habrá abandonado y vencido las aguas, o sea, en el lugar en que surgió el mal inconsciente, la disarmonía, y más adelante, en la tierra, el mal consciente, por el que el ser humano como entidad divina llegó a conocer su pena y dolor y tuvo que aceptarlos.
¡Nosotros, hermanos míos, ponemos todos estos fundamentos para la Universidad de Cristo!
Así que si el ser humano hubiera podido conservar esta unión inmaculada como sintonización divina, no habría nacido la pena ni el dolor.
¡Entonces tampoco habrían surgido enfermedades ni demencia ni psicopatía!
Pero el ser humano llegó a tener en sus manos y a vivir su propia creación y exigió, dominó, deformó y mancilló su unión divina y su sintonización.
También hemos de analizar esos asuntos miserables y entonces nos veremos ante el bien y también el mal, el engaño consciente y el inconsciente.
Entonces el ser humano se liberó de estas divinas leyes armoniosas, pero tuvo que aceptar su miseria.
También nos encontraremos con estas leyes vitales y entonces las seguiremos.
Fue el ser humano mismo el que se despegó con violencia de este contexto divino y también eso el ser humano tendrá que aceptarlo en el estadio actual, tendrá que aceptarlo la iglesia.
Fue cuando se manifestó la personalidad humana, la consciente y también la inconsciente, la preanimal... la personalidad animal, basta material, material y más adelante la espiritual, o sea, el ser humano que se ha reconducido a la armonía divina y que pudo decir finalmente: lo he conseguido, así que voy a continuar en amor inmaculado, ¡y accedió a la vida del otro lado!
Les pregunto: ¿ha nacido luz aquí, pues?
Entonces tenemos que decir —vendrá más tarde— cuando el ser humano va a vivir su vida según las leyes armoniosas llegará a ese punto, poseerá luz detrás de la muerte, vida y conciencia en una esfera de luz, a la que pertenece y que él mismo ha espiritualizado.
Así que siempre podemos continuar, elevarnos más y más, sí: volvemos hasta el divino ‘Omnigrado’ consciente, ¡al lugar en que hemos de representar nuestro ‘Omnigrado’ consciente para ser entonces dioses!
¿Qué es, pues, el amor gemelo?
El ser humano para la tierra que pueda vivir un solo grado de vida, de los que el más elevado es el séptimo, pero ahora, para su vida interior, sí, hermanos míos, ¿ante qué estados, conceptos no nos encontramos?
Y entonces, ¿ante qué estamos, maestro Zelanus?”.
“Ante el ‘amor’.
Ante la comprensión.
Ante el respeto, la deferencia, la lealtad, el cariño, desde luego para la armonía para cada uno de estos sentimientos, para la ternura, la dulzura, la cortesía, la clemencia, la magnanimidad y muchos, miles de rasgos de carácter más, que ahora forman parte de la personalidad como ser humano, como hombre y mujer, como padre y como madre, en todo eso, en caso de que ambos quieran vivir esta construcción, estarán ante el amor verdadero, y la vida en la tierra será como un paraíso, pero así fue como lo quiso el Dios de toda esta vida y para esto murió ‘Cristo’”.
“Le doy las gracias, hermano mío, por sus sentimientos y pensamientos.
En efecto, esos ya son los rasgos de carácter para el ser humano.
¿Y cuáles son, André, los que nos han conducido a mí y a la criatura de la madre tierra hasta las tinieblas?”.
“Los pensamientos y sentimientos disarmónicos, mi maestro, como...
el orgullo, la prepotencia, como la codicia, el dominio, la vileza, el egoísmo, el amor propio, el afán de lucro, la avaricia, pero sobre todo la falta de sinceridad, lo demoníaco en el ser humano, el anhelo de placer falso, la sed de venganza, la crueldad, la envidia y miles de otros rasgos de carácter más que ahora se manifiestan, pero por los que el ser humano se deformaba a sí mismo”.
“Exactamente así es, hermanos míos, pero entonces accedemos a los sistemas filosóficos y nos vemos ante Sócrates, ante Platón y los demás, que han dado fundamentos a esos sistemas para la criatura de la madre tierra, pero ¡cuyos fundamentos espirituales, espaciales y también divinos pondremos entonces nosotros para la ‘Universidad de Cristo’!
Y eso para el alma, la vida, el espíritu y la personalidad, ¡para el ser humano como una deidad!
El ser humano que llegue a conocer ahora el ‘Siglo de Cristo’ asimilará los rasgos más elevados y accederá así, cuando haya completado el ciclo material, al ‘mundo astral’ espiritual, ¡la vida detrás de la muerte!
Pero aquí, en la luna, llegamos a tener en nuestras propias manos la paternidad y la maternidad, por las que sin embargo se han revelado todas las demás características de Dios.
¿Qué es, pues, el amor?
Hagan el bien, vivan las leyes en armonía y llegarán a vivir ese amor como ser humano, como hombre y mujer.
Ustedes mismos, criaturas de la madre tierra, tienen esa felicidad en sus manos.
¡Está en ustedes aprovechar sus vidas!
Usted, mi hermano André, ¿ha acogido todos estos milagros en su vida y conciencia?”.
“Sí, mi maestro.
Es asombroso.
Me sentiré enriquecido cuando vuelva allí, y además haré un esfuerzo por procesar todo esto, para que pronto el maestro Zelanus pueda comenzar con la escritura de ‘La cosmología’.
Inclino la cabeza ante todas estas leyes, maestro Alcar”.
“Le doy las gracias, mi hermano André-Dectar.
Ha de saber ahora que no está construyéndose castillos en el aire, sino posesión sagrada y verdadera para su deidad.
Lógicamente, estamos ahora ante los grados de transición, las muchas leyes de densificación que creó la luna como madre y que pronto seguiremos.
Pero ¿qué significa eso, maestro Zelanus?”.
“Que se crearon miles de estadios de transición a partir de estos siete grados de vida.
El alma va a continuar, ella vencerá el planeta.
Y pronto también eso podremos seguirlo y vivirlo.
Así nacerán millones de vidas, hasta que el alma haya alcanzado el estadio de pez y también entonces seguirá, hasta que la atraiga otro planeta.
También esas leyes las seguiremos, mi maestro, si queremos vivir cómo se le concedió al alma como ser humano llegar al planeta tierra”.
“En efecto, hermanos míos, ante eso nos veremos más adelante.
Pero entonces en nuestro siguiente viaje.
Y solo entonces comprenderemos que somos capaces de ofrecer a la criatura de la madre tierra un panorama divino del propio surgimiento y del largo camino cósmico que se le dio a vivir al alma como ser humano
Si enseguida seguimos y vivimos a la luna como madre, veremos cómo ha podido densificar su propia vida y organismo, pero entonces accederemos a su estadio definitivo.
Pero iremos de la luna al divino ‘Omnigrado’ consciente, ¡nada nos detendrá!
Ya ha de comprender que somos capaces de escribir miles de libros.
También sabemos que André no tiene tiempo para eso, pero puedo decirle ahora que más adelante él y nosotros continuaremos con nuestro trabajo.
Aunque entonces desde nuestra vida y por medio de los milagros técnicos por los que hablaremos, ¡analizaremos las leyes para la humanidad entera!
Eso, mi hermano André, se me envía ahora desde lo divino consciente para su vida y su tarea.
Puede aceptarlo y entonces daremos ‘clases universitarias’ divinas desde nuestra vida.
Entonces es que la criatura de la madre tierra accederá al ‘reino de Dios’.
¡Allí triunfará la vida de ‘Cristo’ sobre todo el mal en el ser humano!
Ahora algunos fundamentos más, que quieren ser vividos.
Y nos dicen: ¡es obligatorio que el ser humano cree y también dé a luz, o no podrá continuar!
¡Esos son regalos divinos!
¡Es lo que permite al ser humano vivir el amor divino!
¡Simplemente no puede sucumbir si quiere vivir con armonía las leyes de Dios!
Pero el ser humano creó miseria y disgustos y ¡pereció a causa de sus propias creaciones!
Así que en esta célula viven todos los rasgos divinos sin excepción.
Los analizaremos uno por uno, porque podemos seguir la espiritualización y la materialización.
Quiero consignar ahora algo asombroso para el siguiente viaje, y es sobre el sonido de voz de la madre y del hombre, pero les digo: cuando vivamos los sentimientos pondremos también esos fundamentos.
Estábamos hablando de la voz humana, hermanos míos.
¿Han percibido entonces que, al crear la vida materna como esta entidad, llevábamos a esa escisión el segundo ‘yo’ nuestro?
¿Entienden ahora que la voz materna, o sea, sus timbres, nacieron desde los sentimientos creadores y que ahora se les ha infundido alma de manera materna como ser humano para la tierra?
No hay erudito para este arte que conozca las leyes para la voz maternal; desconoce los estadios iniciales para esta entidad, no sabe nada de este nacimiento, porque esto ocurrió en la luna.
Así que por medio de nuestra escisión, debido a que la maternidad se convirtió en una entidad, también se manifestó su timbre y nació el ‘alto, soprano y mezzosoprano’, para que podamos seguir y vivir que nacieron ‘el alto a partir del bajo, el soprano a partir del tenor, el mezzosoprano a partir del barítono’, tres grados de vida consecutivos para los timbres maternos y paternos, creadores y alumbradores para la criatura de la madre tierra, que sin embargo recibió esa entidad en la luna por medio de nuestra propia escisión.
Es lógico que algún día el sonido humano tendrá que representar el ‘timbre’ divino, y también está claro y es verdadero que llegará el día en que el ser humano poseerá un solo timbre sonoro, pero ha de quedarle claro ahora, maestro Zelanus, que no cada grado de vida corporal del organismo humano está listo para ese ’timbre’.
Pero ¿debido a qué?”.
“Debido a que únicamente el organismo más elevado poseerá ese sonido, mi maestro”.
“Y eso, ¿qué dice a su vez, André?”.
“Que el estadio selvático no posee el organismo de la criatura de la madre tierra que pueda vivir la raza blanca (véase el artículo ‘No existen las razas’ en rulof.es) y significa que los timbres orgánicos todavía han de despertar para ese tipo de sonido”.
“Es muy cierto, y quiere decir que cuanto más se eleve el ser humano como ser material, más hermoso es el ‘timbre’ humano.
Pero constatamos también estas leyes cuando seguimos al ser humano para sus sentimientos y vivimos su primer amor, pero además como sentimiento, también para los sentidos.
Es debido a que la madre nació de los sentimientos creadores que cambió también su timbre.
Ya ven lo milagroso que es todo.
Por más sobrenaturales que sean esas leyes y esos dones, ¡la ‘Universidad de Cristo’ los analizará!
Lo que les importa a los maestros es, pues, que cada grado de vida ha de representar un timbre ‘propio’.
Así que el grado de vida para el organismo material, la selva en la tierra, o sea, esa gente, no canta como la criatura de la madre tierra que puede vivir el séptimo grado como organismo, porque no es posible, son leyes, ¡así que también para el timbre humano!
Únicamente para aclarárselo de una vez a la criatura de la madre tierra puedo demostrar que solo los Caruso han de vivir el organismo más elevado, porque este ha de representar lo más elevado para el ser humano en la tierra, y también porque la criatura de la selva aún ha de vivir y alcanzar esa altura.
Así que ese sonido de voz, este timbre, ¡aún ha de despertar!
Pero también volveremos a esto.
No obstante, por medio de la división en este estadio embrionario estos milagros humanos se han manifestado.
Y gracias a esto, criatura de la madre tierra, eruditos, a la madre se le dio a vivir el ‘alto, soprano, mezzo, al hombre su bajo, barítono y tenor’, timbres para la paternidad y la maternidad.
¿No es asombroso que se nos concede ahora analizar todas estas leyes de Dios para la criatura de la madre tierra?
Esa es la ‘Universidad de Cristo’... ¡No lo olviden jamás!
Así que tiene relevancia divina que se nos conceda hacer estos viajes.
¡Es de relevancia esencial que la madre tierra reciba ahora esta sabiduría!
Y encima hemos de aceptar que, por medio de Dios, pues, la ‘Omnimadre’ lo ha dado todo a ‘Su’ vida, ¡absolutamente todo!
¡Y ese ‘todo’ divino lo viviremos y analizaremos por medio de un sinnúmero de viajes!
Teólogo, ¿aún no se inclina ante estas verdades?
Tache todas esas historias inhumanas en su Biblia y acepte esta ‘Biblia’... ¡para la que nosotros, aunque por medio de Cristo, o sea, este Cristo, tenemos que poner los nuevos fundamentos!
Y ahora todavía falta:
¡Toda esta humanidad tendrá que aceptar más adelante la manera tan infalible en que como seres humanos hemos llegado a tener nuestra creación en nuestras manos!
No obstante, hermanos míos, aún hemos de vivir otras entidades y constatamos así: en primer lugar, que el Universo nos enseñó a nosotros, nos ha dado, lo que la ‘Omnimadre’ ha podido hacer para su propia vida y personalidad.
Se dividió en miríadas de partículas, y ¿qué hacemos ahora como seres humanos?
Ella es luz, vida, alma, espíritu, y ¿qué somos nosotros?
Ella es padre y madre, ¿en qué nos hemos convertido nosotros?
Por medio de esto volvemos a la vida de ella y la representamos allí, y ¡lo hacemos para la eternidad!
Y significa, pues, para este viaje, que de manera divina se nos infundió alma, irrefutablemente, o nos habríamos perdido por completo, lo que ahora no es posible.
No obstante, y lo verán claramente más adelante, han nacido leyes cósmicas y leyes de vida humanas.
Es verdad... ‘astrónomo’ de la tierra, vencemos este universo, sin importar cómo sea esta vida, porque a partir de eso tan imponente nos hemos convertido en seres humanos y también en cuerpos, porque finalmente el universo y nosotros como seres humanos solo hemos de vivir dos leyes vitales, ¡que son y seguirán siendo la paternidad y la maternidad!
También viviremos lo que va a ser de nuestra vida más adelante, ya sabemos cómo hemos vociferado en nuestras vidas, como las hemos destruido, consciente e inconscientemente, esas vidas que nacieron en amor inmaculado.
Eso lo sabemos y también eso hemos de aceptarlo.
Y ahora puedo preguntarles, hermanos míos:
¿cuántos millones de vidas hemos de vivir aquí antes de que hayamos alanzado el estadio de pez?
¡Se convertirán en millones de vidas!
Y para la tierra serán miríadas de vidas antes de que podamos decir allí: he completado mi ciclo terrenal.
Pero eso no tiene relevancia, porque para Dios vivimos Su infinitud.
Pero así la criatura de la madre tierra recibe el saber: qué significa en realidad la infinitud.
Así que la muerte no puede destruir al ser humano, muchas sectas tienen razón, ya han llegado a ese punto: únicamente los sentimientos humanos tienen que despertar aún para esto.
¡Por tanto han nacido aquí el mundo material y también el espiritual!
Para la vida embrionaria un mundo de inconsciencia, para el ser humano que ha completado su ciclo un mundo consciente, como ya se nos concedió constatar, pero que ahora es necesario, o nuevamente el ser humano de la tierra no lo comprenderá y volverá a convertirlo para sí mismo en otra cosa, ¡como también pudieron hacerlo los autores de la Biblia!
Y ahora, hermanos míos, antes de que lleguemos a las leyes de densificación, quisiera preguntarles: ¿cuál es la profundidad de la creación divina?
Sabemos que vivimos y que más adelante vivirá a partir de nosotros el animal, después llegaremos a conocer a la madre naturaleza.
El mundo animal llegó a vivirse a sí mismo a partir de la primera célula vital humana, el ‘ego’ material.
También esos grados crearon y dieron a luz a siete estadios consecutivos, para que, si seguimos el animal, tengamos que seguir millones de leyes de vida, porque a cada grado de vida se le dio a vivir a su vez una paternidad y maternidad propias, y es ahora increíblemente profundo.
A pesar de eso sí analizaremos todas esas leyes, porque puede analizarlas la ‘Universidad de Cristo’.
Pero entonces constataremos las creaciones existentes y las posteriores.
¿Qué significa eso, André-Dectar?”.
“Se refiere usted, mi maestro, a qué vidas pertenecen las creaciones posteriores.
Y entonces veo un ‘piojo’, una culebra, una serpiente, una lombriz, o sea, vidas que no han conocido ningún séptimo grado de vida, sino que pudieron crear y dar a luz un estadio propio a partir de esos procesos de putrefacción, y que son creaciones posteriores”.
“Sé, mi hermano André, que usted también ha recibido esta palabra.
De verdad, créalo, podemos seguir y analizar ahora cada ley vital, y es la sabiduría para la criatura de la madre tierra, ¡para el ‘Reino de Dios’!
Llegaremos a conocer también esas leyes.
Más adelante, cada grado de vida nos contará dónde ha nacido el alma, la paternidad y la maternidad.
Que si esa vida pertenece, pues, a las aguas o al organismo terrestre, eso no tiene relevancia, llegaremos a conocer esa vida y solo entonces comprenderemos nuestras propias creaciones, los organismos que emprendieron la vida aquí en la luna después de nosotros, por medio de nuestro ‘ego’ depuesto.
Madame Blavatsky,
¿había llegado usted hasta ese punto?
Para nada, usted no ha alcanzado esta profundidad o no habría pronunciado jamás esas palabras.
Fuimos los primeros en comenzar con nuestra densificación, y luego nos siguió el animal.
Cierto, ¿no? Eso se puede vivir aquí, se puede ver y seguir, hemos tenido que aceptar esas leyes; se manifestaron siete grados de vida animales a partir de la célula humana, del ‘ego’ material, como lo llaman ellos, de la primera ‘capa’ humana y material... y esto se convirtió en el mundo animal, y solo después comenzó la madre naturaleza.
¿Posee la madre naturaleza en la tierra otras leyes?
El ‘Omnigrado’ quiere, hermanos míos, que hagamos comparaciones para la criatura de la madre tierra, que sigamos todas esas posibilidades, solo entonces continuaremos.
Así llegamos a hacernos preguntas y al análisis humano, para el ser humano y también para la sociedad, las religiones, las artes y ciencias, para el alma y el espíritu, para la paternidad y la maternidad en la tierra.
Y ¿qué leyes de vida percibe usted, maestro Zelanus, que requieren análisis, a las que les hace falta la iluminación espiritual?”.
“Lo que percibo, mi maestro, es una ley que me conecta en línea recta con la criatura de la madre tierra.
Que el ser humano en la tierra haya que volver al mundo material es infalibilidad divina, pero por la que el alma puede vivir la paternidad y la maternidad y por la que conduce su personalidad a ese despertar.
Es lo que ha de vivir el alma como ser humano en la tierra, pero el ser humano como hombre y mujer todavía no conoce estas leyes.
El ser humano no sabe para qué vive, se pregunta para qué hace falta todo esto.
¡Así de inconsciente sigue siendo la masa en la tierra!
Dando a luz y creando atraemos nueva vida.
Y tenemos que ver con esa vida o no la atraeríamos.
Cuando analizamos la personalidad encontramos estas leyes para el hombre y la mujer, y solo entonces el ser humano llega a conocerse.
Usted habló de disarmonía, pero por medio del mal, de la demolición humana, el alma como ser humano ha abandonado el paraíso, se ha hecho perecer él mismo, algo que la ‘Omnifuente’, sin embargo, no quiso jamás.
Dios se encargó de leyes armoniosas, espirituales y materiales infalibles, el ser humano ha mancillado todas esas leyes, las deformó y las condujo hasta las tinieblas.
Y es lo que hemos de demostrarle a la criatura de la madre tierra, que no es Dios quien creará esa miseria, sino que es él y es ella quienes han infundido alma a esta demolición, quienes han dado esa posibilidad al sentimiento, de participar en esa demolición generalizada, y fue cuando se manifestaron la pena y el dolor.
¿Por qué hay tanto dolor, tanta pena y miseria en la tierra?
Dios —según hemos visto ahora— creó únicamente felicidad.
Creó amor y justicia.
No obstante, el mundo se ha convertido en un caos, y también lo seguiremos y analizaremos allí, para los sistemas filosóficos.
¡Puedo decir al alma como ser humano que se ha olvidado a sí misma!
Aunque no ha sido capaz de cambiar las leyes divinas, creó miseria, disgustos y mentira.
Pero la madre tierra continuó y terminó su organismo.
El alma como ser humano, mi maestro, como padre y también madre, ha de aceptar y vivir estos siete grados de vida, que tiene que vencer o no alcanzará jamás las esferas de luz.
Sin embargo, sabemos que no es capaz de dominar las leyes cósmicas, y que tarde o temprano tendrá que inclinarse y aceptará.
Lo que ha de saber el alma como ser humano es que en la tierra la atrae su propio grado de vida corporal y que jamás podrá eludirlo, sino que así vivirá su amor, que es ahora animal, material o bien ya espiritual; podrá vivir su felicidad por medio del más elevado de estos, el último grado de vida, y será por medio de la vida interior como conciencia, o sea, el sentimiento por el bien, para el que a find de cuentas vive toda la vida, lo que quiere vivir, o la vida en la tierra sería igual a un infierno detrás del ataúd humano.
El ser humano aún no lo sabe, mi maestro, pero para el alma en la tierra estas son las leyes corporales y espirituales que tendrá que vivir.
Ha de vivir miles de vidas para la paternidad y la maternidad, para los siete grados de vida para el organismo humano.
Empieza en la selva, según ya sabemos, empieza en el primer grado de vida corporal para acceder al séptimo, que viven la raza blanca (véase el artículo ‘No existen las razas’ en rulof.es) y los pueblos orientales, y después nuevamente miles de vidas, para enmendar los errores que creó a lo largo de todas esas vidas, el mal.
Ya hemos visto que pronto podremos seguir esas leyes para la vida embrionaria, ya lo hemos visto y para la luna es el estadio definitivo como conciencia de pez, para la materia y el espíritu, pero entonces el alma sigue.
Así, por medio de la paternidad y la maternidad, el alma como ser humano llegará a vivir el espacio que el planeta como madre le dio.
Y para la tierra como ser humano se convertirá en la concienciación material, o sea, corporal; después del alma como ser humano podrá completar su ciclo para la tierra y accederá al mundo astral, espiritual, estará abierta al bien o al mal, representará una esfera de luz o una que representará las tinieblas, y ella misma lo tiene en sus manos.
Así que puedo decir para la Universidad de Cristo...: ¡que el alma como ser humano, como padre y madre, comienza su vida para el planeta tierra desde la selva!
Así que el ser humano vive en la tierra para vencer el planeta y acceder después al mundo espiritual para continuar también aquí, porque ellos, hombre y mujer, ¡vuelven a Dios!
El hombre y la mujer representan a Dios, son dioses, pero ahora todavía viven grados de vida animales, materiales y también espirituales, pero llegarán a ese punto.
Pues bien, si el ser humano se considera demasiado sagrado para dar a luz y crear, lo que la iglesia católica impone a sus seguidores, a lo que fuerza al sacerdote y la sacerdotisa, eso es lo más horroroso que hay, ¡porque ahora el alma como ser humano crea disarmonía para su proceso de evolución!
Pronto iluminaremos las miserables consecuencias, mi maestro, porque llegaremos a ese punto.
No importa lo que el ser humano alcance para la tierra: la paternidad y la maternidad es el todo divino y el todo universal: para eso es que el alma como ser humano ha de vivir y morir.
Las tareas materiales carecen por completo de relevancia, todo eso se queda en la tierra, solo la vida interior, la chispa de Dios, es y sigue existiendo... ¡eternamente!
Por eso es irremediable que la reencarnación exista para la tierra.
Cuando el hombre y la mujer se dan su amor el uno al otro, eso es la división para su propio despertar y proceso evolutivo divino.
Sabemos lo que se comprende y percibe de esto, el ser humano como la personalidad se ha perdido también en eso, y desde luego ha creado un caos.
Y ahora da un paso al frente el propio grado de vida, ¡y ambos, el hombre y la mujer, han de aceptarlo!
Lo que vivimos aquí ahora... soy uno con las leyes de densificación, tampoco para la madre en la tierra han cambiado en nada.
Es el esperma creador el que aún posee la entidad embrionaria y entonces siguen los grados de dilatación para el fruto dentro de la madre, que también hemos vivido aquí.
Así que las leyes de alumbramiento y creación, mi maestro, no han cambiado.
El alma a la que se le atrae para la tierra no vive otra cosa que lo que hemos podido vivir nosotros aquí, desde el mundo astral, y por lo tanto antes del nuevo nacimiento.
Pero sabemos que los órganos materiales se han ampliado, el órgano independiente y humano ha nacido y forma parte ahora, para la tierra, del organismo materno, y hemos de confirmarlo.
Lo ven: aquí se han echado todos esos fundamentos y ha de demostrar que los seres humanos hemos nacido en las aguas.
Continúo, hermanos míos, porque ahora quieren vivirse miles de leyes de vida, así que sigo siendo uno con el ‘Omnigrado’ y conectado con él.
Ha surgido dilatación, densificación, despertar, la chispa embrionaria se ha ampliado y densificado como un ser humano, la idea que Dios vio delante de Él cuando comenzó con Sus creaciones.
Para la tierra, o sea, el ser humano, esa idea universal es un producto divino, con sintonización divina.
Pero ¿se ha comprendido esto en la tierra?
¿Puede el ser humano verse a sí mismo como una deidad, si ama la ‘condena’?
Así que en la tierra no se trata de la vida material, ¡sino de la paternidad y la maternidad!
¡Esas son las leyes esenciales!
¿Qué es, pues, un grado de vida?
Es el organismo humano como alumbramiento y creación, como hombre y mujer, por el que la ‘Omnifuente’ se ve representada como la ‘Omnimadre’.
¿Se puede aceptar eso ya en la tierra?
Para nada, pero ¡es verdad divina, hermanos míos!
¿Cómo se vive en la tierra?
¿Qué se sabe allí de este milagro divino?
Ustedes lo saben: podemos vivir allí asesinatos y muertes, mentira y engaño, odio y destrucción.
Y eso es el ser humano, pero ¡no es Dios!
¡Un Dios de odio jamás materializó ni espiritualizó la creación!
El Antiguo Testamento también es bárbaro, ¡es demoníaco!
Y ahora el milagro, mi maestro, que quiere convencerme, por el que no se puede erradicar ni un solo grado de vida para la tierra.
Vemos aquí dentro de este estadio embrionario, que ustedes y yo alcanzamos a la vez que miles de otras células el primer grado de vida.
Y también eso puede percibirse todavía en la tierra.
Porque hemos vivido el ejemplo de la lluvia.
Semejante nube insignificante segregó millones de gotas de lluvia, lo que es la verdadera escisión para este estadio de nebulosas en estado divino.
Así se han creado los grados de vida como masa, o sea, como un grupo.
Por tanto he de constatar que como células pertenecemos a miles de otras células, que han alcanzado la misma altura y también concienciación.
Es esta ley, mi maestro, la que aclarará para el ser humano en la tierra por qué este no es capaz de erradicar un solo grado de vida.
¿No es cierto? Diferentes grados de vida participan también ahora en matanzas y violencia.
Varios grados de vida para la raza blanca (véase el artículo ‘No existen las razas’ en rulof.es) se erradican durante esta guerra, porque el hombre termina demasiado pronto su vida en la tierra, debido a que ha aceptado la violencia, la destrucción.
Ahora he de preguntar a mi hermano André dónde podemos vivir esas leyes respecto de un solo grado de vida, o sea, para la tierra y sus leyes”.
André está listo y puede contestar:
“Esas leyes, maestro Alcar y mi hermano Zelanus, volvemos a verlas en la tierra donde la madre.
Ahora hay una madre que da a luz a diez hijos, otra asesina esta ley divina o se niega a dar a luz y a crear.
Es por eso que las madres dan a luz a varios hijos y así mantiene su propio grado de vida corporal”.
“Muy cierto...”, continúa el maestro Alcar, “pero hemos constatado aquí, hemos tenido que aceptar, que la chispa de Dios no crearía y alumbraría más que dos vidas, para el hombre y la mujer, para vivir el renacer.
Así que podemos consignar para la Universidad de Cristo:
Que la madre tenga que dar a luz a cuatro, cinco, diez hijos se debe a que otra madre vive en disarmonía y se niega a dar a luz.
Así que estamos penetrando hasta el problema para la tierra: por qué una madre ha de dar a luz a tantos hijos y otra no tiene ni uno.
Accedemos así a las leyes disarmónicas que ha creado el ser humano.
Si cada ser humano aceptara y viviera la iglesia católica, convirtiéndose por tanto en sacerdote, si la madre fuera a vivir semejante vida santa y casta, el ser humano erradicaría su creación y dentro de algunos años ya no quedaría ningún ser humano en la tierra.
¿No se da cuenta de eso la iglesia?
¿No se da cuenta esa conciencia de que entonces seríamos capaces como seres humanos de destruir por completo la vida de la madre tierra?
Y hemos de seguir en la tierra estas posibilidades, hermanos míos, si la iglesia quiere ver, si el hombre y la mujer en la tierra quieren vivir lo destructivo que es que pida a sus ‘adeptos’ llevar una vida casta, pero esto va en contra de todas y cada una de las leyes esenciales de Dios para el proceso de evolución.
Las guerras violan estas leyes, destruyen la armonía divina, cada asesinato viola, destruye el tiempo para el ser humano, asfixia este plan divino, y lo analizaremos por medio de este estadio embrionario para el ser humano.
Pues bien, es por eso, según han observado ustedes, que la madre ha de dar a luz varias veces, para que ella proteja de la perdición total a su propio grado de vida, al que por tanto pertenece.
Según las leyes divinas para la evolución humana, el hombre y la mujer solo han de dar un organismo a dos almas.
Para que la madre y el padre vuelvan al mundo material, vivan el renacer, para que podamos decir: ¡también en eso ha surgido un caos en la tierra!
La ciencia en la tierra, hermanos míos, desconoce estas leyes.
Son todas leyes que el ser humano ha de respetar, pero por las que ponemos ahora los fundamentos para la ‘Universidad de Cristo’, ¡y por las que lógicamente surge la nueva ‘Biblia’!
Así que a la par de miles de otras células, ¡el hombre y la mujer representan un solo grado de vida orgánico.
Y ese grado de vida lo representa la masa, va más allá y se eleva más, pero más adelante, cuando analicemos el ‘alma como personalidad’, constataremos también lo divinamente ‘armonioso’.
¿Lo oyen? Las leyes ‘divinas y armoniosas’ para miles y millones de grados de vida para el ser humano, para el alma, el espíritu, para su personalidad astral, sí, además para su sintonización divina.
Y entonces, hermanos míos, privaremos al hombre y a la mujer de todas sus creaciones disarmónicas y él y ella llegarán a conocerse a sí mismos, no solo para la imponente paternidad y maternidad, sino en primer lugar de todos para su deidad.
Ahora cada grado de vida conoce ese génesis disarmónico para el organismo.
Hemos comenzado con esa destrucción ya en la selva.
Pero el grado más elevado, o sea, la raza blanca (véase el artículo ‘No existen las razas’ en rulof.es), no solo pudo hacerlo por medio de las guerras, del asesinato e incendiando, sino que además por medio de la fe, el sacerdocio, y solo entonces la vida en la tierra se convirtió en un caos humano.
Precisamente eso, hermanos míos, siendo castos y santos, no creó solamente la destrucción orgánica, y por tanto corporal, sino encima la espiritual.
Ahora es cuando el ser humano se pierde a sí mismo, ya no puede mantenerse en pie y en ese momento natural, la madre dio a luz a cuatro, siete y diez hijos, pero en ese instante había perdido su sintonización divina y armoniosa, la había mancillado y deformado humanamente.
¿Se puede explicar con más claridad?
Y ahora, sigamos, hermanos míos.
Hemos visto que dos células de un mismo grado de vida han creado vida nueva.
Cuando alcanzaron esa unión, eran divinamente inmaculados, universalmente uno en todo, no había disarmonía que pudiera mancillar este ser uno.
Estas células fueron divinamente armoniosas en esto, y vivieron entonces este contacto divino.
Eso se convirtió, naturalmente, en la división, como almas de un mismo grado, una misma vida, una misma conciencia, y ¡para Dios y Sus espacios son ahora almas gemelas!
Lo que he de seguir, y lo que desea de mi conciencia el ‘Omnigrado’, lo que la ‘Universidad de Cristo’ fija como fundamentos, es...
Que Dios ha creado únicamente felicidad, vida y amor, y nada de miseria, que, si estas células saben proteger la armonía, no podrán vivir jamás disgustos, nunca vivirán miseria, jamás vivirán destrucción ni sentimientos disarmónicos de cara a la propia vida, del propio grado de vida como hombre y mujer, padre y madre.
Estas dos células, pues, son capaces de cargarlo todo, porque representan, poseen todas las divinas leyes armoniosas.
No obstante, hermanos míos, volvemos ahora a la vida en la tierra y constatamos de qué manera tan imponente, tan podridamente humana, se han oscurecido estas vidas.
Para el matrimonio en la tierra ya no es posible ver armonía alguna, ¡con tanta destrucción consciente han mancillado los grados de vida de Dios la propia entidad adquirida para la paternidad y la maternidad!
Así que ¿por qué no se puede vivir en la tierra felicidad, amor inmaculado, universal?
¡Porque el ser humano mismo ha mancillado la pureza divina, esta unión ‘universal’!
¡Él mismo la ha deformado!
¡Él mismo la ha violado!
El ser humano se ha desterrado él mismo de esa felicidad paradisíaca y es algo muy distinto que lo que dice al respecto la iglesia, la ‘Biblia’.
Así que constatamos para la ‘Universidad de Cristo’:
que también esa historia de la Biblia es un sinsentido.
Constatamos y ponemos los fundamentos para Dios, como un Padre de Amor.
Para el ser humano como ‘almas gemelas’.
Y ellos, el hombre y la mujer, son capaces juntarse por medio de la unión divina, de vivir las creaciones de la ‘Omnimadre’ con felicidad, por medio del amor; no hay nada capaz de romper esta unión sagrada.
Pero sabemos cómo se siente el ser humano en la tierra, cómo el hombre y también la mujer viven su amor, sabemos que han creado el asesinato y que han incendiado, y que se han arrancado a sí mismos de ese contexto divino, a golpes y patadas.
Y hemos de decir a la iglesia:
lo que la ‘Biblia’ dice sobre el paraíso humano va en contra de la realidad divina.
El ser humano no ha comido de frutos prohibidos, pero se ha arrojado fuera de esta armonía divina a patadas, porque ha querido desfogarse, mancillando así el otro grado de vida y también su propia sintonización, por lo que se disolvió por completo su vida armoniosa para el amor, el matrimonio en la tierra, ¡o sea, que se ha dividido allí de manera disarmónica!
Tanto hablar, pues, sobre ‘comer’ frutos prohibidos es el sinsentido más pobre que han consignado los autores de la Biblia.
Y sin embargo, ¡hay millones de hombres y mujeres que aceptan estos sinsentidos!
La iglesia aún no quiere abandonarlos, porque así mantiene su dominio y todas esas criaturas salen corriendo de la iglesia.
Ahora ella ha de aceptar su importancia y se disuelve, pero eso hay que prevenirlo ahora.
No obstante, la ‘Universidad de Cristo’ explica cada una de estas historias inhumanas de la Biblia y pone nuevos fundamentos para la criatura de la madre tierra.
¿Cuándo empieza a pensar esta criatura?
La iglesia le prohíbe pensar ella misma, pero asfixia así la evolución humana para todas las leyes de justicia divinas.
Lógicamente, como ya hemos seguido, ¡esta historia atemorizante sobre ‘Adán y Eva’ ha de desaparecer de la tierra!
Este ‘Adán y Eva’ a quienes estamos conociendo han vivido otra evolución que lo que la Biblia dice de ello y tiene que contar.
Como chispas divinas no tenemos nada que ver con esos sinsentidos.
No hemos vivido en un paraíso, donde un árbol exhibía sus manzanitas, hemos vivido nuestros estadios selváticos, salimos de las aguas y solo entonces comenzamos con nuestra vida terrestre; así que esas hermosas historias contradicen la realidad divina y ya no tienen bases para existir, ¡son sinsentidos inhumanos!
Y no obstante, esta declaración es el poder de la iglesia católica para mantener para la fe todos esos millones de hombres y mujeres por medio de ese maldito miedo.
Pueden aceptar ustedes ahora que la ‘fe’ de la tierra desaparece, ¡porque el ‘Omnigrado’ quiere que la criatura de la madre tierra llegue a conocerse a sí misma y ‘sepa’ ahora!
¡La ‘Fe’ se convierte en ‘Saber’!
¡Ahora el ser humano de la madre tierra ‘sabrá’!
¡Ahora se limpiarán la paternidad y la maternidad para el ‘Siglo de Cristo’!
Así volverán a adquirir relevancia universal y también divina.
Así volverán la paz y el sosiego, el amor para el hombre y la mujer, y aprenderán a comprenderse mutuamente.
Y además llega a tener en sus manos ahora su grado de vida inmaculado —como la ley de justicia divina— de manera universal, o sea, para la tierra y su espacio, de manera puramente material y espiritual.
Eso es lo que quiso decir la ‘Omnimadre’, y nada más.
Así que está claro, hermanos míos: según el alma se convierta en madre, va evolucionando, su vida interior va despertando y su personalidad evolucionando.
Así es como vence el planeta y lo han revelado los siete grados de vida para la existencia embrionaria en la luna.
Lo que desea el alma como ser humano en la tierra es la división para el deseo corporal, pero detrás vive la verdadera ‘ley vital’, el nacimiento divino para la nueva vida.
Si lo entienden, ha de quedarles claro que el ser uno humano despierta todos esos sentimientos de evolución, pero que ahora siguen siendo, para muchos grados de vida, preanimales, animales, basto materiales y materiales, y para algunas almas espirituales, pero que todos esos millones de seres humanos han de acceder al grado espiritual y han de asimilarlo.
¿Es eso verdad, André?”.
“Sí, mi maestro, porque puedo vivir esas leyes en la tierra.
El ser humano poseerá el sentimiento para dilatarse, para despertar para este universo, pero ahora estamos ante los sistemas filosóficos, para el bien y el mal y para el amor espiritual.
Lo sé: en la tierra sirve el ser humano, como el hombre y la mujer para las tinieblas y la luz.
Algún día ella, o sea, el alma, depondrá su vida tenebrosa y volverá a las leyes armoniosas de Dios”.
“En efecto, hermanos míos, son verdades divinas.
La unión corporal en la tierra es el divino proceso de evolución.
La paternidad y la maternidad fuerzan al alma como ser humano a vivir las leyes; si no las hubiera, se nos habría desterrado aquí del plan divino durante el estadio lunar embrionario, y esto habría significado el final para todas las revelaciones de Dios.
Así que el nacimiento en la tierra es la ley vital más elevada que ha creado Dios, porque ¡allí evoluciona el ser humano!
Vamos, niéguense a dar a luz y crear en la tierra y asfixiarán su propia evolución, lo que ya se nos concedió constatar por medio de diferentes leyes y fenómenos.
Y ahora, ¡a seguir!
Lo que ahora se nos da a ver para la criatura de la tierra es que el alma como la vida interior trabaja en un sinnúmero de posibilidades vitales y que únicamente puede vivirlas por medio de la paternidad y la maternidad.
Constatamos para la Universidad de Cristo que ella evoluciona, despierta como alma, como vida, como espíritu, por medio de la paternidad y la maternidad, pero que así se manifiesta su personalidad.
Desde la maternidad accede a las leyes vitales descendientes para la paternidad, para las que crea los propios órganos.
También hemos podido seguir esas leyes aquí, hermanos míos, en la existencia embrionaria.
Y significa, por tanto, que el alma como ser humano, debido a que evoluciona, tiene que soltar la maternidad y ha de vivir conscientemente la paternidad.
Por medio de esto, pues, que la veamos como ser humano, de que no posee la paternidad ni la maternidad, por lo que se hace visible ahora su inconsciencia para dar a luz y crear, y lo que en la tierra se llama la homosexualidad.
Pero esos sentimientos inconscientes se encuentran únicamente en los grados animales, o sea, el ser humano que se siente de manera animal; para el grado espiritual consciente, el alma ya ha vencido esos sentimientos.
Pero así —y también eso ha de quedarles claro— vemos y vivimos que el ser humano como hombre y mujer ha de vencer también esos sentimientos, y que algún día será conscientemente padre y madre para cada ley vital.
Vivimos a esos seres humanos en el ‘cuarto grado de vida cósmico’, allí es lógico que el ser humano, hombre y mujer, haya espiritualizado la ley vital espiritual, consciente, para todas las revelaciones de Dios.
Y eso no solo vale para el organismo, sino sobre todo para la personalidad, de la que también llegaremos a conocer allí la veracidad universal.
Eso dice entonces, de manera sobradamente clara, que el ser humano ha de vencer este universo, pero que detrás de la muerte humana, del ataúd, aún no podemos poseer ningún ‘grado del universo’, ninguna ‘Omniconsciencia’, y eso ¿qué quiere decir, mi hermano André, para el ser humano de la iglesia católica?”.
“Que al morir, el ser humano no ha de pensar que puede sentarse como un ángel en la mesa de Dios, que todavía no puede vivir allí a Cristo, porque solo allí será un ser humano espiritual, y significa que ha de continuar millones de mundos, ha de vencerlos, antes de que haya alcanzado el consciente ‘Omnigrado’ divino”.
“También eso es verdad, hermanos míos, y es la única respuesta.
La iglesia católica aún no conoce los mundos que ha creado la ‘Omnimadre’.
La criatura de la iglesia católica piensa que cuando muere en la tierra accederá ya al ‘Omnigrado’ divino, pero conocemos esas suposiciones de toda esa gente, también conocemos sus decepciones cuando llegan en el mundo astral y abren allí los ojos.
Solo allí —lo sabemos— comienza nuestra vida espiritual, pero donde hemos de asimilar lo espacial, para prepararnos para el grado de vida consecutivo que es el ‘cuarto grado cósmico’, un universo diferente y nuevo que ha creado este universo, porque también el universo ha de evolucionar, porque se divide, da a luz y crea, para lo que se nos concedió vivir nuestro viaje anterior.
Así que nuevamente, iglesia católica... detrás del ataúd sus criaturas viven la decepción eclesiástica, pero la vida de Dios continúa, también sus criaturas tendrán que inclinar la propia cabeza para la veracidad divina, este espacio vital, para la paternidad y la maternidad universales.
Así que vemos y vivimos ahora lo sencillo que vuelve a hacerse todo en realidad para la criatura de la madre tierra.
La muerte humana, por más inverosímil que parezca, reconduce la vida a Dios.
El ser humano habrá de morir millones de veces, habrá de vivir y volver antes de despedirse de la madre tierra.
Esas son las leyes divinas para la Universidad de Cristo.
Así que Dios creó para Él mismo... grados de vida y leyes vitales, y también —ahora ponemos el fundamento divino— se reveló materializándose, es decir que en realidad los seres humanos no somos más que ‘Vida’ para la ‘Omnifuente’, y que Dios está reconduciéndose al consciente ‘Omnigrado’.
Porque ¿quién dio un nombre a la vida de Dios?
Eso lo ha inventado el ser humano mismo, es culpa de los autores de la Biblia, ¡por medio de esas vidas nos presentan, como las criaturas de la madre tierra, todas esas contradicciones!
Así que por fin, hermanos míos, nos vemos ante nuestra propia vida, ¡e inmediatamente después ante nuestra deidad!
La paternidad y la maternidad representan la viva imagen divina como entidad divina.
Qué increíble es, pues, la belleza y sencillez de todo, ahora que hemos aprendido a comprender las palabras que ha consignado la Biblia y que ha dado a la madre tierra.
Dios creó al hombre a Su imagen... por supuesto, pero no como quiere enseñárnoslo la Biblia, eso contradice la realidad.
Esto simplifica nuestra vida, nuestra conciencia, nuestra paternidad y maternidad, pero aclara además que tampoco los profetas se han conocido todavía a sí mismos, o habrían aclarado las leyes ya durante su vida en la tierra, pero no fueron capaces de hacerlo, también ellos tenían que despertar todavía para la ‘cosmología divina’.
Así que estas son las leyes para el ser humano y el animal, para la naturaleza entera, sí... ¡para todos los ‘Pueblos de la tierra’!
Para cada religión, cada secta, para millones de mundos que ha creado la ‘Omnimadre’: el insecto más insignificante no puede eludirlo.
Son encantos divinos para el ser humano, para el matrimonio en la tierra, para las ‘almas gemelas’... como hombre y mujer.
Únicamente, y ya les habrá quedado claro, el grado de vida espiritual y consciente para la vida interior conduce al ser humano al amor inmaculado, universal, y solo entonces se puede llamar perfecta la vida en la tierra.
Y todo el mundo desea vivirlo, el hombre y la mujer quieren poseerlo, pero destruyen lo que el amor santificado ha materializado.
Eso está diciendo ahora que ¡el ser humano mismo tiene la culpa de su lucha, de su destrucción, su misera, su pena y dolor!
Porque...¡la ‘Omnimadre’ no es más que amor!
¡Ha creado amor para sí misma, y nada de mancilla!
Eso es así para la criatura de la madre tierra, y el hombre y la mujer han de aceptarlo, ambos tienen que inclinarse ante eso.
Y miren ahora el universo.
¿Qué ha surgido aquí, pues?
¿Qué quiere significar esta vida imponente para el ser humano en la tierra?
Que el sol y la luna son uno solo, que son ellos quienes gozan y viven esta unión divina y que son ellos quienes son capaces de poner estos imponentes sentimientos en manos de la chispa de Dios, del hombre y la mujer, del padre y madre de la tierra.
Incluso más claramente: ¡el universo se creó para el ser humano!
De esto, del sol y la luna, nació el ser humano, nacieron el hombre y la mujer, y ahora no suena tan extraño si consignamos que el sol y la luna poseen y representan también la paternidad y la maternidad macrocósmicas, por lo que viven, por tanto, el ‘omnigrado’.
¿Por qué vivimos en un espacio, ser humano de la tierra?
¿Por qué la tierra gira en su propia órbita?
¿Por qué llegó a haber estrellas y planetas?
Este imponente universo que el ser humano ve desde la tierra es únicamente paternidad y maternidad, y nada, ¡nada más!
Y el ser humano ha de asimilar esa paternidad y maternidad, para lo que a la criatura de Dios se le dan a vivir millones de vidas.
Y detrás de eso vive el renacer, también para el sol y la luna, para este universo, para que podamos y tengamos que aceptar que ciertamente también el ‘cuarto grado de vida cósmico’ ha podido materializarse y espiritualizarse.
Eso significa, criatura de la madre tierra, que la luna es la ‘Omnimadre’ para su espacio, y el sol su padre.
¿Conoce usted ahora al sol y la luna?
¡Entonces vamos a continuar!
Así que no lo olviden: el sol y la luna han creado todos sus grados de vida, iglesia, ¡usted ha de inclinarse ahora!
¿Qué sabe su teólogo de todo esto?
¡Nada!
¡Ninguna ley!
¡Es un inconsciente!
¡También el teólogo es inconsciente!
¿Y el psicólogo?
Hablaremos de él más adelante, todavía no ha sido capaz de poner ni el más mínimo fundamento.
¡No obstante es un erudito y le dieron un título!
¡Con todas estas verdades los derribamos a todos de sus pedestales de un manotazo!
Aún no se han ganado esas plataformas.
Vamos, recen ahora en la tierra.
Recen ahora a su Dios, erudito, iglesia católica, lean misas para que el ser humano pueda mantenerse con vida, sus oraciones no poseen más que fuerza de gravedad y jamás se elevarán por encima de sus sentimientos eclesiásticos, no pueden rezar por su muerte ni su evolución, ustedes morirán, jóvenes o viejos, todos esos procesos de muerte tienen relevancia universal y tienen que ver con su propia evolución.
¿Cuándo podrán rezar?
¿Tienen que rezar?
Se lo aclararemos por medio de las leyes divinas, la ‘Universidad de Cristo’ lo explica para sus vidas, para su paternidad y maternidad, pero sobre todo para todas estas leyes, y ¡solo entonces se elevarán por encima de su iglesia estrecha de miras!
¿Cuándo tienen que rezar y pueden rezar?
La iglesia reza, lee santas misas para el enfermo, para el moribundo, y quiere privar a esa vida, a esa madre o ese padre, de la evolución.
No obstante, estimada iglesia, ¿no se fue de todos modos de la tierra esa alma?
Si pudiera vencer incluso eso, sí, solo entonces tendría poder, pero esas leyes de vida y esos grados de justicia pertenecen al alma como ser humano y jamás llegará a vivirlos, jamás los tendrá en sus manos, solo entonces serían capaces de malbaratar la vida de Dios, lo que ahora no es posible.
Que Dios nos libre: no tenemos nada en contra de su iglesia, no tenemos nada en contra de su personalidad, pero estos errores tienen que disolverse, no pueden frenar, asegurar la vida por medio de las misas, o sea, sus rezos, el alma como ser humano y como padre y madre llegó a tenerlo en sus manos y no hay poder, ninguno, que pueda disimularlo ni quebrarlo, ¡estas son las leyes vitales divinas para el alma como una deidad!
¿Ya entiende, iglesia católica, lo que posee en realidad?
Si no es así, la ‘Universidad de Cristo’ le gritará que usted no posee más que unos perifollos, que ha creado hermosas túnicas, pero más que eso, algo más, no.
Oro, riqueza, incienso, santificación humana, todo eso lo ha creado para sí misma, usted no entiende de veracidad espiritual, por lo que —usted como iglesia habrá que aceptarlo— tarde o temprano la criatura de Dios comenzará a pensar de todos modos, y entonces ¡se despedirá con toda calma de la santificada vida de usted!
¿No vive usted eso?
¡De esta manera es su propio alto!
La verdad, porque la vida de Dios no quiere creer en la condena y no es capaz de hacerlo, porque entiende en su fuero interior que posee una sintonización divina.
¡La ‘Universidad de Cristo’ explica a toda la vida de Dios cuándo tiene que rezar y cuándo puede hacerlo!
¡Les explicaremos también esas leyes vitales!
Y ahora, iglesia católica, hasta después, pero ¡ya hablaremos!
Así que está claro, hermanos míos: en la tierra, el encanto divino se convirtió en odio... y líos animales... la benevolencia se convirtió en... destrucción consciente... pero ¡en todo, Dios es ‘Amor’!
Así que Dios no ha creado ningún ‘qué pena’, únicamente leyes y verdades.
Qué pena que ese hombre haya tenido que morir tan pronto, ¿no?
¡Eso Dios no lo conoce!
Qué pena, pues, que a ese hombre lo haya arrollado un coche.
¡Eso Dios no lo conoce!
Qué pena, pues, que esta criatura haya muerto ya dentro de la madre.
Eso Dios no lo conoce, ¡es una ley!
Qué pena que haya vuelto a haber una guerra, qué pena, ¿no?
Pero es su propia culpa, lo han querido ustedes mismos, no participen ya en la destrucción.
No presten sus fuerzas a eso, de todos modos se destruirán a ustedes mismos, buscarán las tinieblas.
Qué ‘pena’ que Dios no mande asesinar a Adolf Hitler, ¿no?
Eso no puede ser, porque Adolf ha de terminar ahora su tarea (véanse los artículos ‘Hitler’ y ‘Genocidio’ en rulof.es), porque fue usted como ser humano quien lo ha llamado a su vida, pero entonces nació el mal consciente, para lo que esta vida ha de morir ahora.
Qué pena, ¿no?, que ese hombre esté ciego.
Esa también es una ley, es disarmonía que usted misma ha creado, ¡Dios no ha creado ciegos!
Esas son, pues, las ‘leyes del karma’, es causa y efecto, ser humano de la tierra, y más adelante nos lo encontraremos, pero entonces ¡explicaremos también todos esos millones de ‘por qués’!
¡Y entonces llegará usted a tener su respuesta divina, o sea, la única respuesta espacial, su explicación!
No obstante, hermanos míos, tengo que convencerlos de los grados de vida y también de las leyes vitales disarmónicos para la vida embrionaria.
Y ¿es eso así, maestro Zelanus?”.
“Para nada, mi maestro, usted no es capaz de eso”.
“¿Qué está diciendo ahora, hermano mío?”.
“Que usted no puede constatar leyes disarmónicas”.
“Y ¿qué tiene usted que decir, André?”.
“Que no es posible, mi maestro”.
“¿Por medio de qué me da usted esta respuesta, André-Dectar?”.
“Debido a que no he podido vivir leyes disarmónicas, mi maestro”.
“Pero le digo que yo he podido constatar estas leyes.
¿Acaso no ve en qué grado de vida se encuentran?”.
“No, no, mi maestro, ¡no las veo!”.
“¿Y usted, maestro Zelanus?”.
“Puede ponerme en la hoguera, mi maestro, quemarme vivo, le digo: no están aquí y apuesto mi vida a eso”.
“¿Es esa su certeza divina, André-Dectar?”.
“Sí, mi maestro.
Mándeme a la fosa de los leones y seguiré dando testimonio: Dios no ha creado disarmonía, ¡solo ‘Amor’!
Amor y también justicia, y ¡jamás sinsentidos materiales!
El ser humano de la iglesia católica se deja masacrar para su iglesia y su fe, y es una locura, es un sacrificio que no significa nada, pero entrego mi vida para esta ‘evolución’ divina, para la justicia divina y no para la religión eclesiástica, jamás para un inconsciente.
Le digo: écheme a la fosa de los leones, desde allí le diré a voz en cuello: ¡Dios no conoce la disarmonía!”.
“Hermanos míos, ¡el ‘Omnigrado’ quiso que ‘pusiera a prueba’ vuestras vidas!
Pueden estar agradecidos por sus propias vidas, han llegado ahora hasta ese punto.
Saben ahora para qué han entregado sus vidas millones de criaturas de la tierra.
Y todo eso a cambio de nada.
¿O quieren representar a Dios por medio del asesinato?
¿Matando, mintiendo y engañando?
¿Quieren representarlo y servirlo a ‘Él’ destruyendo la vida de Su vida?
¿Quieren representar su ‘Omnifuente’ por medio de sistemas eclesiásticos?
¿Pensaba usted, André, que puede representar a Dios defendiendo ahora su país y su pueblo, masacrando vidas?
¿Qué ha de hacer el ser humano, finalmente? ¿Cómo ha de vivir?
¿Qué leyes de vida ha de seguir y honrar?
Escuche ahora lo que ha de decir el ‘Omnigrado’ y solo entonces continuaremos”.
“El alma como ser humano vive todos los pueblos de la tierra.
La tierra aún no conoce estas leyes, pero ¡la ‘Universidad de Cristo’ las traerá a la tierra!
¡Y solo entonces la criatura de la madre tierra estará ante el verdadero ‘C R I S T O’... ante el ‘G Ó L G O T A’!
En ‘Getsemaní’ el ser humano mancilló a ‘Cristo’, ¡’Él’ jamás pronunció esas palabras!
No le hacía falta preguntar a Su Padre si Dios lo había abandonado, ¡Cristo es como Dios!
Y una deidad ¡no conoce la debilidad, no olvida ni se equivoca!
Sócrates vació su copa de cicuta, ¿Cristo no?
¡Para toda la vida de Dios, ‘C R I S T O’ es el ‘Omnisciente’!
Hermanos míos, se nos ha concedido poner fundamentos divinos, y ahora vamos a continuar.
Medítenlo todo... para que pronto también ustedes estén listos.
Porque ¡Dios no creó tinieblas jamás!
Nunca, ’Él’ siempre es y seguirá siendo... ¡amor!”.
Ser humano en la tierra, ¡despierta!
¡Y ama todo lo que vive!
¡Vive la paternidad y la maternidad!
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¡Conviértete espacialmente en madre y padre!